'Nunca Máis' estilo Podemos: Monedero culpa al PP del derrumbe de un edificio

Anoche se derrumbó un edificio en el barrio madrileño de Carabanchel. El edificio derrumbado había pasado la inspección técnica en 2012, pero no el bajo, cerrado desde hace años.

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Un concejal de Podemos y Doctor Arquitecto niega que hubiese negligencia

El Concejal de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, José Manuel Calvo, ha señalado que difícilmente se habría podido detectar el problema en los pilares del bajo abandonado -un antiguo salón de bodas-, pues "los pilares están revestidos". Y ha añadido: "Ha sido un cúmulo de circunstancias y no una negligencia de ningún funcionario". Supongo que el señor Calvo sabrá de lo que habla, pues según su perfil de Twitter este miembro de Podemos es Doctor Arquitecto. Hay que señalar, por cierto, que dichas inspecciones las llevan a cabo empresas dedicadas al efecto, y son firmadas por un arquitecto o un aparejador. En fin, hasta aquí el caso.

Monedero se apresura a utilizar políticamente lo ocurrido

Bueno, hasta aquí, a menos que te llames Juan Carlos Monedero y no tengas ni puñetera idea de arquitectura ni de en qué consiste una Inspección Técnica de Edificios (ITE). El cofundador de Podemos publicaba el siguiente tuiteo esta tarde:

Como ya he señalado, la inspección de la ITE la firma un arquitecto a un aparejador: si hubo alguna deficiencia en la inspección, la culpa sería del firmante. Pero como ya ha señalado el compañero podemita de Monedero, que es Doctor Arquitecto, difícilmente se habría detectado esa deficiencia debido al forro de los pilares. Así pues, lo que ha escrito Monedero es un burdo intento de instrumentalizar políticamente un desastre.

La experiencia partidista de la plataforma "Nunca Máis"

No es la primera vez que la izquierda española hace algo así. Cuando se hundió el petrolero "Prestige" a finales de 2002 frente a las costas gallegas, el BNG activó su plataforma "Nunca Máis" para sacar rédito político del accidente. Y digo el BNG porque las pancartas de dicha plataforma se repartían en la sede viguesa del Bloque, al que pertenecía el dominio de Internet de "Nunca Máis". Precisamente con motivo de aquel accidente, y en una muestra de hasta dónde están dispuestos a llegar algunos con tal de ganar votos, un diputado regional del PSOE dijo que "estamos sobrados de votos, y si hace falta hundimos otro barco". Aquel diputado era el hasta hoy portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Carmona.

Unos años más tarde del hundimiento del "Prestige", la izquierda volvió a echar mano de una desgracia, esta vez los incendios forestales, que asolaron Galicia en 2006 en un agosto que comenzó con altas temperaturas. Pero esta vez "Nunca Máis" no tenía como fin culpar de la desgracia al gobierno de turno (en Galicia gobernaba el PSOE junto al BNG, y el gobierno central estaba en manos de Zapatero), sino atribuir lo ocurrido a un "terrorismo incendiario" que vinculó gratuitamente con el PP, entonces en la oposición. Curiosamente, uno de los incendiarios detenidos era un excandidato del PSOE, pero nadie ningún miembro de "Nunca Máis" hizo lecturas políticas sobre ello. Cuando en 2012 ardieron las Fragas del Eume, "Nunca Máis" reapareció, y esta vez sí para criticar al gobierno, pues ya estaba el PP en el poder.

Una forma de autoalimentar el fanatismo

Como puede comprobar cualquiera revisando los contenidos de este blog, el PP no cuenta, ni de lejos, con mis simpatías. Pero eso no me impide criticar los descarados intentos de sacar partido político a cualquier desgracia al precio que sea, empezando por obviar o pisotear la verdad. Hay una cosa que aborrezco de cierta parte de nuestra sociedad: su enfermizo partidismo político, según el cual si ocurre alguna desgracia, la culpa siempre la tiene el rival político. En esta utilización partidista de cualquier accidente, la izquierda se está llevando la palma, en buena medida impulsada por su rechazo a cualquier escrúpulo moral. Ciertamente, la izquierda es políticamente mucho más militante que la derecha, y el hecho de que se identifique con la derecha parlamentaria a un partido concreto (el PP), mientras la izquierda se divide en diversas opciones, lleva a ésta a tener un enemigo único y concreto con el que identificar cualquier mal, incluso con el derrumbe de un edificio. Una forma de fanatismo que se autoalimenta con cualquier desgracia.

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(Foto original: Juan Carlos Velázquez)