Beiras llama 'defender la enseñanza pública' a propinar patadas, empujones y puñetazos

Hace un año un grupo de independentistas de ultraizquierda llevó a cabo una protesta violenta con la que pretendían impedir la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Universidad de Santiago.

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Agentes de Policía agredidos por ultras que gritaban "pataleadlos"

Durante dicha protesta, varios radicales intentaron asaltar el coche del presidente gallego, siendo frenados por el cordón de seguridad que protegía a Feijóo, formado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes presentes en el lugar señalaron lo ocurrido: "Para evitar la agresión al presidente formamos una barrera que algunas personas que estaban protestando a la entrada de la facultad rompieron a base de patadas, empujones y puñetazos en la cabeza. Incluso llegaron a lanzar a un compañero al suelo, que después apalearon y que ahora presenta un esguince cervical". El Sindicato Unificado de Policía (SUP) presentó una denuncia, señalando que varios de los agentes fueron "vejados y agredidos" por los ultras al grito de "pataleadlos". Las agresiones de los extremistas de izquierda se saldaron con dos agentes en el servicio de urgencias.

Agresión a policías en la USC. Una secuencia de las agresiones de independentistas a agentes del CNP de paisano tomada de las fotos publicadas por El Correo Gallego. Vemos a los radicales agrediendo a un agente que lleva niki blanco, lanzándole contra una boca de incendios mientras otro agente, de niki rosa, trata de frenar la agresión.

Los tres acusados se enfrentan a penas de cárcel

Como consecuencia de las agresiones, tres jóvenes se enfrentan a otras tantas penas de tres años de cárcel. La identificación fue posible gracias a las fotos publicadas por El Correo Gallego, en la que se ve a los acusados agrediendo a agentes de paisano. Uno de los acusados es miembro del grupo independentista Agir y dirigente del grupo separatista de ultraizquierda Briga. No es la primera vez que ambos grupos son noticia por altercados violentos, ya que ambos tienen un largo historial delictivo que incluye robos, acosos, amenazas de muete y agresiones contra defensores de la libertad de idioma, providas, liberales... Una de las agredidas, en 2002, fue una universitaria cuyo "delito" fue hablarle en español a uno de esos energúmenos. Entre las amenazadas de muerte por Agir está Glogia Lago, presidenta de Galicia Bilingüe. La actuación de Agir y de la Briga es la típica de una organización mafiosa, con las mismas técnicas que usaron los nazis en la Alemania de la década de 1930 y, más recientemente, los proetarras en el País Vasco y Navarra.

Beiras dice que los acusados lo son por "defender la enseñanza pública"

Muy en su línea, el parlamentario autonómico de AGE Xosé Manuel Beiras salió ayer en apoyo de los acusados, afirmando que se les acusa "por defender la enseñanza pública":

En el comunicado que enlazaba Beiras su partido, Anova, sostiene que los acusados lo son "por ejercer la legítima protesta contra los recortes en la enseñanza pública". Pues no. Dar "patadas, empujones y puñetazos en la cabeza" e impedir la entrada a una universidad al presidente de una comunidad autónoma NO es una forma legítima de manifestarse: es una forma de actuar propia de unos totalitarios e intolerable en un país democrático.

El reiterado de apoyo de Beiras al independentismo violento

No es la primera vez que Beiras coquetea con los violentos. En 2009 defendió a los radicales independentistas que agredieron a policías y manifestantes de Galicia Bilingüe en Santiago de Compostela. En 2013 defendió a terroristas de Resistencia Galega presentándolos como meros indignados, obviando el hecho de que llevaban bombas. En julio 2014 pidió que al avión del Rey le diesen con un misil, y unos meses más tarde reclamó una ruptura "a votos o a pedradas".

La ley contempla la legitimación de la violencia como causa de ilegalización

Me pregunto qué más hace falta para aplicarle al partido de Beiras la vigente Ley de Partidos, cuyo Artículo 9b es muy claro al citar una de las causas de ilegalización de un partido político:

"Fomentar, propiciar o legitimar la violencia como método para la consecución de objetivos políticos o para hacer desaparecer las condiciones precisas para el ejercicio de la democracia, del pluralismo y de las libertades políticas."

Una democracia no puede dar barra libre para que ultras violentos campen a sus anchas, ni puede tolerar que unos extremistas se dediquen a legitimar la violencia como método para callar y amedrentar a los que no opinamos como ellos. Beiras y sus colegas forman parte de una cultura política más próxima a dictaduras como Cuba y Venezuela que a democracias como las europeas. Con cada uno de sus alegatos violentos intentan socavar los cimientos de nuestra convivencia democrática. ¿Hasta cuándo se va a seguir permitiendo que lo hagan?

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(Fotos: El Correo Gallego)