Pone en el mismo rasero a Marx y al liberal Hayek, dando a éste por caducado

Cifuentes contra Hayek: justifica su afinidad al socialismo utilizando la falacia cronológica

Anoche Cristina Cifuentes estuvo en La Sexta. Allí, Eduardo Inda le preguntó por el tema de los privilegios legales que ha concedido al colectivo LGTB a costa de los derechos de los demás.

Un párrafo de su propia ley LGTB deja en evidencia las mentiras de Cifuentes
El PP se une a Podemos y PSOE en un grave ataque a la libertad de educación en Madrid

Un ataque a nuestras libertades apoyado por PP, Podemos, PSOE y C's

Hace unos meses y juntando sus votos con los de Podemos, PSOE y C's, el PP aprobó un recorte de varios derechos constitucionales en Madrid, un recorte que afecta a la libertad de educación, a la libertad religiosa, a la libertad de expresión e incluso al derecho a la presunción de inocencia, al establecer la inversión de carga de prueba para todo aquel que sea acusado de discriminar a un homosexual, es decir, que será el acusado el que tendrá que probar su inocencia: un mecanismo legal propio de regímenes totalitarios. Esta agresión contra nuestras libertades ha provocado el rechazo de diversos sectores de la sociedad, desde la Iglesia Católica -varios obispos han criticado la ley por considerarla un "ataque a la libertad religiosa y de conciencia" y "un atentado a la libertad de expresión"-, a plataformas cívicas como HazteOir.org y el Foro de la Familia y también los liberales de El Club de los Viernes, que han tachado esa ley de "totalitaria".

Pone a Hayek en el mismo rasero que a Marx y los da por caducados

A propósito del liberalismo, y en respuesta a la pregunta de Eduardo Inda de si el PP pretendía recuperar la mayoría absoluta recurriendo a medidas como ésa -que como vemos ha generado un gran rechazo en la sociedad-, Cristina Cifuentes dijo (ver vídeo, minuto 42:31): "Los partidos nos tenemos que adaptar. No podemos quedarnos anquilosados en Hayek o en Marx, en pensadores que eran del siglo pasado." Para empezar, parece que esta señora no sabe gran cosa sobre los autores que cita, porque ni siquiera ha sabido ubicarlos correctamente en el tiempo: Karl Marx nació y murió en el siglo XIX, y Friedrich Hayek nació en 1899 y murió en 1992, así que es un pensador del siglo XX. Además de esa muestra de ignorancia, hay algo que me causa estupor en la afirmación de Cifuentes, y es que equipara al ideólogo totalitario con un ideólogo del liberalismo. Si de algo se ha encargado el tiempo, precisamente, es de demostrar los efectos monstruosos de la ideología marxista y el acierto de los planteamientos de Hayek, especialmente su denuncia del totalitarismo y sus advertencias del riesgo que corre la democracia de degenerar hacia formas totalitarias bajo la bandera del colectivismo, algo que estamos comprobado en España.

C.S. Lewis definió ese argumento como el 'esnobismo cronológico'

El desdén con que Cifuentes da por finiquitado todo pensamiento que no le gusta por el mero hecho de haber sido formulado en un siglo pasado (afirmación especialmente ridícula cuando estamos, por cierto, en un siglo del que sólo han transcurrido 16 años), es algo que C.S. Lewis definió en "Cautivado por la alegría" (1955) como "esnobismo cronológico" (algunos autores lo traducen como "orgullo cronológico"), y cito sus palabras: "la aceptación sin reservas del clima intelectual que se desarrollaba en nuestra época y la suposición de que todo lo pasado de moda queda desacreditado." El autor norirlandés añadía:

"Debes investigar por qué pasó de moda. ¿Fue refutado en algún momento (y si así fue, por quién, dónde y si de forma definitiva) o sólo murió en el olvido como la moda? Si ocurre esto último, no nos dice nada acerca de su verdad o falsedad."

En 2013 uno de los mejores autores liberales que tenemos en España, Carlos López Díaz, se refirió a ello en un artículo comentando las falacias ideológicas más comunes:

Falacia cronológica: determinadas instituciones, creencias o conductas son mejores porque son nuevas (modernismo) o por el contrario porque son antiguas (tradicionalismo). En nuestros días domina abrumadoramente la variante modernista. Esta falacia suele ir acompañada de perezosos latiguillos como "a estas alturas del siglo XXI" o "tal cosa nos devuelve a la Edad Media". Para combatirla basta notar que la democracia existe hace 2.500 años, con lo cual los modernistas, para ser consecuentes, deberían desdeñarla. De hecho, es lo que hicieron comunistas y fascistas.

Lo más novedoso es el 'socialismo del siglo XXI': ¿se apuntará a él el PP?

Al ejemplo de la democracia podríamos añadirle otro que tal vez explica mejor el hecho de que el PP de Cifuentes se sienta cómodo votando leyes liberticidas junto a Podemos. Como ya he señalado, el siglo en el que vivimos aún no ha llegado a la mayoría de edad, pero en su de momento pequeño recorrido ya ha ido tomando forma una variante ideológica del marxismo formulada en 1996: el llamado "socialismo del siglo XXI", que tiene su exponente más claro en la Venezuela de Hugo Chávez, que fue el que con más profusión se ha referido a esa nueva franquicia del socialismo. Básicamente, esa corriente viene a combinar las viejas tesis totalitarias del marxismo con ropajes democráticos para que resulten menos antipáticas entre la opinión pública.

La influencia del populismo chavista en los partidos españoles

En el terreno de la economía, el socialismo del siglo XXI ha sido un completo fracaso, sumiendo en la ruina a dos países: Venezuela y Argentina. Pero hay que reconocer que en el terreno de la propaganda esa marca ha tenido mucho éxito y ha captado a muchos adeptos, entre ellos los fundadores de Podemos, surgidos de las filas de la ultraizquierda convencional (Izquierda Unida y en concreto, de las Juventudes Comunistas). Además, las formas populistas de esta ideología han influido en los demás partidos españoles, iniciando una carrera por ver quién llega más lejos en una forma de ejercer el poder que ya existía, por cierto, en la antigua Roma, y que podríamos resumir como la política de "pan y circo": ofrecer al ciudadano "regalos" en forma de subsidios y servicios públicos "gratis", que el propio ciudadano sostiene vía impuestos, con una presión fiscal cada vez mayor y que está asfixiando nuestro tejido empresarial, manteniendo a España con altísimas cifras de paro y endeudamiento público. Esa política implica una intervención cada vez mayor del Estado en nuestra economía, apropiándose de altas porciones de la riqueza. Pero si el populismo chavista está teniendo tal influencia en España es porque ya existía una base ideológica para ello. Zapatero ya había radicalizado al PSOE, y el PP ya había iniciado hace años un desplazamiento ideológico hacia la izquierda, movido por los complejos fomentados por un antifranquismo posterior a Franco (todo el mundo parece haber corrido delante de los grises).

Del intervencionismo económico al intervencionismo político

El caso es que, como viene siendo habitual en la historia, el intervencionismo económico va parejo con un intervencionismo político, que se traduce en una diarrea legislativa: el Estado quiere controlarlo todo, desde la educación de los hijos hasta el ejercicio de la libertad de expresión y de información. Para ello ya existía en España un mecanismo que venía funcionando desde hace décadas: las leyes comodín. Se aprueban numerosísimas leyes, muchas de las cuales sólo se cumplen cuando al gobernante le viene bien, para favorecer a los afines o para perjudicar a los rivales. Se trata de una forma de corrupción política institucionalizada, pues rebasa cada vez más límites al ejercicio del poder, quebrando los diques creados por la propia sociedad para hacer frente a los abusos de los gobernantes, y atacando a las instituciones naturales que con más solidez han soportado cualquier asalto del Estado contra la sociedad, especialmente la familia, principal objetivo de la imposición de la ideología de género, una ideología surgida del marxismo y que hoy apoyan tanto Podemos como el PP, el PSOE y Ciudadanos. Esta forma de ejercer el poder convierte a leyes fundamentales como nuestra Constitución en papel mojado, y en buena medida -todo hay que decirlo- porque la propia Constitución ha proporcionado al poder político el control sobre la Justicia, lo que quebranta uno de los pilares de la democracia: la independencia judicial. Una independencia que ninguno de los partidos con representación parlamentaria aspira actualmente a recuperar, más allá de solemnes promesas electorales que luego no se cumplen.

Un asalto a las libertades con el beneplácito de los propios asaltados

Pero hay que decir que si esta forma de ejercer el poder ha tenido éxito es porque dilapida las libertades individuales con el beneplácito de los propios perjudicados: los ciudadanos. Se ha transmitido con éxito a la sociedad la idea de que este desmesurado intervencionismo estatal es lo deseable e incluso lo ideal para garantizar la prosperidad para todos -lo cual no es cierto-, e incluso se ha asentado en la sociedad la idea de que esta forma de hacer política es lo más avanzado e incluso algo inevitable, pues -y nuevamente nos encontramos con la falacia cronológica-, el Estado limitado que proponía Hayek es cosa del pasado. Es una idea que beneficia a políticos autoritarios como Cristina Cifuentes, políticos que entienden el poder como la capacidad de disponer de los medios que pagamos todos para hacer que la sociedad se doblegue ante sus caprichos.

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(Foto: Efe)

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Comentarios:

  1. Sharovarov

    Hombre, Inda no le pregunta por el tema de los privilegios legales que ha concedido al colectivo LGTB a costa de los derechos de los demás. Dicho así, algún lector podría pensar que Inda se ha convertido de repente en Elentir ante la bruja Cifu, y además en La Sexta.

    En el minuto 42:31 ya ha dicho lo de Marx y Hayek. Yo recomendaría poner el vídeo desde el minuto 39:19.

  2. Lo de los privilegios legales lo apunto yo. Lamento si ha habido confusión en ese punto.

  3. Sharovarov

    Rectifico: en el 42:31 no lo ha dicho, si bien antes me había parecido que sí.

  4. Carlos León Roch

    Naturalmente que no se pueden comparar Hayek y Marx…ambos repudiables en mi opinión, porque en el liberalismo del primero el Estado se olvida de la persona ( individuo -social) para defender al individuo aislado. Y el Marxismo también olvida al hombre, para dedicarse sólo al «socio».
    ¡Ambas ideologias perversas..!

  5. Maite

    Está claro que los políticos quieren controlar totalmente a los ciudadanos.

    La pregunta del millón es: ¿quién está controlando totalmente a los políticos que quieren controlarnos?

    Respondamos a esa pregunta y habremos ahondado un escalón más en la comprensión de la trama socioeconómica de nuestra sociedad occidental y quizá global.

    Una pista que da la historia contemporánea: la revolución francesa quitó a la aristocracia del poder y puso en él a la alta burguesía, que tenía poder económico y rabiaba por tener el político.

    Ergo… ¿quién tiene hoy el poder económico?, ¿quién tiene endeudados a los países?

    sigan el hilo del dinero y llegarán al otro cabo de la cuerda.

  6. Carlos, te recomiendo leer a Hayek, porque lo que tú le atribuyes no tiene ninguna relación con lo que él dijo. El propio Hayek hablaba de las instituciones naturales creadas por la propia sociedad, entre ellas la familia.

  7. pacococo

    Otra vez, a partir de las palabras necias de una necia, consigues elaborar un artículo magnífico. Tal vez las necedades te estimulen.

    Demuestra tener muy poca cultura política y así le va al pp, pero da igual, los que la escuchen no se enteran. No saben quienes fueron los citados, sólo han oído hablar de Marx y el marxismo, pero tal vez lo confundan con el otro. Tal vez Dª Cristina se refiriera a Groucho.

  8. Muchas gracias, Pacococo. 😉 Hay que decir que Cifuentes me lo pone a huevo. Cuando una política suelta tales cosas en un programa de televisión, es muy tentador contestar. Y si además se trata de Hayek, la tentación es irresistible. 🙂

  9. Jandro

    Que no la entendéis. En vez de «del siglo pasado» quería decir «de un siglo pasado», lo que pasa es que se le trabó la lengua un poco 😉

    Cifuentes, justo antes de lo de Marx y Hayek: «(…) creo q lo importante es que busquemos ese punto de encuentro en aquellos temas importantes en los que todos tenemos que estar de acuerdo, pero sobre todo q demos respuesta a los problemas que la sociedad nos demanda (…)»

    Tiene narices, con la dichosa ley LGTB caliente.

  10. asertus

    Cifuentes es el máximo exponente del PP socialdemócrata de Rajoy, que reniega de conservadores, liberales y marxistas…

    Es simplemente un partido socialdemócrata tipo SPD con el toque de personalismo rajoyano.

  11. Pelayo

    Lo más interesante – y desagradable – es que este tipo de preguntas incomodas se las tenga que hacer un periodista como Inda en un medio como La Sexta mientras que en 13 TV – emisora confesional pagada con el dinero de todos los católicos – nadie osa incomodar a Cifuenteslo con este tipo de preguntas.

  12. Russell

    Yo no acabo de entender a estos del PP: salen en medios de gente que nunca votará al PP, dorando la píldora a colectivos que nunca votarán al PP y diciendo cosas que dicen los que nunca votarán al PP; pero al tiempo insultan a los que podrían ser sus votantes naturales y toman medidas que repugnan a los que serían sus votantes naturales.

    Aunque eso me lleva a que gran parte de lo que son sus votantes naturales los siguen votando a pesar de todo.

    Corolario: el argumento que mejor funciona con los votantes naturales del PP es «no mires lo que yo hago, no escuches lo que yo digo salvo eso de que ¡Qué viene el de la coleta! ¡Uuuuuh…!».

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