Ni Soraya ni Casado: el vacío de principios ha sido el gran ganador de las primarias del PP

Ayer se celebró la primera vuelta de las elecciones primarias con las que el Partido Popular busca elegir a la persona que sustituya a Rajoy en la presidencia de esa formación política.

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Soraya gana por goleada en compromisarios para la segunda vuelta

De los seis candidatos que se presentaban, Soraya Sáenz de Santamaría ha sido la ganadora de esta primera vuelta con un 36,95% de los votos. en total ha sido apoyada por 21.513 afiliados. Pablo Casado ha obtenido el 34,30%, un total de 19.967, y competirá con Soraya en la segunda vuelta. Una segunda vuelta que no parece que vaya a traer grandes cambios, ya que en ella no votan los afiliados, sino los compromisarios, y Soraya ha conseguido 1.369 compromisarios, frente a los 684 de Casado y los 559 de Cospedal. El aparato del partido tenía atadas y bien atadas estas primarias, por si alguien lo dudaba, y aunque es posible, parece poco probable que Casado pueda ganar la segunda vuelta, que se celebrará en el congreso del partido el 20 y 21 de julio.

Sin darse cuenta, Casado ya había hecho campaña por Soraya

De los tres candidatos que tenían ciertas posibilidades de ganar, el único que ha hecho una apuesta por los valores ha sido Pablo Casado, y lo ha hecho aspirando a que muchos olvidasen que hizo muy poco por defender esos valores hasta ahora en los puestos de responsabilidad que tenía en el partido. De hecho, se ha dado una situación paradójica, y es que el propio Casado le hizo la campaña a Soraya en 2015 cuando presentó la campaña "CumPPlimos", con la que intentó convencer a los votantes del PP de que el partido había cumplido sus promesas, recurriendo para ello a unas trampas que ya expuse aquí. Aunque en sus últimos días de campaña Casado quiso desmarcarse de ciertas políticas del Gobierno de Rajoy, el desmarque ya no resultaba creíble, pues había sido el paladín del ejecutivo como vicesecretario de Comunicación del Partido Popular.

¿Qué oposición hará un PP que ayudó a consolidar el proyecto del PSOE?

Ciertamente, y aunque tenga una holgada mayoría de compromisarios, la victoria pírrica de Soraya en lo que respecta a votos de los afiliados revela que carece del apoyo necesario en las propias bases del PP como para afrontar el difícil reto que el partido tiene por delante: hacer oposición a la izquierda ahora en el poder, después de haber dejado intactas las leyes ideológicas de Zapatero, incluso a pesar de tener entre 2011 y 2015 una cómoda mayoría absoluta que le habría permitido derogarlas. Pero el saldo de estos últimos años del PP no se acaba ahí: en varias comunidades el PP ha apoyado la aprobación de leyes que imponen la ideología de género y recortan derechos y libertades fundamentales. Lejos de limitarse a consolidar lo que el PSOE impuso durante el mandato de Zapatero, el PP ha ayudado a la izquierda a extender todavía más su proyecto de ingeniería social, sumándose a él. Lo ha hecho, además, tirando por la borda casi cualquier seña de identidad que pudieran relacionarle con la ideología liberal-conservadora.

Las bases del PP respaldan el vacío ideológico de la dirección

Soraya y Cospedal representan bien ese PP que ha decidido vaciarse de principios para convertirse en un mero remolque de la izquierda. Eran dos candidatas enfrentadas por una enemistad personal, pero incapaces de explicar qué diferencias ideológicas existen entre ambas. Pues bien: sumando los votos que han recibido una y otra, el 62,87% de los afiliados del PP que han votado en estas primarias apoyaron a esas representantes del vacío ideológico que ha caracterizado al rajoyismo. Podríamos preguntarnos qué habría pasado si hubiesen votando todos los cientos de miles de afiliados que decía tener el PP. ¿Se fueron porque el partido ya no representaba los principios por los que se afiliaron? No me atrevo a afirmarlo. Lo que queda claro es que la amplia mayoría de la militancia actual del PP se siente representada por una cúpula que ha hecho lo indecible por parecer (y ser) cada vez más progre. Ya nadie podrá culpar a esa cúpula de tener la responsabilidad en exclusiva del vacío de principios del PP: sus afiliados la han refrendado en estas primarias. Ésta es la mejor prueba de que el PP ya no tiene remedio: no va a hacer nada por dar la batalla de las ideas contra la izquierda, porque es la izquierda la que le marca el ritmo. Yo ya sólo espero que esa batalla se dé desde asociaciones independientes y desde el único partido con opciones de éxito y que tiene, hoy por hoy, la valentía de desmarcarse de las tesis progres: Vox.

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(Foto: Flickr Partido Popular)