Sólo Vox critica una sentencia que contradice la instrucción del juez Llarena

La página 483 de la sentencia: un escándalo que permitiría liberar a los golpistas en días

Hace cuatro días advertí desde estas páginas del muy mal precedente que suponía, de cara a la sentencia del golpe del 1-O, la sentencia del Supremo sobre la agresión proetarra de Alsasua.

1-O: el golpe que se tropezó con un pequeño partido apoyado por cada vez más españoles
El separatismo quería reclutar por la fuerza a 22.000 jóvenes para crear un ejército catalán

La sentencia del Supremo sobre Alsasua: un precedente que hacía temer lo peor

Señalé entonces que el hecho de rebajar las penas de esos agresores, alegando que no actuaron por odio a la Guardia Civil, era una decisión que (disculpad la autocita) auguraba "el peor de los escenarios posibles de cara a la sentencia del golpe separatista del 1-O. Y es que si el Supremo es incapaz de mantenerse firme ante los proetarras, ¿cabe esperar más firmeza por su parte frente a los golpistas?" Me encantaría haberme equivocado, pero lamentablemente no ha sido así. Hoy se ha publicado la sentencia del golpe separatista del 1-O (se puede descargar aquí). La sentencia condena a los acusados por sedición, pero no por rebelión.

Las diferencias entre el delito de rebelión y el delito de sedición

El Artículo 472 del Código Penal señala como reos del delito de rebelión a "los que se alzaren violenta y públicamente", entre otros fines, para lo siguiente: "Derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución". A su vez, el Artículo 544 señala: "Son reos de sedición los que, sin estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales." Por lo que vemos, ambos tipos penales se diferencian por dos características: la violencia y la finalidad de pretender suspender la Constitución.

Los débiles argumentos del Supremo para negar el delito de rebelión

La página 266 de la sentencia es muy clara: "la existencia de hechos violentos a lo largo del proceso de secesión ha quedado suficientemente acreditada". Sin embargo, en la página siguiente los magistrados hacen un malabarismo argumental para rebajar la importancia de la violencia asociada al golpe: "no basta la constatación de indiscutibles episodios de violencia para proclamar que los hechos integran un delito de rebelión. Resolver el juicio de tipicidad respondiendo con un monosílabo a la pregunta de si hubo o no violencia, supone incurrir en un reduccionismo analítico que esta Sala -por más que se haya extendido ese discurso en otros ámbitos- no puede suscribir. La violencia tiene que ser una violencia instrumental, funcional, preordenada de forma directa, sin pasos intermedios, a los fines que animan la acción de los rebeldes". Sin embargo, nada de esto aparece en el Artículo 472 del Código Penal, que habla de alzarse violentamente, y no de qué forma ha sido planificada esa violencia. Lo que hace el Supremo es tergiversar el Artículo 472. Recordemos que los documentos incautados por la Guardia Civil en la Generalidad revelaron que el separatismo quería reclutar por la fuerza a 22.000 jóvenes para crear un ejército catalán. ¿Y dicen que esto no es rebelión?

Hay que decir que la débil argumentación del Supremo convierte el tipo penal de rebelión en algo prácticamente inaplicable, ya que el tribunal afirma (página 268) "la absoluta insuficiencia del conjunto de actos previstos y llevados a cabo, para imponer de hecho la efectiva independencia territorial y la derogación de la Constitución española en el territorio catalán". Dicho sea de otra forma: el Supremo considera que no hubo rebelión porque ésta no tuvo éxito, pero si hubiese tenido éxito, ya no podría juzgar a los culpables, ya que Cataluña sería otro país. Con estos argumentos nunca se podría condenar a nadie por rebelión. Es un completo absurdo.

El Supremo trivializa el golpe y obvia los hechos que han venido después

Pero además, la sentencia también resta importancia a los graves hechos del propio golpe: "Bastó una decisión del Tribunal Constitucional para despojar de inmediata ejecutividad a los instrumentos jurídicos que se pretendían hacer efectivos por los acusados. Y la conjura fue definitivamente abortada con la mera exhibición de unas páginas del Boletín Oficial del Estado que publicaban la aplicación del artículo 155 de la Constitución a la Comunidad Autónoma de Cataluña". ¿En qué mundo viven estos magistrados? El separatismo ha continuado durante estos dos años su desafío al Estado de Derecho, y han seguido los actos de violencia, incluso llegando a extremos como que el apoyo del Parlamento catalán a unos terroristas detenidos cuando preparaban atentados para forzar un nuevo golpe. Lo que hace esta sentencia es obviar la realidad. Es como si ante el golpe, los magistrados del Supremo hubiesen optado por la táctica del avestruz, creyendo que el mero hecho de esconder la cabeza hace que la amenaza desaparezca.

La página 483: el Supremo abre la puerta a la concesión inmediata del tercer grado

No obstante, todas las consideraciones que acabo de hacer son innecesarias si tenemos en cuenta lo que dice la página 483 de la sentencia, que es el mayor escándalo del texto. En esa página el Supremo despacha la petición de la Fiscalía "de que los acusados a penas privativas de libertad no pudieran obtener el tercer grado hasta el cumplimiento de la mitad de la pena", apelando al Artículo 36.2 del Código Penal. El tribunal rechaza la petición de la Fiscalía con la siguiente frase: "La Sala no considera que concurran las circunstancias que justifican su aplicación". ¿Cómo que no? La estancia de los golpistas en prisiones catalanas ha sido casi una juerga, con mítines, fiestas, conciertos, multitud de visitas y un trato privilegiado. Recordemos que las competencias en materia de prisiones están transferidas al Gobierno catalán, en manos de los mismos separatistas que apoyaron ese golpe. Recordemos que esto ha dado lugar a un peligroso precedente: el pasado mes de marzo el Gobierno catalán concedió el tercer grado al separatista Oriol Pujol tras cumplir sólo 70 días de una condena de dos años y medio de prisión por delitos de corrupción.

El precedente de Oriol Pujol: obtuvo el tercer grado tras sólo 70 días en prisión

En la página 484, los magistrados alegan: "El protagonismo que nuestro sistema jurídico atribuye al Fiscal para reaccionar frente a decisiones contrarias a la legalidad que ha de inspirar la ejecución de penas privativas de libertad, añade una garantía que justifica nuestra respuesta". Leer esto suena a broma pesada teniendo en cuenta que la Fiscalía recurrió el tercer grado de Oriol Pujol, pero la Audiencia de Barcelona apoyó la decisión de la Generalidad. ¿Y ahora el Supremo nos habla de garantías? Varios medios, como El Mundo y Abc advirtiendo que la Generalidad podría conceder el tercer grado de inmediato a los golpistas. ¿Qué mensaje se transmite a los ciudadanos cuando ante un golpe de Estado como el ocurrido en Cataluña, tenemos que contemplar la posibilidad de que los condenados por aquellos hechos puedan pasar de inmediato a disfrutar de la libertad? Si el Supremo pretendía apaciguar a los separatistas con esta decisión, se ha equivocado: lo único que ellos aceptan es la absolución de los acusados. La mera aplicación de un principio básico en toda sociedad civilizada, el de que saltarse la ley merece un castigo, es algo que les parece propio de un "estado fascista", como están clamando esos fanáticos en las redes sociales.

Sólo Vox critica esta escandalosa sentencia y anuncia un recurso ante el TC

Es normal que el Gobierno se muestre encantado con esta sentencia, ya que todo indica que el Supremo se ha plegado a los caprichos del ejecutivo igual que lo hizo hace unos días con la escandalosa sentencia sobre la exhumación de Franco. A su vez, Pablo Casado (PP) ha comentado la decisión del Supremo diciendo que "quien la hace, la paga". ¿Se habrá leído este señor la sentencia antes de hacer ese comentario? Sólo Vox, que ejercía la acusación popular contra los golpistas, ha criticado la sentencia y ha anunciado un recurso ante el Constitucional, señalando que ve un "gravísimo error judicial en la interpretación y valoración de unos hechos gravísimos de rebelión que están perfectamente acreditados". Vox se pregunta "si estaba equivocado el instructor Llarena cuando mantuvo el delito de rebelión, si estaban equivocados los magistrados de la Sala Penal de apelaciones que corroboran las resoluciones del instructor sobre la rebelión", y "si estaban equivocados los cuatro fiscales de la sala de lo penal que mantuvieron hasta el último momento que había delitos de rebelión". Vox ha declarado que el Supremo "ha perdido una oportunidad histórica para lanzar un mensaje de confianza en las instituciones y el poder judicial a todos los españoles.".

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Comentarios:

  1. Lorenzo

    Alguien escribió que España es una democracia fallida. Los acontecimientos le dan la razón.

  2. Luis Carlos

    Normalmente en los juegos se reserva las mejores cartas o trucos para el final, o una situación de extrema necesidad. Aquí en esta situación se están poniendo en evidencia. Esto no se trata sólo de que Falconetti está dando señales de ser aún más nefasto que Bambi y que de seguir así podemos acabar como Venezuela. Se está poniendo en evidencia, algo que ya se sospechaba, que la justicia no está haciendo bien su trabajo, que la cárcel es para el robagallinas, pero también los medios de comunicación con su doble rasero al poner el grito en el cielo y guardar un sepulcral silencio sobre otras cosas. Esto apesta a que se está permitiendo que los separatistas causen demasiados problemas cuando en realidad la mayoría de la población está en contra de la independencia.

    O estás desesperados, o tienen preparados un plan B.

    ¿Esperanzas? Trump tiene sus propias razones, aunque quizás relativamente egoístas, para ver con buenos ojos la caída de Falconetti, y me parece que hasta el mismo Kissinger quiere que se vaya, porque el chapucero está dejando demasiado cabos sueltos que pueden provocar sospechas.

    La mayoría de los españoles desconfían de Sánchez el impostor, aunque sean de izquierdas ven que se está cometiendo los mismos errores que llevaron el PSOE al hundimiento de la economía española. Todo aquel que decida apoyar a Sánchez se está arriesgando a ganarse la desconfianza, e incluso la antipatía, del pueblo español. Una señal de esto es la bajada de audiencia de los informativos de la televisión pública. La entrevista a Abascal en el Hormiguero ha sido un éxito de audiencia, y Vox ha tenido mítines llenos de asistentes, algo que los demás partidos no pueden presumir tanto.

    Aunque las masas puedan ser consideradas como estúpidas, son potencialmente peligrosas en caso de apoyar a un rival que te le tenga jurada y que tenga medios y un buen plan para hacerte caer. El poder es una ilusión cuando tus subordinados no te son leales y tienen una buena oportunidad de hacerte caer si el esfuerzo o sacrificio vale la pena, o te pueden traicionar a favor de un rival como venganza por el maltrato sufrido, o les hayan mostrado una mejor oferta.

    Se ha visto las orejas al lobo, pero parece que la gente no reacciona porque no hay esperanzas de que se arregla nada. Para eso hace falta un catalizador, algo así como en las películas del Oeste donde nadie se enfrenta al malvado terrateniente hasta que llega el forastero que se convierte en el nuevo sheriff y cuando este le planta cara y da el primer paso entonces los demás le siguen y le apoyan, porque saben que es su oportunidad.

    Esto apesta a que se quiere permitir la ruptura de España, sea como uno de sus malditos experimentos de ingeniería social, o esperan que así al dividirnos seamos más fáciles de controlar y someter. A los romanos les costó mucho tiempo dominar la península, y por eso quieren evitar que surja en la actualidad otro Viriato o don Pelayo que obstaculice sus planes.

  3. Alvaro

    Permíteme agregar solo un par de pinceladas más a tu análisis con el que, por lo demás, coincido plenamente:

    Primero, señalar cómo se le llena la boca al gobierno de Sánchez negando que vaya a haber indultos, cuando ese indulto que se niega «de iure» se estaría concediendo «de facto» en la sentencia, en la forma de un tercer grado penitenciario para cuya concesión no se ponen límites y en el que la decisión queda en manos de los mismos instigadores del golpe. Son cosas que solo se pueden entender si la sentencia se redacta «al dictado» del gobierno, a fin de que incorpore «por la puerta de atrás» los compromisos políticos ya contraidos.

    Segundo, querría señalar un detalle que se ha quedado en el tintero, que muestra claramente la incomodidad que ha sentido el tribunal, obligado a un juicio y a una sentencia que no querían. Me refiero a la página 150 de la sentencia, donde el tribunal declara que «la presencia de partidos políticos en el proceso penal no, es desde luego, positiva» (la coma antes de «es» en el original). En ese epígrafe el tribunal se deshace en pretextos para justificar la pretensión de un recorte al derecho civil de presentarse como acusación popular, llegando al extremo de sugerir una reforma legislativa que lo prohiba.

    Hay que decir que no es la primera vez que se ha pretendido recortar la figura jurídica de la acusación popular. Normalmente viene siempre de la mano de casos que se hubieran querido tapar desde el Poder, y este caso no es una excepción: en este caso, como debe saber todo español medianamente bien informado, sin Vox como acusación popular simplemente no habría habido nada, ni instrucción ni juicio (por lo que recuerdo, la acusación pública se presentó cuando ya estaba la instrucción en marcha y había ya suficientes pruebas como para que no hubiese forma de taparlo).

    Así, visto lo mal que se ha tomado el tribunal el papel de Vox como acusación, se diría que lo que ellos habrían querido es que no hubiese habido juicio, lo qeu habría significado la impunidad de esos mismos delincuentes a los que se han visto obligados a juzgar y a condenar, aunque sea a medias. Lo de pretender que «esto no vuelva a repetirse» (es decir, que se legisle para cerrar en lo sucesivo esta vía de acusación) no hace sino confirmar por enésima vez esto, por si alguien aún no se hubiese dado cuenta.

    Parafraseando un célebre chiste de Mafalda, «No es lo mismo una Justicia independiente que una Justicia «in the pendiente» (y gesto de cuesta abajo con la mano)».

    Un saludo.

  4. ♑Felipe

    Si estos pseudojueces son los encargados de velar y defender la Constitución apañados estamos.Seguro que la culpa de no ver y reconocer la verdad de los hechos la tiene VOX,son hoy por hoy,son los únicos que con la ley en la mano les están dando trabajo defendiendo a España y a los Españoles y eso les molesta y mucho parece que no se hicieron jueces para defender la LEY con mayúsculas,si no para defenderla desde el oscurantismo a golpe de indignos políticos sin escrúpulos y que al no tener hombría y personalidad se dejan mover los hilos como si de marionetas se tratara.

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