La medida que anunció ayer podría provocar un desabastecimieno en breve

Los efectos nefastos que tendrá la última ocurrencia de Sánchez sobre las mascarillas

En su comparecencia de este sábado, Pedro Sánchez anunció una medida que puede resultar muy popular a corto plazo, pero tendrá efectos desastrosos a medio plazo.

Una farmacéutica muestra las mascarillas que le dio el Gobierno: «dura dos horas»
El Gobierno está haciendo caja con el IVA de mascarillas y guantes: Vox reclama reducirlo

El Gobierno quiere "controlar y fijar" los precios de las mascarillas

El presidente del Gobierno anunció que este domingo el Ministerio de Sanidad se propone "controlar y fijar" los precios de las mascarillas, con el objetivo de que sea "asumibles por parte del conjunto de la ciudadanía". Seguramente la noticia habrá recibido los aplausos de muchas personas que no tengan ni la más mínima idea de economía. A fin de cuentas, es una medida puramente propagandística que no tiene en cuenta los efectos desastrosos que siempre tiene el control de precios en situaciones como la que estamos viviendo.

Una medida propagandística que ignora la lógica económica

Posiblemente, muchos al escuchar ese anuncio habrán pensado que ahora todo el mundo podrá comprar mascarillas a precios bajos. No va a ser así. Si el precio de las mascarillas ha subido es porque su demanda ha aumentado de una forma descomunal. Algunos demagogos han intentado criminalizar a los productores y distribuidores de este material, tachándoles de especuladores. Es posible que haya algún especulador intentando hacer su agosto con esta crisis, pero la realidad es otra. En economía hay un concepto muy elemental: que el valor de las cosas reside en su escasez. Si de repente la oferta de mascarillas no consigue cubrir el enorme aumento de la demanda, lo normal es que los precios suban. No es especulación: es lógica económica, esa lógica que es tan impopular entre la izquierda demagoga.

Obvia decir que el aumento repentino de la demanda tiene efectos en toda la cadena productiva, empezando por las materias primas. Para que nos hagamos una idea, el 7 de febrero The New York Times ponía el ejemplo de una fábrica francesa situada en Angers: "por lo general fabrica alrededor de 170 millones de cubrebocas quirúrgicos anualmente, pero en la última semana ha recibido pedidos por la asombrosa cantidad de 500 millones". Es decir, que la producción se ha multiplicado por tres. Pero obvia decir que la demanda ha crecido mucho más. En el caso de esa fábrica francesa, tuvo que "contratar a más trabajadores para mantener las máquinas funcionando las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana".

Una medida inútil pues la mayor parte de la producción viene del extranjero

Tengamos en cuenta que el aumento en la demanda de materias primas por parte de las fábricas también habrá encarecido los materiales con los que se fabrican las mascarillas. Por otra parte, y como señalaba aquel artículo de The New York Times, la mayoría de las mascarillas se fabrican en China y Taiwán. ¿Qué significa esto? Pues que tanto los precios de las materias primas como los precios de los productos que salen de esas fábricas quedan fuera de la jurisdicción española, lo mismo que pasa con muchos de los distribuidores mayoristas. Así pues, lo único que podrá regular el Gobierno de Sánchez es el precio final de venta en farmacias. Pero las farmacias no están formadas por malvados especuladores que quieren lucrarse a costa de la necesidad ajena, como parece creer la izquierda. Las mascarillas ya llegan a las farmacias a unos precios muy elevados.

Los farmacéuticos ya advirtieron que esa medida provocará desabastecimiento

El 9 de abril, Carlos Gallinal, secretario general de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españolas (FEFE), ya advirtió las consecuencias del control de precios: "conocemos las consecuencias de la fijación de precios a la baja en el medicamento. Ello produce, el déficit de suministro, es decir, lo que se conoce popularmente como desabastecimiento". Utilicemos por un momento la lógica económica: si los distribuidores ofrecen mascarillas a las farmacias a un precio elevadísimo por encima de los marcados por el Gobierno, con unos precios fijados por el Gobierno una farmacia sólo tiene dos alternativas: o comprar las mascarillas a un precio mayor del que podrá venderlas al público (un completo absurdo que pondría a muchas farmacias en serios problemas económicos) o negarse a comprarlas y quedarse sin ellas. En la misma situación se van a ver los mayoristas y fabricantes españoles del sector, pues sus suministros y materias primas proceden en gran medida de otros países.

Los propios farmacéuticos padecen los efectos de la escasez de mascarillas

De hecho, a día de hoy hay muchas farmacias en las que sus empleados no tienen mascarillas, y el Gobierno tampoco se las ha suministrado a pesar de que las reclamaron, porque Sanidad no les considera un grupo de riesgo. El resultado lo señalaba el Colegio Oficial de Farmacéuticos este jueves: 11 farmacéuticos muertos y 493 contagiados por coronavirus. Y aún por encima de estar soportando los zarpazos de esta epidemia, muchos les señalan como si fuesen unos malvados especuladores, cuando la culpa es del Gobierno por no haber comprado mascarillas en grandes cantidades con antelación.

Las difamaciones del comunista Garzón a los distribuidores de mascarillas

Consciente de la responsabilidad del ejecutivo en esta situación, este viernes el ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón, intentó distraer la atención anunciando el inminente control de precios de las mascarillas y afirmando lo siguiente: "Determinados actores del sector de guantes, geles y mascarillas han optado por subir los precios y enriquecerse a costa del miedo y de la necesidad de los ciudadanos, provocando un problema importante para algunas familias. Por tanto, es inminente que haya un control claro y dijo de los precios de mascarillas y otros productos sanitarios". Las palabras del ministro son una miserable difamación contra un sector productivo que ha tenido que afrontar un enorme aumento de la demanda.

Atacan al sector privado mientras se niegan a bajar el IVA de las mascarillas

La extrema izquierda lleva semanas aprovechando esta crisis sanitarias para demonizar a las empresas privadas, a pesar de que muchísimas de ellas están haciendo enormes esfuerzos para aportar su ayuda contra el coronavirus, incluyendo en algunos casos generosas donaciones de material para luchar contra la epidemia. El PSOE se ha contagiado también de ese odio ideológico hacia el sector privado y ha acabado asumiendo las absurdas recetas económicas de la ultraizquierda, entre ellas el control de precios, sin tener en cuenta sus efectos adversos. Hay que decir que el Estado podría aportar una ayuda para abaratar las mascarillas: reducir el IVA que soportan del 21% actual al 4% que ya se aplica a otros productos sanitarios. Así lo pidió Vox este lunes y también la Federación de Farmacéuticos este jueves. Pero mientras acusa a otros de querer enriquecerse, el Gobierno ha hecho oídos sordos a esas peticiones y seguirá sacando tajada con la venta de mascarillas.

El Gobierno debe dejar de pensar en términos de propaganda y demagogia

En las actuales condiciones, esperar a que bajen los precios no es una opción sensata, pues el tiempo corre en nuestra contra y cuantos más días pasemos sin mascarillas será peor. Lo que el Gobierno debería hacer es aliviar todo lo posible la carga fiscal que soportan fabricantes y distribuidores españoles, facilitando así que otras firmas se sumen a ese esfuerzo productivo, aumentando y diversificando la oferta y haciendo así que los precios bajen. Todo esto que acabo de señalar, y que ya han venido advirtiendo otros, es lo que tendría que haber valorado el ejecutivo si fuese responsable y atendiese a la lógica económica y al bien común, pero parece que este Gobierno está instalado en la imprevisión y la improvisación, y sólo piensa en términos de propaganda y de demagogia, sin importarle las consecuencias: unas consecuencias que ya estamos pagando los españoles con nuestra salud y nuestro dinero.

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Foto: La Moncloa.

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Comentarios:

  1. Luna

    Trabajo te habrá costado encontrar esta foto en la que Sánchez lleva bien puesta la mascarilla, ahora comprendo por qué la lleva a modo de barbuquejo: Con ella en la cara se parece a Don Juan de Serrallonga, un famosísimo bandolero catalán.

    Parece que el Gobierno está celoso porque no son ellos quienes controlan todo el mercado y consiguen todo el beneficio de las ventas para alguno de los suyos, que es lo que pasó con los famosos tests pirata. No sólo debiera rebajarse el IVA sino que como muchos otros elementos de seguridad en el trabajo debiera estar subvencionado. Algo así como sus hermanas, las mascarillas anti-polvo que se emplean en la construcción. Al igual que los guantes de piel, las botas con refuerzo metálico, protectores acústicos o gafas de soldador. De todos estos productos asume el Gobierno una parte de su coste mientras estén homologados y cumplan normativas, ¿Por qué no en el máximo exponente de seguridad ante el mayor peligro de este momento? Pues porque los sindicatos no han presionado, como sí hicieron con los otros elementos. ¿Y por qué no han presionado los sindicatos? Pues porque mandan los socialistas, y en esa situación no lo hacen nunca, que entre bueyes no hay cornadas.

    Como es de suponer, también se ha producido una subida del precio de los guantes, gafas de protección y pañuelos desechables. La causa es también la ley económica de la oferta y la demanda pero a todo el conjunto se añade otra, que callan aunque conocen perfectamente: La economía fiduciaria. Cuando se teme por la futura falta de un producto y se está encontrando a precios asequibles (Entendiendo como tales que «aún podemos pagarlos, que ya es mucho») se vacían las estanterías de los comercios. Esto lo vimos con el papel higiénico los primeros días de pánico. Viendo cómo están yendo las gestiones del Gobierno se ha generado una desconfianza absoluta y los españoles preferimos comprarlas por nuestra cuenta, además de sentir una necesidad acuciante porque sabemos que nos ocultan muchos secretos sobre esta pandemia.

    La economía fiduciaria tiene dos vertientes: La confianza absoluta en que algo va a aumentar su valor o la desconfianza en que vaya a seguir accesible en un corto plazo. Cualquiera de las dos produce un aumento de la demanda. Como no pensamos en comprar cuatro mascarillas y revenderlas como usureros al 15% de TAE y con subida del IPC, va a ser que estamos con miedo al megatorpe (perdón, coronavirus) y sabemos que para él ni siquiera existimos, que lo único que podemos hacer es autoabastecernos por «la privada». Y lo saben, pero la excusa que han puesto tapa esta verdadera explicación.

    Al aumentar la demanda, las empresas de suministros farmacéuticos acuden a fabricantes en el extranjero en donde los precios y aranceles sean bajos, la exportación y su licencia fiables y rápidas (esto es fundamental).Y encuentran desabastecidos a todos estos proveedores, ya que el mundo entero está recurriendo a ellos. No queda otra que buscar a otras empresas de otros países y arriesgarse a impuestos más elevados, mucho más arancel y coste de transporte. Así, es de comprender que suba el precio… O no.

    Porque la China sigue estando muy lejos, ya fletemos un avión o un buque, que nos tardaría mucho. Y eso repercute en los costes junto a otro problema que tenemos muy olvidado: «éramos» un país que «vivía» del turismo y que de golpe y cachiporrazo se ha encontrado con que había que desalojar a toda prisa todas las plazas hoteleras y dejar de vender sombreros mejicanos a los alemanes. Y todos los trabajadores del ramo están en sus casas rezando a San Pancracio porque el Covid les ha dejado sin futuro. Si confeccionamos las mascarillas en España tendremos buenas ventajas: Un control de asepsia propio, trazabilidad mucho más directa y rápida, empleo de nuestros propios paisanos, comercio interior cuyos importes benefician a otro sector de la nación, reducción de costes de transporte y aranceles nulos.

    Tenemos en España el textil catalán o a empresas como Inditex. Estamos más que sobrados de maquinaria, suministros y profesionales, también en el campo de las artes gráficas, perfectamente dotadas para asumir este reto. ¿Por qué se compran entonces al extranjero?. La única explicación es el jeroglífico del egipcio que tiene un brazo hacia atrás y la palma de la mano hacia arriba, para recibir algo.
    Vamos, que a los sociatas se les ha acabado la comisión porque la privada funciona demasiado bien por su cuenta y esto hay que sabotearlo, para volver a comprar mascarillas defectuosas pero al menos pillar cacho.

    Bien mirado tampoco es la única explicación. A esto se suma la apetencia desmesurada de este Gobierno de intervenirlo todo y mostrarse autoritario hasta el máximo imaginable, esto no es más que un tramo de la escalada política de represión, asedio y confiscación que han iniciado. Aquí encuentran un nuevo pretexto para sacar un nuevo edicto de Diocleciano, que es el objetivo que se han fijado en lo económico. Y no sería el primero: Ya véis cómo han solucionado el problema inmobiliario a base de quitas del 50% del precio del alquiler, que debe asumir el propietario por puro comunismo.

    Esta es la España que nos espera si no decidimos de una vez ser españoles de verdad y echar a esta gentuza. Quiero decir, la que nos espera a aquellos que quedemos vivos, claro. El contagio acecha y la protección peligra.

  2. ilutixop

    Y sin embargo,Sigma 2 saca una encuesta que no se la creen ni ellos. Porque me niego a creer que, con la que está cayendo, la gente siga tan ciega. El youtube de Estado de Alarma el día de la manifestación virtual y sopesando, en su justa medida, la incapacidad de conexión de tantísima gente a la vez, indica lo contrario. Como así mismo el trending topic mundial del hastag #SanchezVeteYa de ayer sábado.

    Estamos ante unos chafallones y fementidos que nos están fodidenculizando de lo lindo. Y el lebrastón del coletas disfrutando como un cerdo en su pocilga.

    Y, mientras tanto, el personal, como yo mismo, viéndolas venir. Es verdad que en España, la improvisación es la bandera de nuestro carácter. Pero no es menos cierto que, cuando ya lo vemos imposible, nos ponemos a remar como «alma que lleva el diablo» o como un «descosido» que diría el castizo, para evitar males mayores.

    Así que no me extraña que el gobierno haya actuado de mala manera en este asunto, con el agravante de que esta actuación fue premeditada hasta el 8M. Y después, sin poner las manos en el fuego, estilo González sobre las actuaciones del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y en fecha mas cercana a esta, sobre las que corresponden a Chaves y Griñán, con las consecuencias que todos sabemos:se las abrasó, creo, decía, que este gobierno ha sido sobrepasado por los acontecimientos y
    como buenos sociocomunistas, en vez de entonar el «mea culpa», y solicitar ayuda a la mucha gente preparada que hay en España, han optado por una carrera hacia ninguna parte, que nos llevará al abismo y esta vez, sí, sin salvación a medio plazo. Estos están en la idea de llevar la contraria a Von Bismarck y a su vez dar la razón a Ayn Rand.
    Que Dios nos coja confesados.

  3. ♑Felipe

    Hoy día 20 de Abril en Galapagar farmacia de la plaza de el Caño precio por dos (2) mascarillas a 7,50€ por unidad Total 15,00€ .Somos dos jubilados de 71 años ,estos sinverguenzas, ó nos matan ó nos roban vergüenza de Gobierno.

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