Era un texto pensado para imponer los dogmas ideológicos de la izquierda

Los detalles más disparatados de la nueva Constitución que rechazó el pueblo de Chile

Ayer se celebró en Chile un plebiscito sobre la nueva Constitución elaborada por la izquierda, de forma muy sectaria y sin buscar el consenso con la oposición.

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Un 61,86% de los chilenos ha votado en contra de esta Constitución

Los resultados oficiales del plebiscito se pueden consultar aquí. Un 61,86% de los electores votó en contra, lo que supone un claro rechazo para la nueva Constitución (se puede leer aquí) y también para el sectarismo político exhibido por la izquierda chilena en su proceso de elaboración.

Como dato significativo, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el año pasado, el ultraizquierdista Gabriel Boric obtuvo 4.620.890 votos. En este plebiscito, el "apruebo" ha obtenido 4.860.093 votos, sólo 240.000 más de los que obtuvo Boric en las elecciones presidenciales. Así mismo, el "rechazo" ha tenido 7.882.958 votos. Es un resultado que indica claramente que la amplia mayoría de los chilenos no quiere una Constitución redactada sólo pensando en la izquierda.

Los disparates ideológicos del texto rechazado

De hecho, la nueva Constitución era un compendio de todos los disparates ideológicos de la nueva izquierda, incluso de sus manías y obsesiones. Sin ir más lejos, el Artículo definía así a la Nación chilena:

"Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico".

Es artículo también define a Chile como "una república solidaria" con una democracia "inclusiva y paritaria". También afirma "la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza".

Afirmaba la existencia de mujeres, hombres y «disidencias sexuales»

El Artículo 6 desplegaba abiertamente todos los disparates de la ideología de género, afirmando: "El Estado promueve una sociedad donde mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexuales y de género participen en condiciones de igualdad sustantiva". Es decir, que la izquierda pretendía dejar atrás a la biología y que en Chile hubiese más de dos sexos. Así mismo, ese artículo demostraba una curiosa idea de la igualdad, al exigir que todos los órganos del Estado y de las empresas públicas tengan "una composición paritaria que asegure que, al menos, el cincuenta por ciento de sus integrantes sean mujeres". Una curiosa idea de la "igualdad" en la que un órgano puede tener más de un 50% de mujeres pero no de hombres.

Imponía la «paridad» también para las «personas de género diverso»

Pero los disparates no acababan ahí, sino que además ese artículo afirmaba que el Estado "adoptará medidas para la representación de personas de género diverso". ¿Género diverso? ¿Qué es eso? El mismo artículo terminaba afirmando el propósito de "alcanzar la igualdad de género" (término ideológico que nada tiene que ver con la igualdad ante la ley propia de una democracia) e imponía la ideología de género utilizando el eufemismo habitual del "enfoque de género", que sería obligatorio para todos los poderes públicos.

Consideraba titular de derechos a la naturaleza como si fuese una persona

El Artículo 18 es uno de los que han desatado más polémica. Su punto 1 dice: "Las personas naturales son titulares de derechos fundamentales" ¿Personas naturales? ¿Qué es eso? El punto 3 añade: "La naturaleza es titular de los derechos reconocidos en esta Constitución que le sean aplicables". Afirmar que la naturaleza es titular de derechos, como si fuese una persona, es un colosal disparate jurídico, muy del gusto del ecologismo radical, eso sí.

Sus cínicos eufemismos para disfrazar el aborto hasta el momento del parto

Curiosamente, la nueva Constitución dejaba para el Artículo 21 la afirmación del derecho a la vida y el rechazo a la pena de muerte. Sin embargo, en el mismo texto el Artículo 61 pisoteaba ese derecho de los más inocentes e indefensos, los niños por nacer, convirtiendo el aborto en un derecho con burdos eufemismos como "derechos sexuales y reproductivos" e "interrupción voluntaria del embarazo", e incluso hablando de un "un parto y una maternidad voluntarios". De esto se deduce que la izquierda chilena, como ya ha defendido la izquierda en EEUU y en otros países, pretendía convertir en derecho también el acto de matar a un hijo por nacer momentos antes del parto. El colmo de la monstruosidad.

Afirmaba la «libertad de enseñanza» y al mismo tiempo la liquidaba

Por otra parte, el texto deja la "libertad de enseñanza" para el Artículo 41, pero antes impone el adoctrinamiento sexual en la enseñanza según los dictados de la ideología de género (Artículo 40). Además, acaba supeditanto la libertad de educación de los padres a la llamada "libertad de cátedra" de los profesores, lo que en la práctica significa que los profesores podrían impartir lo que les dé la gana sin el consentimiento de los padres, que es una vieja aspiración de la izquierda en muchos países, ya que gran parte del profesorado suscribe sus tesis ideológicas.

Chile ha rechazado una imposición de los dogmas ideológicos de la izquierda

Hay que felicitar al pueblo de Chile por haber rechazado este intento de imposición de los dictados ideológicos de la izquierda. Pero no baje la guardia. Es sólo el primer intento y no será el último. La izquierda suele encajar muy mal las derrotas electorales y Boric volverá a intentar salirse con la suya. Lo ocurrido en las elecciones presidenciales del año pasado le ha marcado el camino a la izquierda: la única forma que tiene de ganar es sembrar la violencia en las calles y amedrentar a los chilenos para que se dejen imponer la voluntad de una minoría, como quedó en evidencia ayer.

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Foto: Reuters.

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Comentarios:

  1. wladimir

    no cabe la menor duda…

    que esta constitucion izquierdista organizada por el Gobierno Boric…era un texto pensado para imponer los dogmas ideológicos de la izquierda…

    ese texto era completamente absurdo e ilogico todo un mamotreto y engendro legal,una mostruosidad ideologica…pero el pueblo chileno estuvo siempre alerta..y evito que este engendro del progresismo inclusivo Woke se convirtiera en ley de estado…

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