Los aficionados a la exploración de instalaciones militares abandonadas casi siempre se suelen encontrar con lugares vandalizados y en ruinas.
No es el caso de la instalación que nos ocupa hoy, que ha sido mostrada en un vídeo publicado esta tarde por el canal Exploring the Unbeaten Path. En esta ocasión, lo que vemos es un búnker de comunicaciones del Ejército Húngaro de la época de la Guerra Fría. Al final de la Segunda Guerra Mundial, el Reino de Hungría fue ocupado por el ejército soviético. Stalin instauró una dictadura comunista controlada por Moscú, al igual que ocurrió en otros países del llamado bloque soviético. En 1950 se formó el Ejército Popular Húngaro, con dos ramas: las fuerzas terrestres y las fuerzas aéreas, con un total de unos 70.000 militares.
La instalación que nos ocupa hoy tenía como fin mantener activas las comunicaciones militares en caso de un ataque nuclear. Para ello, el búnker estaba construido bajo tierra, a fin de soportar una explosión atómica. También disponía de equipos de descontaminación para radiación. Por los documentos que aún están allí, estas instalaciones estuvieron en activo hasta 1997, ocho años después de la caída de la dictadura comunista en Hungría. La fecha de su abandono y el hecho de estar ubicado en medio de un bosque serían los motivos por los que este búnker está en buen estado, sin señales de vandalismo y con sus equipos intactos. Algo muy poco frecuente en este tipo de instalaciones. Aquí el vídeo (está en inglés, puedes activar los subtítulos en español en la barra inferior del reproductor):
A continuación podéis ver algunas capturas del vídeo, a modo de adelanto. Al entrar en el búnker, lo primero que se encuentran los exploradores es este "guardián": un equipo individual de protección contra la radiación.
Una gorra de los bomberos húngaros en una de las habitaciones del búnker. La gorra es posterior a la Guerra Fría: lleva el escudo húngaro con la corona del Rey San Esteban, recuperado como símbolo oficial del país en 1990, después de la caída de la dictadura comunista.
Una sala de reuniones, curiosamente con las sillas ancladas al suelo. Desconozco el motivo de esto: ¿tenían miedo de que alguien robase las sillas? Debía ser realmente incómodo tener que sentarse con ese sistema de anclaje.
Una caja para un equipo de suministro de oxígeno, con textos en húngaro y en ruso.
En el búnker hay varios viejos teléfonos muy bien conservados. Los autores del vídeo no han difundido la localización del búnker, así que esperemos que siga estando en ese buen estado durante años.
La sala de comunicaciones del búnker, con una centralita telefónica en buen estado. Todo está como si hubiese sido abandonado hace sólo unos meses.
La sala del generador, también en buen estado de conservación.
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Comentarios:
wladimir
interesante..
8:08 | 31/10/22
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