La extraña contestación del portavoz de los obispos españoles a una pregunta sobre Vox

Tras su nombramiento de Monseñor Luis Argüello como arzobispo de Valladolid, se despide de su cargo de portavoz de la Conferencia Episcopal.

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La entrevista a Luis Argüello en el diario El Mundo

A modo de despedida, ha concedido una entrevista que ha aparecido en la versión impresa de El Mundo. En la web sólo está disponible para suscriptores. El entrevistador es Jorge Bustos, un periodista conocido por su hostilidad hacia Vox. Precisamente, en un momento de la entrevista, Bustos pregunta a Argüello: "¿Diría que Vox es el partido más afín a la doctrina de la Iglesia?" Curiosamente, el entrevistador no preguntó al portavoz episcopal por ningún otro partido. Transcribo aquí la extraña respuesta de Argüello a esa pregunta, en la que a unas breves palabras positivas sobre Vox, le sigue un larguísimo "pero":

"Reconozco que Vox en cuestiones referidas a la antropología y la familia tiene postulados que se pueden reconocer en la doctrina de la Iglesia. Pero la propia Iglesia relaciona inseparablemente esos postulados con una propuesta laboral, económica y política. La división tópica entre izquierdas y derechas puede llevar a ser fiel a la Iglesia en asuntos de cintura para abajo e infiel en los que afectan a la cartera. Por eso no consideramos como propio a ningún partido. No se pueden separar el ser, el amar y el hacer: los tres pilares básicos de lo humano".

Las coincidencias entre Vox y la Iglesia que omite el portavoz de la CEE

Me sorprende que el portavoz de los obispos sólo observe coincidencias entre la Iglesia y Vox en esas dos cuestiones citadas. Vox es el único partido provida del Congreso, algo que la Iglesia debería reconocer por cuanto hablamos de cuestiones tan monstruosos como el aborto y la eutanasia. Es también el único que se opone a una doctrina abiertamente anticristiana como es la ideología de género, que todos los demás partidos del Congreso han acabado asumiendo sin rechistar. Así mismo, Vox es una voz en solitario contra una inmigración ilegal que convierte a miles de seres humanos en objeto de tráfico por parte de mafias, y que al mismo tiempo está provocando serios problemas de integración y de inseguridad en nuestro país, por mucho que la Iglesia española quiera ignorarlos.

Pero además, Vox también es el único partido que muestra una notable coherencia con la doctrina católica en lo que se refiere a la subsidiariedad, esto es, que el Estado se abstenga de invadir ámbitos propios de la iniciativa particular y social. No deja de ser menos importante, también desde un punto de vista católico, la defensa por parte de Vox de la libertad de educación, una defensa de la que han desertado los demás partidos en lo relativo al adoctrinamiento sexual obligatorio por parte del Estado.

La CEE y su actitud ante los católicos que se comprometen en política

Lo que acabo de decir son sólo algunos ejemplos de los motivos que a mí, como católico y en coherencia con mi fe, me animan a votar a Vox. Me sorprende que el portavoz de los obispos reduzca esas coincidencias a un par de cuestiones. O más que sorprenderme, me incomoda, porque lamentablemente -tengo 46 años y ya he visto muchas cosas- no es la primera vez que me encuentro esa incomprensión por parte de la CEE contra los católicos que se implican en política en coherencia con su fe, mientras se dedica a contemporizar con aquellos que pisotean esa coherencia e incluso con políticos que son abiertamente hostiles a la Iglesia Católica y que se dedican a lesionar los derechos fundamentales.

Basta con señalar, por ejemplo, que los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal Española (COPE y 13TV) parecen órganos de propaganda del PP, un partido que ha asumido la ideología de género y que no hizo nada para derogar la ley del aborto cuando tuvo oportunidad (ni la de 1985 ni la de 2010). Desconozco si lo que hace el PP con su cartera le gusta más o menos a Monseño Argüello que lo que hace Vox, pero he buscado y rebuscado y no he encontrado ni una leve crítica del portavoz de la CEE al PP. ¿Será que ve más motivos para marcar distancias con Vox que con el PP?

A propósito de la cartera y de la fidelidad a la Iglesia

Sobre lo que dice Monseñor Argüello de que la Iglesia tiene "una propuesta laboral, económica y política", me gustaría preguntarle: ¿cuál es y qué diferencias tiene con lo que propone Vox? Porque de las palabras del portavoz de la CEE parece deducirse una idea falsamente tópica de la gente de derechas: la de que somos todos unos egoístas que no nos preocupamos por los demás. Es una idea falsa que ha extendido la izquierda. Se pongan como se pongan algunos, es mucho más solidario un empresario que arriesga su dinero para crear riqueza y empleo, que un izquierdista que pide saquear fiscalmente a los contribuyentes, arrebatándonos un porcentaje cada vez mayor de nuestro dinero para lograr un Estado elefantiásico y que acaba invadiendo todos los ámbitos de la vida, y también nuestras libertades (porque el expansionismo estatal que promueve a la izquierda no sólo merma la prosperidad, sino también nuestros derechos fundamentales).

Hay que recordar, además, que la Iglesia en España ha recurrido durante años a fondos de inversión para poner a buen recaudo sumas millonarias y obtener beneficios con ellas. Por supuesto, es un instrumento totalmente legítimo, pero ¿y ahora el portavoz de la CEE nos habla de ser fieles en lo que afecta a la cartera? ¿Qué significa eso, que la Iglesia puede recurrir a mecanismos de inversión propios de una sociedad capitalista de libre mercado, pero los católicos de a pie tenemos que pasarnos al socialismo?

No tengan gestos de agradecimiento, pero al menos no pongan zancadillas

Miren, a estas alturas, como católico al que le importa la política (y que conste que soy votante pero no afiliado de Vox) y que defiende la libertad, diré que me parece muy legítimo que la Iglesia no quiera siquiera tener ni una palabra de agradecimiento al partido que mejor defiende sus postulados en España. Nunca he visto a Vox pedir ayuda ni apoyo a la Iglesia, pues a fin de cuentas es un partido aconfesional, aunque su programa tenga una clara inspiración cristiana.

Lo que sería de agradecer es que, al menos, si no quieren tener palabras amables, dejen al menos de poner zancadillas al único partido con presencia parlamentaria que está haciendo algo en España por defender los valores cristianos. Y no lo digo porque las zancadillas sienten mal -son una parte de los sacrificios que los cristianos afrontamos en la vida-, sino porque retratan al que las pone y nos avergüenzan a los demás católicos.

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Foto: Conferencia Episcopal Española.