El silencio del gobierno de Sánchez ante un crimen que no se ajusta al dogma feminista

Para un gobierno democrático de un país civilizado, cualquier asesinato debería ser objeto de repulsa, sea cual sea la identidad de la persona que lo comete.

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En España es habitual que el gobierno de Pedro Sánchez muestre su repulsa por un asesinato cuando quien lo comete es un hombre contra una mujer, porque la izquierda considera que los hombres oprimen a las mujeres y que toda violencia contra una mujer está derivada de esa opresión. Pero cuando una mujer asesina a un hombre, el silencio del gobierno es sepulcral.

Ayer por la tarde se supo que una mujer de 54 años asesinó a su marido de 64, supuestamente envenenándole con lejía. Tras cometer ese crimen, ella se suicidó. La pareja tenía dos hijos, ambos mayores de edad. Fueron ellos quienes dieron aviso a la Policía y a los servicios de emergencias porque no recibían respuesta de sus padres al intentar ponerse en contacto con ellos.

Como ya ha pasado otras veces, el gobierno de Sánchez ha guardado un absoluto silencio sobre este crimen. En el momento de publicar estas líneas, ni el presidente del gobierno ni ninguno de sus ministros ha dicho absolutamente nada sobre este asesinato, a diferencia de lo que ocurre cuando la asesinada es una mujer. Como el crimen no se ajusta a los dogmas del feminismo izquierdista, el gobierno mira hacia otro lado y no dice nada. Pero además, sin haber emitido ningún mensaje sobre ese crimen, dos horas después de conocerse la noticia el gobierno lanzaba un mensaje contra la "violencia machista", indicando recursos de ayuda a mujeres víctimas de maltrato.

La actitud exhibida por el gobierno ante este crimen es ruin y que demuestra, una vez más, que para el gabinete de Sánchez hay víctimas de primera y de segunda clase, en función del sexo de la persona que comete el crimen. Es alarmante que esa infame actitud del gobierno se haya convertido en una costumbre por la que no se escandalizan los medios de comunicación ni la mayoría de los ciudadanos. No obstante, hay excepciones. Vox sí que se refirió ayer a este crimen, recordando: "Todas las víctimas merecen el mismo respeto y dignidad", y añadiendo: "seguiremos pidiendo una ley de violencia intrafamiliar". Menos mal que aún hay un partido político en España que defiende la razón y el sentido común.

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Foto: Europa Press.