Un fanatismo que está atacando incluso a la libertad de pensamiento

Del aborto a la ideología de género: los disparates anticientíficos de la izquierda

Una de las mentiras más burdas de la historia es la que identifica a la izquierda con el pensamiento científico, el rigor intelectual y el amor por el saber.

Argumentos científicos en contra del aborto
La persecución de científicos en el comunismo: una represión fanática que acabó en catástrofe

La experiencia nos demuestra que la izquierda ha hecho enormes esfuerzos por pisotear la verdad en todos los ámbitos y, por tanto, señalar y perseguir a aquellos que intentan descubrirla o defenderla desde el terreno científico. La persecución a los científicos por parte del comunismo es sólo una pequeña muestra de hasta qué extremos criminales llegó ese odio de la izquierda hacia la ciencia, pero no es un ejemplo único ni el más reciente.

Sin duda, la más clara expresión de desprecio de la izquierda por el pensamiento científico podemos observarla en la promoción del crimen del aborto, en la cual la izquierda ha recurrido a todas las mentiras posibles, incluso a las más ridículas, para intentar deshumanizar e incluso cosificar a las víctimas de esa monstruosidad. Este proceso ha incluido no sólo la tergiversación del aborto en sí, sino también el acoso sistemático al personal sanitario que se niega a colaborar en esas prácticas inhumanas, estableciendo listas negras y otros mecanismos para violar su derecho fundamental a la objeción de conciencia.

La izquierda exhibe un fanatismo propio de una secta religiosa a la hora de situar sus dogmas ideológicos por encima del pensamiento científico. La intolerancia y las barbaridades que lanza la izquierda contra medidas como el uso de ecografías o el protocolo del latido fetal, como estamos viendo ahora en España ante una sensata propuesta de Vox, son actitudes alimentadas por un absoluto desprecio sobre lo que la ciencia enseña acerca del inicio de la vida humana, y que llegan al extremo de intentar sustituir esa verdad científica por consignas ideológicas groseramente anticientíficas, como las que afirman que un hijo o hija por nacer no son seres humanos -como si las mujeres concibiesen animales de otra especie- o incluso ni siquiera son seres vivos.

Es pasmoso que en 2023, cuando la ciencia ha demostrado sobradamente la humanidad de la vida desde el momento mismo de la concepción, ver que la izquierda insiste en un pensamiento mágico y anticientífico que sitúa caprichosamente el inicio de la vida humana en tal o cual semana, o incluso en el parto, no porque haya algún científico que haya aseverado tal cosa, sino porque a la izquierda le interesa que sea así y no tiene reparos en negar la evidencia científica si esta contradice sus máximas ideológicas. La cosa no se acaba ahí: en algunos países, la izquierda ya no se conforma con imponer sus mentiras anticientíficas en esta cuestión, sino que además pretende prohibir la defensa de la verdad científica en esta cuestión, calificando la defensa de la vida humana desde sus inicios como "machismo" o "fascismo". Es una actitud puramente totalitaria y con una base troglodita.

Ese pisoteo de la izquierda contra el pensamiento científico se está observando también en la promoción de la ideología de género, una doctrina anticientífica que pretende negar la biología en lo relativo a la sexualidad, afirmando que el sexo es una categoría subjetiva y que no viene determinada por la genética, sino que uno la elige a su voluntad. Las burradas que se están diciendo desde la izquierda en aras de esa ideología son una completa antología del disparate.

Obviamente, cada uno es muy libre de hacer el ridículo intelectualmente hablando. Incluso hay gente que sigue creyendo que la Tierra es plana. El problema es que la izquierda no sólo cree que siempre tiene la razón, sino que además se cree con derecho a imponer su opinión al resto de la sociedad, llevada por un supremacismo ideológico que recuerda terriblemente que ni siquiera en la actualidad estamos libres de perder nuestras libertades en aras del fanatismo.

Ante ese fanatismo y ante su afán por erosionar nuestra democracia, quienes defendemos la verdad científica debemos sacudirnos todos los complejos. Quienes deberían avergonzarse de decir tonterías anticientíficas son los fanáticos izquierdistas que ponen sus absurdas opiniones no sólo por encima de la ciencia, sino también por encima de la libertad de pensamiento, que es el suelo fértil en el que el pensamiento científico hunde sus raíces, porque difícilmente puede alguien defender el método científico allí donde unos fanáticos pretenden criminalizar la verdad porque les resulta incómoda. Ya va siendo hora de que dejemos de callarnos ante esos fanáticos.

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Foto: Christian Bowen / Unsplash.

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Comentarios:

  1. LuisJ.

    ¿Cuando es más libre una mujer, cuando aborta libremente o cuando decide tener a su hijo vivo? En ambos casos lo que prima es la decisión de la madre, por consiguiente concedamos que la libertad de la mujer radica en que sea ella la que tome la decisión de ser madre de un hijo vivo o de un hijo muerto. Pero entonces, ¿no es menos cierto que para decir que una decisión determinada es tomada en absoluta libertad esta ha de contar con toda la información posible al alcance de aquel que ha de decidir? Pues si carezco de información relevante acerca de aquello sobre lo que he de decidir, difilmente podré hablar de decisión libre. Con esta premisa, que a priori es irrefutable, ¿no estarán conculcando la verdadera libertad de la mujer aquellos que impiden que a esa mujer le llegue toda la información necesaria para que su posterior decisión sea autenticamente libre? Es difícil de entender, salvo por eso que dice el autor acerca de pisotar, quebrantar y mutilar nuestra libertad y nuestra capacidad de razonar, actitud propia de totalitarios y dictadorzuelos. Pero estas son verdades de perogrullo, ya ha llegado el día en que tenemos que defender que el pasto es verde, que cosa más triste tú.

  2. wladimir

    no comprendo..tt
    como alguien puede estar de acuerdo con esas burradas y opiniones tan fuera de toda logica que expresan los representantes del Progresismo y el Social-Comunismo con respecto al Aborto y la ideologia de Genero…

    no puedo entenderlas porque me pareden tan antinatura y incoherentes que por mas que las analize definitvamente no tienen ningun valor ni sentido alguno..

  3. Alvaro

    Si llega a funcionar esta tecnología en 10 años, los hombres sobramos de este mundo. Vamos a ser una especie en extinción.

    https://www.youtube.com/watch?v=lH90VwdQV4Y

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