Los portaaviones son los mayores buques de las actuales fuerzas navales y suelen ser un motivo de orgullo para sus países, hasta que llega la hora de su retirada.
Son pocos los países que se han podido permitir el lujo de construir grandes portaaviones en los que puedan aterrizar aviones de combate de aterrizaje y despegue convencional: Estados Unidos, Reino Unido, la desaparecida URSS, la China comunista y Francia son los que forman ese selecto club. Además, ha habido algunos países que han operado esos portaaviones tras comprarlos ya usados: Argentina, Australia, Brasil y Canadá. Hoy en día, ninguno de estos países tiene ya portaaviones de ese tipo aún operativos.
Los portaaviones de la Armada Brasileña y la historia del NAe São Paulo
La Armada Brasileña ha operado dos grandes portaaviones: el NAeL Minas Gerais A-11 (comprado de tercera mano: antes había sido el HMS Vengeance británico y el HMAS Vengeance australiano), que fue operado por Brasil desde 1960 hasta 2001, y el NAe São Paulo A-12, anteriormente llamado Foch y comprado de segunda mano a la Marina Francesa en el año 2000. Botado en 1959, el NAe São Paulo es un buque de gran tamaño: tiene 265 metros de eslora y 51 metros de manga, y su desplazamiento es de 27.300 toneladas. Brasil lo operó con aviones de ataque Douglas A-4 Skyhawk y helicópteros Sea King, Super Puma y Ecureuil.
Este portaaviones tuvo una vida operativa complicada en el país sudamericano. En mayo de 2005 sufrió una explosión en su sala de máquinas, que provocó tres muertos, tras lo cual tuvo que ser sometido a un proceso de reparación y modernización que duró cuatro años, volviendo a estar operativo en agosto de 2010. La Armada Brasileña tenía grandes planes para este portaaviones, incluso estaba poniendo en marcha una modernización y ampliación de su ala aérea, pero esos planes se vieron truncados en 2012 por otro incendio a bordo.
Nuevamente se habló se someter el buque a otro proceso de reparación y modernización, pero en 2017 la Armada Brasileña decidió retirarlo del servicio, alegando que el coste de las reparaciones sería demasiado elevado. En 2004, su antecesor, el NAeL Minas Gerais, había sido llevado a la India para ser desguazado, y ahora le tocaba el turno al NAe São Paulo. Su baja en la Armada Brasileña entró en vigor en 2018. Cuatro años más tarde, el 4 de agosto de 2022, el portaaviones empezó a ser remolcado desde Río de Janeiro con destino a Aliağa, Turquía, para ser desguazado. De la operación se encargó un remolcador neerlandés.
Turquía no quiere al NAe São Paulo en sus puertos: Brasil tampoco
El 26 de agosto, el gobierno turco denegó la licencia de importación de portaaviones y emitió una prohibición de acceder a sus puertos, alegando que la Armada Brasileña no había presentado un informe detallando los lugares donde se encontraba el amianto y otros materiales peligrosos. The Maritime Executive señaló que la Armada Brasileña había notificado 9 toneladas de amianto en el buque, pero Turquía no dio credibilidad a la cifra, ya que su gemelo, el Clemenceau, tenía a bordo 700 toneladas de amianto. El NAe São Paulo había llegado ya cerca de las costas de Marruecos, junto al Estrecho de Gibraltar, pero tras recibir una orden de regreso del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA), el 9 de septiembre el buque dio media vuela y puso rumbo a Río de Janeiro, a donde esperaba arribar el 2 de octubre.
Las desventuras del portaaviones no se acabaron ahí. Las autoridades brasileñas denegaron su acceso a los puertos de Brasil, por lo que se ordenó que el portaaviones permaneciese navegando en círculos a unas 24 millas náuticas de la costa. Finalmente, tras una polémica entre las autoridades brasileñas y Sok, la empresa que había comprado el buque para su desguace, la semana pasada la Armada Brasileña se hizo cargo del portaaviones señalando que no permitiría su acceso a los puertos de su país. Así que el buque sigue vagando por aguas del Atlántico sin que nadie lo quiera. Grupos ecologistas han mostrado su temor a que la Armada Brasileña intente hundirlo en medio del océano, usando la excusa de una pequeña fuga en la estructura del barco.
Hundimiento del NAe São Paulo
ACTUALIZADO 4.3.2022 18:32h: La Armada de Brasil informó ayer del hundimiento controlado del NAe São Paulo. En una nota de prensa (ver PDF), se ha indicado que el buque fue hundido en aguas jurisdiccionales brasileñas, a 350 km de la costa y a una profundidad aproximada de 5.000 metros, en un lugar seleccionado siguiendo las indicaciones del Centro de Hidrografía de la Marina y del Instituto de Estudios der Mar Almirante Paulo Moreira. "Los análisis consideraron aspectos relacionados con la seguridad de la navegación y el medio ambiente, con especial atención a la mitigación de impactos en la salud pública, actividades pesqueras y ecosistemas", señala la nota.
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Foto principal: Marinha do Brasil. El NAe São Paulo A-12 en febrero de 2011, cuando estaba operativo.
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Comentarios:
wladimir
interesante…
23:42 | 31/01/23
MirloNegro
Excelente artículo. Lo positivo es saber que España necesita un portaaviones de aproximadamente 265 metros de manga y 51 metros de eslora…….
23:58 | 31/01/23
Elentir
Y que no tenga amianto ni una antigüedad de 63 años, ya puestos a pedir.
8:33 | 1/02/23
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