Mientras la izquierda occidental acusa a Putin de ultraderechista, Rusia continúa su infame proceso para rehabilitar a los peores criminales del comunismo.
Uno de los mayores genocidas de la historia
Iosif Stalin fue uno de los dictadores comunistas más sanguinarios. Gobernó en la Unión Soviética desde 1922 hasta su muerte en 1953, un mandato protagonizado por purgas y deportaciones masivas en las que fueron asesinadas millones de personas. Estos crímenes masivos de genocidio y de lesa humanidad le convierten, con diferencia, en uno de los peores genocidas de la historia, junto al dictador comunista chino Mao Tse-Tung y al dictador nacional-socialista Adolf Hitler.
Muchas de las víctimas de los crímenes de Stalin fueron rusos. Cuesta imaginar que un monstruo como éste todavía tenga monumentos en el país al que masacró, pero así de surrealista es Rusia. La sepultura de Stalin en las murallas del Kremlin, en Moscú, está presidida por un gran busto que rinde homenaje al genocida, y es un lugar de peregrinación para muchos nostálgicos rusos del comunismo. Sería impensable hacer algo así en Alemania en honor a Hitler, pero en Rusia es posible eso y más, como pudimos ver ayer.
Nuevo monumento a ese criminal de masas en la ciudad rusa de Volgogrado
Este miércoles se inauguró un monumento a Stalin en el centro de la ciudad de Volgogrado, llamada "Stalingrado" entre 1925 y 1961. El busto se ha colocado entre otros dos mariscales soviéticos: Aleksandr Vasilevski y Georgy Zhukov. Los tres bustos son obra del escultor ruso Sergey Shcherbakov. La inauguración se hizo con honores militares y fue anunciada ayer por la agencia oficial rusa RIA Novosti, que relaciona esta inauguración con el aniversario de la victoria en la Batalla de Stalingrado. Se da la circunstancia de que este monumento ha sido desvelado horas antes de que Putin visite esa ciudad este jueves.
La inauguración del busto de Stalin fue precedida por la colocación en noviembre de una gran pancarta con un retrato de Stalin por parte de las autoridades de Volgogrado, según recogió un canal de Telegram local. La pancarta mostraba al dictador con uniforme militar y le mecionaba como "Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la URSS". En la parte de abajo de la pancarta figuraba el antiguo nombre de la ciudad: "Stalingrado", un topónimo vinculado al genocida comunista y que las autoridades locales quieren recuperar.
De hecho, este lunes los letretos de entrada a la ciudad aparecieron con un cartel blanco con el nombre de "Stalingrado" y el nombre de "Volgogrado" tachado justo debajo. Medios locales han afirmado que se trata sólo de un gesto conmemorativo de la Batalla de Stalingrado, pero antes se hacía sólo un día y ahora ya se programa para cuatro días. Esta campaña para reponer el nombre estalinista ha provocado críticas entre los residentes.
El blanqueamiento del comunismo y de Stalin por el régimen de Putin
La inauguración de ese infame monumento en Volgogrado no es ninguna sorpresa. El régimen de Putin lleva años blanqueando la figura de Stalin. En 2014, el actual dictador ruso firmó su particular ley de "memoria histórica" para impedir que se equiparen dos movimientos totalitarios y genocidas como el comunismo y el nacional-socialismo. En 2016, esta ley fue utilizada para multar a un bloguero, Vladimir Luzgin, por recordar la invasión conjunta de Polonia por Hitler y Stalin, invasión pactada por esas dos dictaduras en el Pacto Ribbentrop-Molotov y que dio lugar a la Segunda Guerra Mundial.
En junio de 2017, Putin declaró que la demonización de la figura de Stalin es "una forma de atacar a la Unión Soviética y a Rusia". Las campañas del Kremlin para blanquear al dictador comunista son paralelas a la simpatía que muchos rusos sienten por ese asesino de masas, una simpatía promovida por el propio régimen ruso. En 2016, el Levada Center reveló que un 28% de los rusos consideraba a Stalin un "gran líder"; en 2021 ya opinaba así el 56%.
Ese blanqueamiento de la figura de Stalin se traduce también en la ocultación de sus crímenes, incluyendo el negacionismo del régimen de Vladimir Putin hacia el Holdomor, el genocidio ucraniano provocado por ese dictador comunista, en el cual la dictadura de Stalin utilizó el hambre como arma para matar a millones de habitantes de Ucrania, entre ellos muchos niños.
En esa línea de revisionismo histórico, en 2021 Putin promovió una reforma legal para criminalizar a los que comparen a la URSS con el nazismo. La ley prohíbe concretamente "identificar los objetivos, decisiones y acciones del liderazgo de la URSS, el comando y el personal militar de la URSS con los objetivos, decisiones y acciones de la dirección de la Alemania nazi". En aplicación de esa ley, en 2022 el político opositor ruso Leonid Gozman fue detenido por comparar a Hitler y Stalin.
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Comentarios:
wladimir
esto es..
simplemente puro y duro revisionismo historico Putinista…ahora es de Stalin,no seria de extrañar que lo haga conIvan el Terrible,Pedro El Grande,los Romanov o incluso con el Almirante Kolchak…
de Vladimir Putin todo esto es perfectamente posible y mas…
8:46 | 2/02/23
Piturda
Esa postura de los soldados y de los seguidores de Stalin arrodillados ante el busto de este genocida me ha recordado lo que decía Solzhenitsin sobre el motivo de la implantación del comunismo en Rusia: su país se habla olvidado de Dios.
Esa postura de rodillas sólo se puede hacer ante Dios, y ahora en Rusia hay quien considera a Stalin su dios.
20:04 | 30/07/23
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