Ley Trans: las fuertes multas por no permitir a hombres trans acceder a vestuarios femeninos

Elentir EN Dom 19·2·2023 · 17:48 4

Este viernes vimos aquí los favores de la Ley Trans a los violadores. Vamos a repasar ahora las sanciones a quienes traten de frenar esos favores.

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Un hombre deberá ser reconocido como mujer con sólo pedirlo

La ley aprobada este jueves por el Congreso de los Diputados (el texto se puede leer aquí) incluye un capítulo de sanciones en su Título IV. Recordemos que el Artículo 41 de la ley (ha pasado a ser el 44 en su redacción final) permite a un hombre ser legalmente reconocido como mujer con sólo comunicarlo en el Registro Civil. El punto 3 se ese Artículo señala:

"El ejercicio del derecho a la rectificación registral de la mención relativa al sexo en ningún caso podrá estar condicionado a la previa exhibición de informe médico o psicológico relativo a la disconformidad con el sexo mencionado en la inscripción de nacimiento, ni a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole".

Así pues, un hombre sólo tiene que comunicar que es una mujer en el Registro Civil, e incluso puede conservar su nombre masculino (punto 4 del citado artículo) para ser legalmente considerado una mujer. Es un disparate jurídico colosal, sobre todo teniendo en cuenta lo que señala el Artículo 46 en su punto 2: "La rectificación registral permitirá a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición". Es decir, que basta con cambiar el sexo indicado en el Registro Civil para, por ejemplo, tener acceso a vestuarios y baños reservados a mujeres, con los riesgos consiguientes cuando hablamos de un varón que dice ser mujer pero conservando los atributos sexuales masculinos.

Multas de hasta 150.000 euros a quienes no permitan a ese hombre acceder a baños femeninos

De ahí pasamos a lo que dice el Artículo 79.4 g), un hecho ya apuntado este viernes por The Objective pero del que, sorprendentemente, no se ha ocupado ningún otro medio, tal vez por desconocimiento del texto o por ignorancia de lo que jurídicamente conlleva ese párrafo, que considera una infracción muy grave lo siguiente:

"La denegación, cuando no constituya infracción penal, del acceso a los establecimientos, bienes y servicios disponibles para el público y la oferta de los mismos, incluida la vivienda, cuando dicha denegación esté motivada por la orientación e identidad sexual, expresión de género o características sexuales de la persona".

Tal como está redactado este párrafo, se podría considerar infracción muy grave prohibir el acceso a unos baños o a un vestuario femenino a un hombre que se haya registrado como mujer aunque siga conservando su nombre masculino y los atributos sexuales con los que nació. Se da la paradoja de que pretender proteger a las mujeres de situaciones que entrañan un grave riesgo de agresión sexual será motivo de una fuerte sanción.

Y es que según el Artículo 80 de la ley, eso estaría castigado con multas de 10.001 a 150.000 euros. Pero el castigo al establecimiento infractor no se podría quedar en una multa que podría implicar ya de por sí la quiebra del negocio.

Proteger a las mujeres te puede costar incluso que te cierren el negocio

Además, el Artículo 80.3 señala que "en atención al sujeto infractor y al ámbito en que la infracción se haya producido", podrían imponerse además otras medidas, como la denegación o suspensión de subvenciones públicas y la prohibición de acceder a las mismas por un plazo de tres años, así como la "prohibición de contratar con la Administración, sus organismos autónomos o entes públicos por un período de hasta tres años" con lo cual la ley favorece todavía más a los establecimientos que crean situaciones de riesgo para las mujeres.

Pero la cosa llega aún más allá: la ley señala que la sanción podría llevar aparejado el cierre del establecimiento "por un término máximo de tres años, cuando la persona infractora sea la responsable del establecimiento", e incluso el "cese en la actividad económica o profesional desarrollada por la persona infractora por un término máximo de tres años". Es decir, que no sólo te cerrarían el establecimiento, sino que incluso te estaría prohibido dedicarte a esa labor abriendo otro nuevo. Y todo por proteger a las mujeres.

Ya son demasiadas casualidades en los favores a agresores sexuales

A la luz de esto, nos encontramos ante una auténtica caza de brujas del PSOE y de Podemos contra los establecimientos que no quieran convertir sus baños o vestuarios en lugares peligrosos para mujeres y niñas. Una caza de brujas que, para más inri, promueve un gobierno cuya ley del "sólo sí es sí" ha beneficiado ya a más de 500 de violadores y pederastas. Llegados a este punto, cabe preguntarse si esto es una mera chapuza o un acto deliberado en el marco de una estrategia política, porque ya son demasiadas coincidencias en los favores a los agresores sexuales. Cabe preguntarse si esta ley se ha promovido para proteger a las personas LGTB o para crear una sociedad donde las mujeres vivan con miedo a ser agredidas sexualmente, para que luego acudan a pedir auxilio al mismo gobierno "feminista" que ha creado el problema.

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Foto: Efe.