El Artículo 41 de la Ley Trans: el nuevo regalo de la izquierda española para los violadores

Elentir EN Vie 23·12·2022 · 7:00 3

Tras la rebaja de penas a violadores con la "ley de libertad sexual", ahora llega un nuevo favor del gobierno español a los agresores sexuales con la "ley trans".

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Permite cambiar el sexo registral sin acreditar el cambio de ninguna forma

La ley aprobada ayer (se puede leer aquí el texto completo) prevé que cualquier persona podrá modificar el sexo que figura en su registro en el censo para adecuarlo a lo que llama su "identidad sexual", un término que el Artículo 3 de esa ley define así: "vivencia interna e individual del sexo tal y como cada persona la siente y autodefine, pudiendo o no corresponder con el sexo asignado al nacer". El Artículo 39 de la ley no pone barreras médicas a esta modificación censal:

"El ejercicio del derecho a la rectificación registral de la mención relativa al sexo en ningún caso podrá estar condicionado a la previa exhibición de informe médico o psicológico relativo a la disconformidad con el sexo mencionado en la inscripción de nacimiento, ni a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole".

El riesgo de que un violador acabe colándose en una prisión de mujeres

Es decir, que cualquier hombre podrá registrarse como mujer con sólo dar su palabra y sin tener que acreditar absolutamente nada que indique que se autopercibe como una mujer (el Artículo 39.4 incluso le permite conservar el nombre que ya tenía registrado). En 2018, cuando Podemos intentó presentar por primera vez una iniciativa legislativa en este sentido, ya vimos aquí uno de los posibles efectos de ese disparate: que un violador pudiese ser llevado a una prisión de mujeres a petición propia, simplemente diciendo que es una mujer, sin necesidad siquiera de que modifique su indumentaria.

Ya han ocurrido casos así en otros países con leyes similares

Los partidarios de esa ley consideraron que ese tipo de objeciones eran exageradas, pero unos meses después de que yo publicase aquel artículo, se conoció el caso de un violador que dijo ser mujer y pidió ser llevado a una prisión femenina, abusando de cuatro reclusas, un caso ocurrido en el Reino Unido con una ley muy similar a la que proponía Podemos. El año pasado se conoció un nuevo caso de un hombre pedófilo que se declaró mujer, fue llevado a una prisión femenina y violó a una reclusa, un caso ocurrido en EEUU.

En 2021, de igual forma, también advertí aquí que cualquier depredador sexual podría meterse en los baños femeninos con sólo declarar que se autopercibe como una chica, ya que la ley propuesta por Podemos permite el cambio registral de sexo a menores de edad. Tengamos en cuenta que menores de 16 años ya han participado en violaciones (un caso ocurrido en España). En 2017 en EEUU, un hombre que se declaraba mujer abusó sexualmente de una niña de 10 años en un baño público. Todo ello en aras de leyes como la Ley Trans, que impone la ideología de género sobre la salud de los niños y también sobre la seguridad de las niñas y de las mujeres.

El PSOE y Podemos han ignorado sin más esos riesgos

Sin embargo, esos riesgos parecen no haber preocupado ni lo más mínimo al partido ultraizquierdista Podemos, promotor de la Ley Trans, ni a sus aliados socialistas del PSOE, que a pesar de las reticencias mostradas han acabado apoyándola. Con esta ley han exhibido la misma cerrazón ideológica, el mismo sectarismo y la misma irresponsabilidad que les llevaron a ignorar las advertencias judiciales sobre la "ley de libertad sexual", una actitud de arrogancia propia de quienes se creen más listos que todo el mundo y con la que han acabado desencadenando más de un centenar de rebajas de condenas a violadores y 16 excarcelaciones de agresores sexuales.

El peligroso Artículo 41 de la Ley Trans y sus consecuencias

El Artículo 41 de la ley afirma en su punto 1: "La resolución que acuerde la rectificación de la mención registral del sexo tendrá efectos constitutivos a partir de su inscripción en el Registro Civil". Y el punto 2 añade: "La rectificación registral permitirá a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición". Es decir, que una vez rectificado su sexo en el censo, un hombre que se declare mujer podrá ostentar todos los derechos relativos al sexo femenino.

Los puntos 3 y 4 de ese artículo sólo hace dos excepciones para impedir que los hombres que quieran ser registrados como mujeres puedan obtener beneficios en procesos de maltrato o disfrutar de los beneficios para las mujeres establecidos por la ley de igualdad de 2007. La Ley Trans no contempla ninguna medida para impedir que hombres que se dicen mujeres accedan a prisiones femeninas.

Vox y el PP alertaron de los riesgos de esta ley para las prisiones de mujeres

Vox alertó del riesgo que eso supone en su enmienda a la totalidad contra esa ley, señalando lo siguiente: "Dado que el Proyecto de Ley permite el cambio legal de sexo sin necesidad de diagnóstico médico, tratamiento hormonal o cirugía genital, la distorsión producida por la presencia de varones biológicos en el deporte de mujeres puede darse también en otros ámbitos específicamente femeninos, como las prisiones, los aseos o las casas de acogida". Vox citaba algunos precedentes:

"Resulta especialmente ilustrativo al respecto el caso del británico Stephen Wood, quien, tras haber sido condenado varias veces por abuso sexual, decidió «cambiar de sexo» registralmente (adoptó como nuevo nombre el de Karen White), sin tratamiento hormonal ni cirugía genital; trasladado a una cárcel de mujeres, agredió sexualmente allí a cuatro reclusas. El caso no es del todo excepcional: uno de cada 50 reclusos varones en el Reino Unido deciden «cambiar de sexo». En EE.UU., Demetrius Minor, que adoptó el nombre femenino de Demi al «transicionar» legalmente —pero no genitalmente— al sexo opuesto, dejó embarazadas a dos reclusas en una prisión de Nueva Jersey".

El Partido Popular también se refirió a esta cuestión en su enmienda a la totalidad, alegando "la integridad física de las mujeres internas en centros penitenciarios" y "los espacios separados por motivos de seguridad para las mujeres" entre sus motivos para rechazar esa ley. Hay que señalar que todas las enmiendas a esta ley presentadas por otros grupos fueron rechazadas.

Feministas pidieron modificar ese Artículo 41: fueron ignoradas

A su vez, en septiembre de este año organizaciones feministas agrupadas en una coalición llamada "Contra el borrado de las mujeres" propusieron 24 enmiendas a la Ley Trans (ver PDF). Uno de los cambios que proponían esas organizaciones era incluir este punto en ese polémico Artículo 41:

"Por motivos de seguridad, las personas privadas de libertad cumplirán condena en el módulo penitenciario correspondiente a su sexo biológico, con independencia de su sexo registral. Instituciones Penitenciarias podrá conceder excepcionalmente el cambio de módulo a mujeres transexuales sin antecedentes de delitos sexuales o violentos, siempre que se hayan sometido a una cirugía genital. Instituciones Penitenciarias garantizará la seguridad de las internas transexuales que no reúnan los requisitos para el cambio al módulo femenino".

Podemos ha ignorado sin más esta petición de esos grupos feministas, y el PSOE no se ha preocupado de exigir que la redacción de la ley incluya ese matiz.

Un nuevo regalo de la izquierda española para los violadores

Así pues, ese Artículo 41 es un nuevo regalo del PSOE y de Podemos para los violadores. Un regalo del que también son responsables sus socios separatistas y de extrema izquierda (ERC, Bildu, PNV, Junts, CUP, BNG, Compromís y Más País) además de los nacionalistas canarios y Teruel Existe (puedes ver aquí lo que votó ayer cada diputado). A partir de ahora, gracias a esos partidos, podremos ver en España casos como los ocurridos en EEUU y el Reino Unido.

Tengamos en cuenta que hasta ahora estaba vigente una instrucción de Instituciones Penitenciarias de 2006 que basaba la separación por sexos de los reclusos en base a la "identidad sexual aparente de estas personas, tomando en consideración sus caracteres fisiológicos y su apariencia externa". La Ley Trans borra esta condición, abriendo la puerta a que hombres condenados por violación se cuelen en prisiones femeninas. Un nuevo atentado contra la seguridad de las mujeres llevado a cabo por un gobierno que presume de "feminista".

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Foto: Europa Press. De izquierda a derecha, la ministra de Igualdad, la comunista Irene Montero, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ambas del partido ultraizquierdista Podemos, y el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, del PSOE.