La reaparición de los monstruos que dieron lugar al Gueto de Varsovia y al Holocausto

Elentir EN Mié 19·4·2023 · 7:19 3

Tal día como hoy, hace 80 años, daba comienzo en Varsovia uno de los episodios más heroicos y desesperados de la Segunda Guerra Mundial.

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Aquel episodio fue el Levantamiento del Gueto de Varsovia, en la Polonia ocupada por la Alemania nazi. El día anterior, el 18 de abril de 1943, el jefe de las SS, Heinrich Himmler, había dado orden de liquidar lo que quedaba del Gueto de Varsovia. Allí permanecían entre 50.000 y 70.000 judíos en unas condiciones inhumanas. La operación de liquidación del gueto empezó a las 6:00 horas de la mañana del 19 de abril, el día de la Pascua hebrea. Pero ocurrió algo inesperado.

Mal armados, con los escasos recursos que le pudo entregar la resistencia polaca, cientos de combatientes judíos se enfrentaron a los alemanes. Uno de los supervivientes, Marek Edelman, comentó años más tarde que sabían que no podían ganar: "El objetivo del Levantamiento era morir con dignidad, luchando". A pesar de su falta de recursos, a pesar de la desigualdad de fuerzas, del hambre y las enfermedades, aquellos héroes resistieron durante 27 días, hasta el 16 de mayo de 1943. Recordarles es una obligación moral de todos los que amamos la libertad.

Pero ese recuerdo se ve hoy empañado por un hecho alarmante de nuestro tiempo: la reaparición de los monstruos que dieron lugar al Gueto de Varsovia y al Holocausto. Después del exterminio de 6 millones de judíos a manos de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y aunque el nacional-socialismo es hoy un fenómeno puramente marginal (algo que debemos celebrar), el antisemitismo está siendo reavivado principalmente por el fundamentalismo islámico y por la extrema izquierda, bajo el cínico disfraz del antisionismo, según el cual el pueblo judío es el único pueblo de la tierra que no tiene derecho a un Estado propio: Israel, la única democracia real en Oriente Medio.

Por si no fuese suficiente con ese auge del antisemitismo, la invasión rusa de Ucrania está mostrando crímenes de lesa humanidad que recuerdan mucho a los del nazismo, con la deportación en masa de niños secuestrados por los rusos -lo mismo que hicieron los nazis con muchos niños polacos-, la tortura y el asesinato de civiles -incluso niños- y de prisioneros de guerra ucranianos, y la pretensión de que un país soberano e independiente debe dejar de existir porque así lo exigen los desvaríos imperialistas del régimen de Putin.

Es alarmante ver que en mi propio país, España, hay individuos de distintas ideologías -pero sobre todo de los extremos- apoyando esa agresión criminal a Ucrania, negando los crímenes rusos y propagando desinformación para encubrirlos, con el mismo fanatismo con el que algunos aún hoy siguen negando los crímenes de genocidio cometidos por los nazis y por los comunistas.

Los que amamos la libertad no podemos quedarnos impasibles ante la reaparición de esos monstruos. Tenemos el deber de combatirlos. Tenemos el deber moral de recordar sus crímenes y a sus millones de víctimas, y tenemos también el deber de denunciar las atrocidades que hoy están cometiendo los modernos imitadores del terror nazi y del terror rojo contra el heroico pueblo ucraniano. Nuestro olvido y nuestro silencio son los mejores cómplices que pueden tener los totalitarios. El recuerdo de los héroes del Gueto de Varsovia debe servirnos como acicate en esta lucha, en la que nuestra mejor arma es la palabra.

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Foto: United States Holocaust Memorial Museum. Judíos siendo deportados por los nazis durante el Levantamiento del Gueto de Varsovia en abril de 1943.