Supermercados públicos: así es como acabó la nueva ocurrencia de Podemos en otros países

Los nostálgicos del comunismo son unos charlatanes que quieren convencernos que todos se resolverá si seguimos sus recetas.

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Belarra ataca a Mercadona recurriendo a la mentira

Hoy la ministra Ione Belarra, de Podemos -la facción comunista del gobierno de España-, ha arremetido contra el propietario de la cadena de supermercados Mercadona, afirmando que "está al frente del oligopolio alimentario de nuestro país", lo cual además de una mentira es una colosal tontería, ya que en España hay una amplia variedad de tiendas de alimentación y supermercados que compiten entre sí por ofrecer los mejores precios a los consumidores. Lo propio de un sistema de libre mercado, que es lo que no les gusta a nostálgicos de la economía estatalizada y planificada de tipo comunista como Belarra.

La charlatanería comunista siempre ha sido igual. Los comunistas quieren convencernos de que en los países capitalistas se vive fatal y que con sus recetas comunistas viviríamos mejor, pero al final, sin excepción, todos los países que han aplicado esas recetas han acabado sumiendo a la gente en la miseria y la opresión. Cuando la gente ha venido huyendo de los países comunistas a los países libres es por algo, por mucho que charlatanas como Belarra quieran convencernos de lo contrario.

La charlatanería comunista de Podemos: ahora pide supermercados públicos

Por otra parte, la ministra ha anunciado: "Vamos a bajar los precios con una cadena pública de supermercados llamada Precios Justos". Es curioso, porque esta gente lleva en el poder desde 2020 y todas estas "brillantes ocurrencias" se les ocurren cuando llegan las nuevas elecciones. ¿Por qué no las han aplicado antes? ¿Tal vez por miedo a que la ocurrencia saliese mal y se viesen sus resultados antes de las siguients elecciones?

La experiencia que hemos tenido con otras empresas públicas en España

Hay que decir que en España ya hemos tenido empresas públicas controlándolo todo: ocurrió durante el franquismo, cuando la telefonía era un monopolio estatal y contratar una línea de teléfono tenía un alto coste. Hoy, con ese mercado liberalizado, las líneas de teléfono se han abaratado muchísimo. También hubo una amplia banca pública, las cajas de ahorros, quebradas por los políticos que las controlaban, unas cajas que tuvieron que ser rescatadas con el dinero de todos los españoles (la izquierda suele decir que se rescató a la banca, pero no es cierto: las rescatadas fueron las cajas).

También teníamos un monopolio en los servicios de mensajería: Correos. Hoy es una empresa que acumula cada vez más pérdidas, incapaz de competir en un mercado liberalizado y en la que Sánchez puso a un amiguete al frente, pues para eso quiere la izquierda que haya empresas públicas: para colocar a sus coleguillas. Ahora quieren supermercados públicos, donde los políticos puedan dedicarse a trincar como hicieron en las cajas. ¿Qué podrían salir mal?

Así acabaron los supermercados públicos en las dictaduras comunistas

El caso es que los supermercados públicos no son una ocurrencia original de Podemos. Ya existieron en las dictaduras comunistas de Europa oriental, y también siguen existiendo en la dictadura comunista cubana. Algunos lectores de Contando Estrelas que han sufrido esas dictaduras recordarán bien aquella experiencia. Así acabaron muchos supermercados soviéticos en los últimos años de la URSS (foto de Gennady Galperin/Reuters):

Éste era el aspecto que ofrecía un supermercado en Moscú el 20 de diciembre de 1990, un año antes de la desaparición de la Unión Soviética (foto de Shepard Sherbell):

Otro supermercado de Moscú en 1991. A finales de ese año se disolvió la URSS (foto de Sovfoto/UIG):

Aquí vemos una larga cola para comprar papel higiénico durante la dictadura comunista en Polonia en la década de 1980:

Y esto es un supermercado en Cuba en noviembre de 2020 (foto de ADN Cuba):

Sobre los supermercados estatales cubanos, el periodista Yusnabi Pérez comentaba en 2014: "En los supermercados estatales de Cuba, 3 litros de Pepsi cuestan el 50% del salario MENSUAL de un maestro". Ante este desastre, a la dictadura comunista no le ha quedado más remedio que flexibilizar el monopolio estatal en la distribución y venta de alimentos.

Y ahora viene Podemos a decir que nuestros problemas se arreglarán haciendo algo así en España. ¿Qué podría salir mal? Hay que decir que si Podemos hace gala de esa charlatanería barata es porque hay ignorantes que se la compran, gente que se ha tragado ese cuento de que el capitalismo es malísimo y de que la varita mágica para arreglar todos los problemas para por poner al Estado -es decir, a políticos tan indocumentados como Belarra- a controlar de toda la economía, igual que en las dictaduras comunistas. Lo siguiente sería abolir la propiedad privada y que charlatanes como Ione Belarra nos digan qué es lo que podemos tener y lo que no. Lo que buscan es un régimen totalitario, en el que ellos lo controlen todo y nadie pueda llevarles la contraria. Es la única forma que los comunistas conocen de tener "éxito" en política.

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Foto principal: Peter Turnley. Habitantes de la ciudad rusa de Novokuznetsk haciendo cola a la entrada de una tienda en los años finales de la URSS.