Pontevedra: unos hechos que tendrían más difusión si estos marroquíes fuesen a misa

Elentir EN Mié 14·6·2023 · 11:37 2

Este martes, la Comisaría de la Policía Nacional en la calle Joaquín Costa, en Pontevedra, sufrió un ataque por parte de un hombre armado.

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Un asalto a una comisaría de Policía en Pontevedra y un agente herido

Según Pontevedra Viva, el asaltante, un joven de 26 años de edad, entró en la comisaría muy alterado y esgrimiendo un cuchillo y un cúter. Así mismo, y según señala Diario de Pontevedra, el asaltante clavó una de sus armas blancas en la espalda de un policía. Finalmente, el agresor salió de la comisaría y fue reducido y detenido en la calle por dos agentes de la Policía Local. El agente herido precisó de asistencia hospitalaria.

El agresor es de origen marroquí

La noticia no ha aparecido en tantos medios como otros hechos de igual gravedad. En algunos medios, los titulares han decidido destacar que el agresor fue "un hombre" o "un joven". El caso es que según los dos medios locales antes citados y según Faro de Vigo, el agresor tiene nacionalidad española pero es de origen marroquí. De hecho, según ha confirmado la Policía Nacional a Pontevedra Viva, "un familiar del luego detenido estaba en la Comisaría realizando un trámite relacionado con un asunto de Extranjería". La Voz de Galicia se limita a señalar que el agresor es "de nacionalidad española y origen extranjero".

Otro marroquí está fugado en Pontevedra tras cometer un homicidio

Se da la coincidencia de que el 5 de mayo, medios locales informaron que otro marroquí que mató a un peregrino alemán está huido en el monte en Pontevedra. La Voz de Galicia dijo entonces que ese marroquí "agredió y amenazó a su pareja, y se fugó corriendo por el monte. Desde entonces, se supone que está en busca y captura para que entre en prisión, ya que tenía cuentas pendientes con la Justicia".

Los efectos de la inmigración masiva

Estas noticias han aparecido últimamente en una comunidad como Galicia, que tiene una de las tasas de inmigración más bajas de España. No obstante, también aquí se empiezan a notar los efectos de la inmigración masica y su relación con la delincuencia, unos efectos que ya analicé estadísticamente aquí hace unos meses, y lo hice recordando que las estadísticas son un indicador de la realidad social, no un retrato individual, y que haya más casos de delincuentes de un determinado país no indica que todas las personas de ese país sean unos maleantes. Lo que está claro es que las autoridades deben tener en cuenta esos datos a la hora de regular la inmigración.

Obviamente, por motivos lingüísticos y culturales, hay personas de ciertos países que se integran mejor en nuestra sociedad que las personas de otros países. Un gobierno no debería obviar este hecho, pero muchos gobiernos europeos (con excepciones como Polonia y Hungría) vienen obviando esos datos sistemáticamente. Como ya vimos en noviembre, las tasas de delincuencia entre argelinos, nigerianos y marroquíes superan con creces a las que se dan entre la población española. En el caso de los marroquíes, son el 1,83% de la población de España (872.759) y el 8,47% de los reclusos: 4,62 veces más.

El intento de maquillar una realidad que algunos no quieren reconocer

Curiosamente, en hechos como los relatados, muchos medios ocultan la nacionalidad del agresor con frecuencia o simplemente no informan de ello si el agresor no tiene un determinado perfil. Lo hemos visto en el caso de los apuñalamientos de Annecy, en Francia, en los que multitud de medios se han lanzado a descatar que el agresor es un cristiano, aunque haya muchos datos que no cuadran con esa afirmación.

Seguramente, si los marroquíes de los hechos que hemos visto más arriba fuesen a misa, perteneciesen al Opus Dei o a Acción Católica, acudiesen periódicamente a reuniones en una Iglesia Evangélica o si hubiesen hecho algo que permitiese desvincularles del Islam, nos habríamos enterado de ello por multitud de medios. Pero como es un perfil que se viene repitiendo insistentemente y eso indica una realidad que algunos están empeñados maquillar, pues se disimula y ya está.

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Foto: Google Street View.