La incursión de dos helicópteros militares bielorrusos en Polonia este martes 1 de agosto es un hecho muy grave y también muy revelador.
Uno de los helicópteros bielorrusos iba armado
Como ya vimos esta mañana, y como están revelando más fotos tomadas por vecinos de la zona del bosque de Białowieża, uno de los helicópteros bielorrusos, un Mil Mi-24P, iba armado con dos góndolas lanzacohetes, además de sus dos cañones GSh-30K de 30 mm en el lado de estribor de la aeronave. El Ejército Polaco negó inicialmente la incursión, que finalmente fue confirmada por numerosos vecinos de la zona que incluso llamaron alarmados a la Policía al ver dos helicópteros militares con estrellas rojas volando sobre territorio polaco.
El reto de detectar aeronaves volando a baja altura sobre un bosque
El Ministerio de Defensa de Polonia reconoció finalmente la incursión en una declaración publicada 10 horas después del incidente, y en la que señalaba que Bielorrusia "había informado previamente a la parte polaca sobre un entrenamiento". El mismo comunicado afirmaba: "El cruce fronterizo tuvo lugar en el área de Białowieża a una altitud muy baja, lo que dificulta su detección por parte de los sistemas de radar".
Es desconcertante que se tuviese conocimiento de unos ejercicios bielorrusos cerca de la frontera, en una zona boscosa, y que no se desplegasen radares que permitiesen la detección de aeronaves a baja altura. Un militar retirado de la Marina Polaca, el Capitán de Corbeta Maksymilian Dura, ha señalado hoy en Defense24.pl: "Es cierto que debido a la existencia del horizonte de radar, los radares terrestres detectan objetos en el aire a una altura de 100 metros y a una distancia de no más de 55 km, y a una altura de 25 m, a una distancia de unos 35 kilómetros".
Los medios del Ejército Polaco para detectar ese tipo de incursiones
El Capitán Dura señala que el Ministerio de Defensa polaco, al conocer la existencia de esos ejercicios bielorrusos junto a la frontera, "tuvo tiempo de instalar tal cantidad de radares en el área fronteriza durante este período, no solo para asegurar el territorio polaco, sino también para observar lo que sucede a baja altura en el espacio aéreo bielorruso". Pero no lo hizo. Dura señala que el Ejército Polaco dispone de dos tipos de radares móviles que podría haber desplegado en la zona: el ZDPSR Soła de corto alcance y el TRS-15 Odra de medio alcance.
En el citado artículo, el Capitán Dura señala que "conociendo el área del ejercicio, sería suficiente instalar dos estaciones de radar de este tipo para proteger el cielo polaco de la dirección del ejercicio bielorruso. Sin embargo, esto no se hizo, a pesar de la bronca con el cohete, que en diciembre de 2022 cruzó la frontera de Bielorrusia y cayó cerca de Bydgoszcz. Teóricamente, el mismo caso podría haber tenido lugar durante los actuales ejercicios bielorrusos, pero no se han tomado salvaguardias contra ello".
Dura también critica el hecho de que "tampoco se han desarrollado procedimientos sobre qué hacer en tales casos", señalando que el Ejército Polaco dispone de medidas efectivas para responder a tales incidentes, "pero debe prepararse de antemano para usarlas". El Capitán retirado considera que se debió enviar "un mensaje claro a Bielorrusia de que cualquier avión que cruce ilegalmente la frontera polaca será derribado. Y entonces no habría habido un vuelo desafortunado".
Una incursión cuyo fin puede haber sido conocer las defensas de la OTAN
La incursión de Białowieża puede haber servido a Bielorrusia y a Rusia para conocer el estado de las defensas aéreas de la OTAN. Y visto el resultado, con dos helicópteros adentrándose tres kilómetros en territorio polaco y regresando a Bielorrusia sin ser detectados, deberíamos sentirnos alarmados, porque el espacio aéreo de la OTAN demuestra tener preocupantes agujeros, que deberían ser evaluados a fin de evitar que algo así pueda volver a ocurrir, en Polonia y en otros países.
La decepcionante respuesta de la Alianza a esta incursión
La respuesta que la Alianza Atlántica dio ayer tampoco es satisfactoria: la OTAN no ha emitido ni la más mínima declaración sobre lo ocurrido, como si la cosa no fuese con ella, a pesar de haber sido avisada ayer por Polonia sobre ese incidente. Es habitual que los políticos se tomen vacaciones en agosto, pero en la actual situación de Europa, con una guerra a las puertas de la Alianza, los mecanismos de respuesta política de la OTAN deberían ser más ágiles, sobre todo teniendo en cuenta la importancia clave del factor tiempo en cualquier ofensiva militar.
Así pues, y después de repasar estos hechos, la incursión de Białowieża no sólo permite conocer a Bielorrusia y a Rusia cuál es el estado de las defensas aéreas aliadas, sino también la respuesta de la propia Alianza ante un hecho como éste. Ya no hablamos de un caso de guerra híbrida como pueden ser los ataques migratorios organizados por Bielorrusia contra Lituania y Polonia, sino una incursión convencional de aeronaves militares. Una incursión que podría haber servido para infiltrar a fuerzas hostiles, por ejemplo mercenarios rusos de Wagner, en territorio aliado. Es un hecho muy grave y la respuesta de la OTAN debería ser acorde con esa gravedad.
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Foto: Visegrád24. El Mil Mi-24 bielorruso que se adentró ayer 3 kilómetros en Polonia junto a un Mil Mi-8 de la misma nacionalidad.
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Comentarios:
Berto
Si la OTAN, al final, no vale para nada, parece que lo sabremos pronto, porque Putin, apoyado en su perro faldero Lukashenko, quiere tocar las narices a Polonia.
Los B-1B y B-2 a Polonia ya, qué es eso de que éstén muertos de asco en el Reino Unido.
21:37 | 2/08/23
wladimir
acaso sera…
que la OTAN no quiere entrar en provocaciones con Rusis?…o es que la OTAN le tiene miedo al «cuco» nuclear ruso?….por que por visto la OTAN no ha tomado cartas en el asunto o se esta haciendo como si eso no fuera con ella…o que?
11:26 | 4/08/23
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