Los separatistas se sienten envalentonados por las cesiones de los socialistas

El separatismo catalán anuncia otro golpe y deja a Sánchez sin coartada para la amnistía

Ha ocurrido lo que era previsible: ceder ante el separatismo sólo ha servido para animarle a lanzar un nuevo desafío contra el Estado.

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Un nuevo golpe al Estado de Derecho y a la unidad nacional

Después de repetir durante años que lo volverían a hacer, en referencia al golpe separatista de 2017 en Cataluña, hoy el separatismo ha dado un paso más. El presidente del gobierno regional de Cataluña, Pere Aragonès (de ERC), ha anunciado un nuevo "referéndum" de secesionista, y lo ha enmarcado en la actual "fase de negociación" con el gobierno de Sánchez, una vez obtenida la ley de amnistía para los condenados por delitos cometidos en el golpe de 2017.

Lo que Aragonès anuncia es otro golpe al Estado de Derecho y a la unidad nacional, por mucho que pretenda disfrazarlo con afirmaciones de que será pactado. La Constitución Española es muy clara en su Artículo 2 en lo que respecta a cualquier pretensión de romper la unidad nacional: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Ningún gobierno nacional ni regional puede promover ni negociar algo que atenta contra la base misma de nuestro orden constitucional.

El anuncio de Aragonès deja a Sánchez sin coartada para la ley de amnistía

El anuncio de Aragonès, con una ley de amnistía que aún no ha sido aprobada por el Senado, deja a Sánchez en ridículo y demuestra el engaño que cometió al aceptar conceder ese privilegio a sus aliados separatistas. Sánchez viene afirmando desde hace meses que su amnistía era para "normalizar" Cataluña. La propia ley de amnistía lleva en su título la "normalización institucional, política y social en Cataluña". Su preámbulo afirma que "persigue la consecución de un interés general, como puede ser la necesidad de superar y encauzar conflictos políticos y sociales arraigados, en la búsqueda de la mejora de la convivencia y la cohesión social".

Era absurdo pensar que una ley que viola la Consitución, que ataca la igualdad ante la ley y deja impunes a los autores de un golpe separatista, incluyendo a los que cometieron delitos de terrorismo y de traición, sin que haya mostrado ningún arrepentimiento e incluso habiendo afirmado que lo volverían a hacer, no era una ley para mejorar la convivencia, sino para deteriorarla, que es precisamente el motivo por el que los separatistas han venido reclamando esa amnistía. Nunca les ha interesado mejorar la convivencia entre españoles: sólo buscan romperla, para así poder romper la unidad nacional.

Con su nuevo golpe, el separatismo deja a Sánchez sin coartada para la amnistía. Todo el discurso de los socialistas para justificar ese privilegio ilegal otorgado a sus socios se viene abajo como un castillo de naipes. Era algo que cualquiera que conozca la naturaleza del separatismo catalán podía esperar, pero Sánchez sólo buscaba ganar algún tiempo más para poder seguir en el poder incluso a costa de darle un nuevo impulso al separatismo. Ha sido una gravísima irresponsabilidad.

Sánchez está haciendo una política de tierra quemada

Después de que su amnistía haya quedado en evidencia, lo que debería hacer si fuese una persona sensata es retirarla y convocar elecciones, ante la previsible pérdida del apoyo de sus socios de investidura. Pero una persona sensata ni siquiera habría presentado esa amnistía. Sánchez aceptará seguir atado al separatismo todo el tiempo que haga falta para satisfacer su interés personal por mantenerse en el poder a cualquier precio. Su máximo ideal en política era llegar al poder y ahora lo es conservarlo sin importar el daño que haga a España.

Lo que viene haciendo Sánchez es, en realidad, una política de tierra quemada que dejará tras de sí una España con una grave crisis territorial al gobierno que venga después, un gobierno al que los socialistas acusarán de provocar esa crisis heredada, de igual forma que Sánchez ha culpado al gobierno anterior del golpe separatista en Cataluña, que tiene su origen en un estatuto inconstitucional y en las protestas contra el Tribunal Constitucional en Cataluña por la sentencia que anuló parte de los artículos de ese estatuto, unas protestas que fueron apoyadas por los socialistas catalanes, con su entonces líder José Montilla al frente. El PSOE lleva años echando gasolina sobre el incendio del separatismo afirmando que es para apagarlo, pero es mentira. Una mentira tan burda como la que afirmaba que la amnistía pretendía normalizar la situación política en Cataluña.

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Foto: PSOE.

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Comentarios:

  1. wladimir

    que bien…

    ahora con esta situacion que le ha dejado el separatismo catalan…que ira a hacer Sanchez el Magnifico?…supongo que sacara un conejo del sombrero o alguna baraja de la manga….algun tipo de «magia» politica hara para salir de este malabarismo… sus socios los indepes lo han puesto en dificultades…a ver que se le ira a ocurrir.

  2. FaramirGL

    Nunca podremos saciar a los nacional-socialistas. Esos dementes no tienen límite, porque el poder es lo único que tiene valor para ellos. No tienen dignidad alguna, como buenos socialistas. No aceptarán nunca un pacto ni cumplirán promesa alguna si se ven fuertes para incumplir y salirse con la suya.

    Como los socialistas en general, por otra parte.

    JAMÁS cumplirán el acuerdo nacional que es la constitución. Nunca la respetarán, nunca dejarán de buscar el control total. La vuelta del PSOE y los comunistas fue un error catastrófico que sólo estamos empezando a pagar.

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