Listas negras de médicos que se niegan a quitar vidas por nacer: ¿qué será lo siguiente?

El pasado sábado, el gobierno de Pedro Sánchez anunciaba un aumento del 4,8% de los abortos en 2023 comparación con 2022 en España.

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La cifra de 103.097 niños y niñas por nacer asesinados en un solo año (para que nos hagamos una idea, es casi como matar a todos los habitantes de las ciudades de Orense o Gerona) no le ha debido parecer suficiente al gobierno de coalición de socialistas y comunistas, que no deja de insistir en que España necesita inmigrantes porque no hay gente suficiente, mientras financia el asesinato de hijos por nacer en España.

Ayer, la ministra de Sanidad, la ultraizquierdista Mónica García, anunció la creación de un registro de médicos objetores al aborto, es decir, una lista negra de médicos que se niegan a quitar vidas, que se niegan a traicionar su deber profesional de curar y salvar vidas. El gobierno proaborto de Sánchez quiere convertir a los médicos en verdugos, para que accedan a ser cómplices de una práctica monstruosa que consiste en matar a los seres humanos más débiles e indefensos.

El pasado domingo ya advertí aquí lo que implica legalizar un crimen como el aborto. En una sociedad que llama "derecho" al acto de matar a seres humanos inocentes, que considera que el mero hecho de que un hijo por nacer no sea deseado justifica que se le imponga una pena de muerte, ¿cómo esperar que otros pilares de nuestra civilización no sean socavados? Añadamos a eso el riesgo que tenemos en España por el hecho de soportar un gobierno que apoya una ideología, el socialismo, que tiene ya una larga tradición en violar derechos fundamentales.

Imaginemos qué será lo siguiente: ¿perseguir a los que digamos que abortar es matar a un ser humano inocente? ¿Nos amenazarán con la censura, con multas o con la cárcel? ¿Tal vez veamos el señalamiento público de los médicos y otro personal sanitario que se nieguen a colaborar en la práctica criminal -sí, criminal- de matar y descuartizar a un ser humano en el vientre materno? ¿Veremos cómo desde el poder se dicta la ilegalización de asociaciones provida?

Algunos me tacharán de exagerado, creerán que algo así sería impensable en una democracia. Lamento no ser tan optimista: desde el momento en que una sociedad acepta como algo normal el asesinato de los hijos por nacer, todo es posible. Por otra parte, en esta situación podemos ver más clara que en ningún otra la razón de la cita atribuida a Edmund Burke que aparece en la portada de este blog: "Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres de bien no hagan nada". Es eso, el atronador silencio de los buenos, lo que facilita que la cultura de la muerte nos esté empujando a una pendiente resbaladiza en España.

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Foto: La Moncloa.