La izquierda occidental huye de Twitter pero no de la red de la dictadura comunista china

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos está teniendo un efecto curioso en Internet.

Elon Musk denuncia un intento ilegal de Von der Leyen de imponer la censura en Twitter
Elon Musk saca a la luz la censura cotidiana que políticos de izquierda ejercían en Twitter

The Guardian dice que Twitter es «plataforma mediática tóxica»

Tras el apoyo de Elon Musk a Trump, algunas influyentes voces de la izquierda están abandonando X (antes conocida como Twitter). El caso más llamativo se conoció este miércoles 13 de noviembre: el diario izquierdista británico The Guardian anunció que deja de utilizar Twitter, molesto por el respeto de Musk a la libertad de expresión, un enfado que ese periódico ha explicado con estas palabras: "X es una plataforma mediática tóxica y su propietario, Elon Musk, ha sabido utilizar su influencia para moldear el discurso político".

La toxicidad y los infames sesgos del periódico izquierdista británico

Tiene gracia que ese medio británico hable de toxicidad. En junio, el Jewish News Syndicate (JNS) acusó a The Guardian de ser uno de los medios que "han pasado los últimos ocho meses actuando a menudo como taquígrafos de Hamás en lugar de como periodistas independientes". Un sesgo que viene siendo habitual en muchos medios izquierdistas occidentales y que The Guardian ha aplicado de una forma propia de una organización dedicada al activismo político.

Así mismo, en octubre de 2023, el Comité para la Precisión en la Información y el Análisis de Oriente Medio (CAMERA) denunció el sesgo antiisraelí del medio británico, criticanco sus falsas acusaciones de "limpieza étnica" y "genocidio" contra Israel, unas mentiras en línea con las consignas de la extrema izquierda. En 2021 CAMERA ya había denunciado la difusión de planteamientos antisemitas desde las páginas de The Guardian, que también han servido para difundir difamaciones contra el Estado de Israel desde hace años.

La Vanguardia se queja del «contenido tóxico» de Twitter

Más gracioso es el caso de un diario español: La Vanguardia también ha anunciado que deja Twitter por su "contenido tóxico" y por vulnerar "los mínimos conceptos de ética" en una democracia.

Dos ejemplos del contenido tóxico que publica La Vanguardia

Hace falta tener cara para decir esto desde un periódico que se lanzó a demonizar al diputado conservador británico David Amess nada más conocerse la noticia de su asesinato en 2021, por el mero hecho de discrepar de los dogmas ideológicos de la izquierda.

Tres años antes, en 2018, La Vanguardia ocultó el móvil político de una agresión de un separatista catalán contra una mujer a la que dio un puñetazo mientras le gritaba extranjera de mierda". En el juicio sobre esa agresión quedó demostrado que ese medio mintió sobre los hechos, en un intento de restar importancia a lo ocurrido. Y ahora ese medio aún tiene el cinismo de dar lecciones de ética democrática.

The Guardian y La Vanguardia mantienen activas sus cuentas en TikTok

Significativamente, mientras anuncian que abandonan Twitter, una red social estadounidense y que respeta la libertad de expresión conforme a los principios democráticos, The Guardian y La Vanguardia mantienen activas sus cuentas en TikTok, una red social basada en la China comunista y que impone la censura a requerimiento del partido único de esa dictadura, tanto dentro como fuera de ese país asiático.

Una red social controlada por el Partido Comunista de China

Hace unos meses, la senadora estadounidense Marsha Blackburn denunció que la China comunista usa TikTok como arma contra EEUU, señalando que es "es una herramienta de espionaje y propaganda a gran escala utilizada por el Partido Comunista Chino contra el pueblo estadounidense" y recordando que la empresa matriz de TikTok, ByteDance, "está vinculada al Partido Comunista Chino por leyes estrictas en Pekín que obligan a las empresas a entregar los datos personales de los usuarios". Pero nada de esto parece molestar a la izquierda occidental.

Al igual que otras voces progresistas, The Guardian y La Vanguardia prefieren estar en una red social controlada por una dictadura comunista que en una red social en la que reina la libertad de expresión. Creo que eso lo dice todo sobre esos medios y sobre el progresismo occidental, que siempre tratan con más desdén a gobernantes democráticos conservadores que al dictador chino Xi Jinping, un sesgo que es tremendamente revelador de lo que la izquierda piensa y quiere en realidad para Occidente.

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Foto: AFP.