La historia de la Segunda Guerra Mundial está repleta de anécdotas sobre ensayos de los más variados tipos de armamento.
Algunas de esas armas eran razonables, otras eran extravagantes y también había algunas cuyos resultados tal vez no fueron los esperados. En Camp Bouse, un campamento militar secreto situado en el oeste de Arizona (a unos 40 kilómetros del pueblo fantasma de Bouse, fundado en 1908), el Ejército de EEUU probó un arma lumínica inventada por los británicos: la Canal Defence Light (CDL, Luz de defensa del canal).
El prototipo inicial británico de la CDL consistía en una lámpara de arco de carbono de 12,8 millones de candelas (para que nos hagamos una idea, las clásicas bombillas incandescentes tienen una luminosidad de unas 130 candelas). El propósito de la CDL era deslumbrar a las tropas enemigas en batallas nocturnas, para lo cual estaba previsto instalarla en la torreta de tanques (los británicos utilizaron el tanque Matilda y los americanos el M3 Grant).
El proyecto era secreto y contaba con la sorpresa para ser más eficaz. Los británicos tenían previsto instalar la CDL en cientos de tanques. Dejando al margen las posibles ventajas tácticas que ofreciese la CDL en el campo de batalla, el inconveniente es que una luz tan intensa delataba la posición de los tanques aliados.
En Camp Bouse no sólo se probó este arma luminosa secreta, sino que además sirvió de lugar de adiestramiento para las tripulaciones de seis batallones de tanques. Su papel en la guerra en Europa fue más bien limitado, utilizándose algunos tanques equipados con CDL en la operación para cruzar el Rin y en la toma del puente de Remagen.
Finalmente, a menudo su uso fue el típico de proyectores convencionales, y en algunos casos las CDL fabricadas por los aliados incluso fueron reemplazadas por proyectores capturados a los alemanes. El testigo de las CDL fue recogido por los proyectores instalados en tanques de la postguerra, como los M-48 y M-60 Patton.
Construido en 1943, Camp Bouse fue desmantelado antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Hoy hay unos cuantos monumentos que recuerdan su presencia en medio del desierto de Mojave, además de algunos viejos vehículos militares situados allí (entre ellos un tanque M-60 y un obús autopropulsado M-109, ambos posteriores a la Segunda Guerra Mundial).
Del propio campamento apenas quedan algunos restos, además de una bandera de Estados Unidos que aún ondea en medio del desierto en el lugar en el que estuvo instalado el hospital de campaña de esa base militar. Hace unos días, Sidetrack Adventures publicó un vídeo de su visita a ese lugar (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
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Imagen principal: Sidetrack Adventures.
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Comentarios:
wladimir
interesante….
9:55 | 20/11/24
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