El gobierno de coalición de socialistas y comunistas encabezado por Pedro Sánchez lleva meses acorralado por los escándalos de corrupción.
Como señalé ayer aquí, ésa es la principal razón de las ofensas de los socialistas contra los católicos promovidas desde Televisión Española con el dinero de todos los contribuyentes. El PSOE busca generar polémicas recurriendo a su mala educación para tapar sus escándalos, en un momento en el que el hedor político generado por esos casos de corrupción es ya casi imposible de disimular, ni siquiera recurriendo al que viene siendo el comodín favorito de la izquierda española para distraer a la opinión pública: Franco.
30 familiares y altos cargos de Sánchez están implicados en esos casos
La desesperación del PSOE al recurrir a provocaciones contra los católicos se explica por la magnitud de sus escándalos. Ya hay 30 familiares y altos cargos de Sánchez implicados en esos casos de corrupción, incluyendo su esposa, su hermano, la presidenta del Congreso, tres ministros y dos de los más altos cargos del PSOE. Aunque la Televisión Española, controlada por los socialistas, y los medios afines al gobierno dediquen muchos esfuerzos a tapar todo esto, por mucho menos ya han caído gobiernos en otros países de Europa.
El caso la esposa de Sánchez, ya imputada por cuatro presuntos delitos
El Caso Begoña Gómez es el que más toca de cerca a Sánchez, ya que está implicada su esposa por los negocios privados que ha desarrollado aprovechando su estancia en el palacio de La Moncloa. Ahora mismo, está imputada por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción privada, apropiación indebida e intrusismo profesional.
El caso Koldo y unas fotos muy comprometedoras para Sánchez y el PSOE
Por otra parte, el Caso Koldo es el que más afecta al gobierno y al Partido Socialista. En este caso, el Tribunal Supremo ha imputado por cuatro delitos a José Luis Ábalos Meco, que era la mano derecha de Sánchez, fue ministro de Transportes del gobierno y secretario de organización del PSOE, es decir, uno de los más altos cargos del partido. Se le acusa de cohecho, tráfico de influencias, organización criminal y malversación en una trama de presuntas irregularidades en la adjudicación pública de contratos de mascarillas durante la pandemia.
Uno de los principales implicados en esa trama es el empresario Víctor de Aldama, muy cercano al PSOE y que actuaba como "conseguidor". Los socialistas han intentado negar sus vínculos con Aldama y Sánchez negó conocerle, diciendo que nunca cruzó con él ni "una palabra".
Sin embargo, esta nueva mentira del dirigente socialista quedó desmontada en octubre, cuando el diario El Mundo publicó una foto de Sánchez con Aldama (es la que encabeza este artículo), tomada en un acto del PSOE en febrero de 2019. También se han difundido imágenes de Aldama en la sede nacional del PSOE en ese mismo año, incluyendo una foto en la tercera planta del edificio, en la que Aldama aparecía sentado junto al entonces ministro Ábalos.
El caso del hermano de Sánchez, también imputado por cuatro presuntos delitos
Otro escándalo que toca muy de cerca al gobierno es el caso del hermano de Pedro Sánchez, implicado en diversas irregularidades que han culminado en su imputación judicial por presuntos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, malversación y fraude fiscal. Hay que señalar que en este mismo caso también está imputado el líder del PSOE en Extremadura y actual presidente de la Diputación Provincial de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo.
Sánchez pone a prueba las tragaderas de los afiliados del PSOE
Obviamente, el PSOE no necesita estar acorralado por la corrupción para atacar a los católicos: el fanatismo anticatólico es ya una tradición en ese partido. Ahora, además, Sánchez y sus colegas tienen un aliciente más para alimentar ese odio enfermizo: generar ruido y que los medios hablen de las ofensas a los católicos y no de los casos de corrupción, aunque el riesgo para el PSOE sea acabar alejando a afiliados socialistas que conjugan su militancia con la práctica del catolicismo y la asistencia a procesiones de Semana Santa. Seguramente, Sánchez espera que los afiliados socialistas tengan tantas tragaderas con esas ofensas como las tienen con la corrupción, los pactos con los separatistas y los herederos de ETA o la escandalosa amnistía concedida al prófugo Puigdemont a cambio de su apoyo a la reelección de Sánchez.
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Foto: El Mundo. Pedro Sánchez con Víctor de Aldama, el "conseguidor" del Caso Koldo, uno de los escándalos de corrupción que afectan al partido y al gobierno de Sánchez.
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Comentarios:
AlbertoAG
Ojalá esté año Sánchez y su séquito ingresen en prisión.
9:44 | 2/01/25
Berto
Da igual que empecemos un nuevo año, la corruppsoe es eterna y no podrán ocultarla con todo tipo de artimañas, por muy aleccionada que tengan a la chusma progre.
10:46 | 2/01/25
wladimir
me parece…..
que Sanchez y sus asociados ya se pasaron de la raya con este tipo de ofensa…pese a su larga tradicion anticatolica…suponiendo que estas ofensas las realizan para ocultar sus evidentes escandalos…que eso es para mi como tapar el sol con un dedo…..
y pienso que estan llegando (si no es que ya estan ahi) a un punto tan repugnante de ofensas que ni siquiera su propia membresia en el PSOE sea capaz de tragar tanta ofensa de la peor clase…..
11:06 | 2/01/25
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