En el Atlántico Norte, entre Noruega, Islandia y Gran Bretaña hay un archipiélago que forma parte del Reino de Dinamarca.
Las Islas Feroe fueron descubiertas por el monje católico irlandés Brendan de Clonfert en el siglo VI, aunque se cree que las islas ya fueron pobladas con anterioridad. En el siglo IX las islas fueron colonizadas por los vikingos (los feroeses actuales descienden de ellos), siendo cristianizadas en torno al año 1000. En el año 1035 pasaron a formar parte del Reino de Noruega, que en 1380 formó un único reino con Dinamarca. En 1814, tras la separación entre Dinamarca y Noruega, las Islas Feroe quedaron bajo soberanía danesa, situación que se mantiene en la actualidad, bajo una amplia autonomía, como ocurre con Groenlandia.
El archipiélago está formado por 18 islas principales (en total, las Islas Feroe cuentan con 779 islas e islotes de diverso tamaño). De las 18 islas principales, hay una deshabitada, Lítla Dímun. La capital de las Islas Feroe es Tórshavn (que significa "Puerto de Thor", el famoso dios vikingo de la guerra), donde residen algo más de 14.000 de los 48.000 habitantes del archipiélago. La capital está en Streymoy, la mayor y más poblada de las islas de este archipiélago. El idioma oficial de las islas es el danés.
Las Islas Feroe tienen un clima subpolar, por lo que hace frío todo el año. Las temperaturas medias en verano suelen rondar los 10 o 11 grados centígrados de media, bajando en invierno hasta los 3 o 4 grados. Hay que decir que las islas no suelen tener un frío extremo, a diferencia de lo que ocurre en otros países de esas latitudes. Con todo, son unas islas ventosas y lluviosas.
Uno de los principales atractivos turísticos de estas islas son sus espectaculares acantilados y sus bellos paisajes verdes, abundantes en hierbas pero carentes de árboles. Entre sus paisajes hay algunas cascadas realmente espectaculares, la mayor de las cuales es Múlafossur, situada en la isla de Vágar y con una altura de 30 metros.
Además de sus paisajes naturales, otra de las características más llamativa de las Islas Feroe son sus casas de césped, muy parecidas a las torfbæir islandesas que ya vimos aquí. En ambos casos se trata de una construcción tradicional que se remonta a la época vikinga y que tenía un fin muy práctico, al utilizar césped sobre los tejados como aislante contra el frío y la lluvia.
Si quieres ver los paisajes de las Islas Feroe sin salir de casa, un buen medio es este formidable vídeo de una hora publicado por Scenic Relaxation, que recorre distintos paisajes naturales de las islas:
Hace unas semanas, Kuga's Travel publicó este interesante vídeo de un turista japonés que pasó cuatro días en las Islas Feroe, mostrando sus casas tradicionales, algunas de sus poblaciones y sus más bellos paisajes (el vídeo tiene subtítulos en inglés pero dispone de subtítulos en español, puedes activarlos en la barra inferior del reproductor):
---
Foto principal: Marc Zimmer. La aldea de Saksun, en la costa noroeste de la isla de Streymoy.
No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico: Pulsa aquí para suscribirte |
Comentarios:
wladimir
interesante…
5:16 | 10/02/25
Opina sobre esta entrada: