Las atrocidades de los yihadistas en Siria y el vergonzoso silencio de los enemigos de Israel

Siria ha pasado de estar gobernada por un régimen criminal, Bashar al-Assad, a estar en manos de otra banda de criminales.

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Estas últimas horas, las redes sociales se han llenado de vídeos espantosos de las atrocidades perpetradas por los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham, el grupo yihadista que se hizo con el poder en ese país hace tres meses poniendo en el poder a Hassan Abdel Ghani, un exmiembro del grupo terrorista islamista Al Qaeda. En las imágenes que se han difundido a través de las redes sociales se ven familias enteras masacradas: hombres, mujeres y niños asesinados en unos crímenes horrendos que ya llevan cientos de víctimas en estas últimas horas.

Las noticias sobre la religión de las víctimas son algo confusas en este momento. AsiaNews.it, una agencia católica de noticias del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras, habla de "cientos de muertos alauitas", una rama del Islam en la que Assad tenía muchos partidarios (los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham pertenecen a la rama distinta del Islam, el sunismo). A su vez, Newsweek, citando como fuente al Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (SOHR, una ONG con sede en el Reino Unido), habla de más de 1.000 muertos, incluyendo cristianos y alauitas.

A la vista de las imágenes que estamos viendo, lo que los terroristas yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham están perpetrando en Siria merece ser calificado como un genocidio, de acuerdo con lo que señala el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en su Artículo 6, que define ese crimen como "cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal", incluyendo entre los actos mencionados la matanza de los miembros del grupo.

Lo más curioso de las escasas reacciones que están generando esas masacres en Occidente es el silencio de quienes acusaron falsamente a Israel de "genocidio" en Gaza por su contraofensiva contra los terroristas de Hamás tras el ataque perpetrado por ese grupo criminal islamista contra el Estado judío el 7 de octubre de 2023, perpetrando la mayor masacre sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto. Una masacre que quedó eclipsada por esas falsas acusaciones lanzadas precisamente contra el país atacado. Cuando son unos criminales islamistas quienes cometen una masacre, la izquierda antisemita guarda silencio, tras haber caluniado de forma miserable a todo un país por defenderse del mayor ataque terrorista de su historia.

Hay que señalar que Israel desplegó sus fuerzas en Siria tras el asalto a los yihadistas a Damasco para proteger a la minoría drusa del suroeste del país (recordemos que muchos miembros de esa comunidad religiosa viven en Israel y sirven en su Ejército). Además, Israel destruyó gran parte de los arsenales del Ejército Sirio, incluidos sus almacenes de armas químicas y misiles de largo alcance, para evitar que todas esas armas cayesen en manos de los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham. Si Israel no hubiese hecho eso, posiblemente ahora estaríamos hablando de una masacre mucho mayor en Siria.

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Foto: Ali Haj Suleiman. Hassan Abdel Ghani, jefe del grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham y máxima autoridad de Siria desde que esa banda islamista asaltó Damasco en diciembre de 2024.