Cuando pensamos en un pueblo fantasma, generalmente se nos viene a la idea una imagen de casas abandonadas y medio en ruinas.
Sin embargo, en la localidad de Nerpio, en el sur de la provincia de Albacete (no muy lejos de límite entre Castilla-La Mancha y Andalucía) hay una aldea fantasma muy curiosa: las Cuevas de las Quinterías. En septiembre 2017, el blog Arquitectura Popular Manchega dedicó un artículo a este tipo de construcciones en el que señaló que fueron construidas, o más bien excavadas, a mediados del siglo XIX, como un refugio para quienes se dedicaban a las actividades agrícolas. Las cuevas de Nerpio estaban cerca de un antiguo camino (hoy desaparecido) que comunicaba ese pueblo con Santiago de la Espada.
En su último vídeo, publicado anoche, mi canal de Youtube favorito, Aventuras Entresierras (al que os recomiendo que os suscribáis) ha visitado algunas de esas cuevas, mostrándolas por fuera y por dentro. En ellas aún hay vestigios de lo que era la vida campesina a mediados del siglo pasado, en forma de prendas de esparto abandonadas, algunas mazorcas de maíz e incluso una vieja estufa.
Además, y sin salir del término municipal de Nerpio, los protagonistas del vídeo, capitaneados por el intrépido y cuadrúpedo Alfred, nos muestran la Ruta del Zarzalar, que recorre el espectacular cañón del río Acedas, mediante un sendero con pequeños puentes de madera y algunos tramos pensandos para los más aventureros:
Podéis ver aquí algunas capturas de este interesante y entretenido vídeo. Aquí vemos algunas de las antiguas viviendas de las Cuevas de las Quinterías, que fueron excavadas en la roca aprovechando una oquedad en una montaña.
La entrada a una de las casas, con una puerta partida. Este tipo de puertas eran muy habituales en Galicia, Asturias y en gran parte de Castilla en siglos pasados. Permitían ventilar la casa abriendo la hoja superior y, al mismo tiempo, la hora inferior, cerrada, impedía la entrada de animales en la vivienda. En el vídeo podéis ver el interior de la cueva y lo que los aventureros encontraron dentro.
El comienzo de la Ruta del Zarzalar. Aquí vemos dos sencillos puentes de madera que permiten cruzar el río, pero más adelante la cosa se complica, como podéis ver en el vídeo.
Uno de los tramos de la Ruta del Zarzalar. Alfre prefirió dejarse de complicaciones y mojarse un poco las patas, algo que ha provocado un susto a mi asesor científico personal, que dice que ahora Alfred seguro que encoge...
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