El Ejército de EEUU lo considera demasiado pesado para sus propósitos

La cancelación por EEUU del programa del tanque ligero de origen español M-10 Booker

Eng Mié 7·5·2025 · 20:23 0

La historia de los tanques ligeros aerotransportables del Ejército de Estados Unidos vuelve a registrar un nuevo fracaso.

El tanque ligero M-10 Booker del Ejército de EEUU, un vehículo con antepasado español
La historia de éxito del vehículo blindado ASCOD, derivado del VCI Pizarro español

El Ejército de EEUU no disponía de tanques de ese tipo desde 1996, cuando retiró del servicio el M-551 Sheridan, un tanque ligero que había entrado en servicio en 1969 y cuya retirada del servicio se inició en 1979, debido a los inconvenientes de este modelo, especialmente su escaso blindaje y los problemas registrados con su cañón M81E1 de 152 mm, capaz de disparar proyectiles convencionales y también misiles anticarro MGM-51 Shillelagh. Los últimos M-551 acabaron sirviendo como Fuerzas de Oposición (OPFOR) en Fort Irwin, California, simulando ser vehículos soviéticos T-72, BMP-1 y ZSU-23-4 Shilka.

El Ajax de General Dynamics, en cuyo chasis se basa el M-10 Booker (Foto: General Dynamics UK).

Como ya vimos aquí, el 28 de junio de 2022, el Ejército de EEUU anunció el resultado de su programa Mobile Protected Firepower (MPF), con un importe de 1.140 millones de dólares. La empresa ganadora fue General Dynamics Land Systems con su tanque ligero Griffin II, una versión con cañón de 105 mm de su propuesta inicial, el Griffin I.

Un ASCOD Pizarro del Ejército Español en Letonia (Foto: eFP Battle Group Latvia).

El chasis del Griffin I y II está basado en el vehículo de combate Ajax, desarrollado por General Dynamics UK y seleccionado en 2010 para el programa Future Rapid Effect System del Ejército Británico. A su vez, el Ajax es un derivado del ASCOD, un proyecto conjunto de España y Austria iniciado en la década de 1990 y que dio lugar a dos vehículos de combate de infantería: el Pizarro (España) y el Ulan (Austria). Variantes del ASCOD ya están operativas o han sido compradas por seis países. Una variante del ASCOD fue seleccionada hace unos meses por Letonia para dotar a su Ejército con 42 vehículos de combate de infantería.

El Griffin II probado por el Ejército de Estados Unidos, con un colimador en la boca de su cañón (Foto: U.S. Army).

La versión estadounidense del Griffin II recibió el nombre oficial de M-10 Booker. El contrato inicial consistía en la compra de 96 vehículos, destinados principalmente a las unidades aerotransportadas (la 82º y la 101ª Divisiones). Sin embargo, la nueva administración estadounidense ha decidido cancelar el programa, afirmando que su adquisición fue "error" debido a su peso de 42 toneladas y su diseño, según ha señalado el secretario del Ejército, Dan Driscoll. En el momento de la cancelación, el Ejército de EEUU ya planeaba adquirir más de 500 M-10. Las primeras entregas se llevaron a cabo en febrero de 2024. Hasta ahora, el Ejército de EEUU había recibido unas 80 unidades.

Un prototipo del Griffin II presentado por General Dynamics para el programa Mobile Protected Firepower del Ejército de EEUU (Foto: General Dynamics Land Systems).

Hay que señalar que el error no ha sido del fabricante y la cancelación no se debe a ningún fallo del vehículo, como ha señalado el secretario del Ejército, al reconocer: "Nos equivocamos con el Booker". Driscoll añadió: "Queríamos desarrollar un tanque pequeño, ágil y capaz de realizar lanzamientos aéreos donde nuestros tanques tradicionales no pueden". Sin embargo, el peso del M-10 limita su capacidad para transportarlo a los C-17 y C-5M de la USAF, los mismos aviones necesarios para transportar un tanque M1 Abrams.

Un M-10 en el Campo de Pruebas de Aberdeen el 18 de abril de 2024 (Foto: U.S. Army).

Otro de los inconvenientes del M-10 es que el Ejército de EEUU firmó una cláusula de reparación que exigía que el Ejército tuviese que recurrir a su fabricante, General Dynamics, para solucionar problemas de piezas y mantenimiento que los mecánicos del Ejército podrían haber solucionado. Driscoll explicó: "Tenemos muchos casos en los que, por entre dos y veinte dólares, podemos imprimir una pieza en 3D. Sabemos cómo imprimir una pieza en 3D. Tenemos la impresora 3D, pero hemos renunciado al derecho a hacerlo por nuestra propia voluntad, y es un pecado que los líderes del Ejército perjudiquen a nuestros soldados. Y ese es el tipo de cosas que ya no vamos a estar dispuestos a ceder a la industria privada".

Un M-10 disparando su cañón de 105 mm en el Campo de Pruebas de Aberdeen el 18 de abril de 2024 (Foto: U.S. Army).

Por el momento se desconoce qué va a pasar con los 80 M-10 ya recibidos por el Ejército de EEUU. Se ha hablado de transferirlos a unidades acorazadas, venderlos a otros países o incluso almacenarlos sin más. En cualquier caso, el caso del M-10 es un ejemplo más de los errores de planificación en la adquisición de sistemas de armas en EEUU, un país en el que estas situaciones ya han ocurrido repetidas veces en el pasado. Es incomprensible que un Ejército con tanta experiencia en combate cometa estos errores, pero es posible que ocurran porque EEUU tiene un enorme presupuesto de defensa y a veces se hacen ciertas compras a la ligera, algo que otros países no se pueden permitir.

---

Foto principal: U.S. Army.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, puedes crear una cuenta de usuario aquí.