El transatlántico británico RMS Titanic es, sin duda, uno de los barcos más famosos de la historia debido a la historia de su hundimiento.
El RMS Titanic se fue al fondo del Océano Atlántico en la noche del 14 al 15 de abril de 1912. En este hundimiento murieron unas 1.500 personas, siendo el suceso de este tipo más letal de su época, aunque no de la historia, lugar que ocupa un transatlántico alemán, el Wilhelm Gustloff, hundido el 31 de enero de 1945 por un submarino soviético, una tragedia que se saldó con entre 8.800 y 9.300 muertos.
El pecio del RMS Titanic fue descubierto el 1 de septiembre de 1985 en una expedición liderada por el oceanógrafo estadounidense Robert Ballard. El buque está a una profundidad de 3.784 metros en el fondo del Atlántico Norte, con la sección de popa separada del resto del casco, ya que se partió en el momento del hundimiento.
Una de las dudas que muchos han tenido durante años es la siguiente: ¿pudo haber supervivientes en el interior del barco después de su hundimiento? Esta pregunta surge de la posibilidad de que esos supervivientes se encontrasen en alguna parte del barco en la que pudiesen aprovechar una burbuja de aire, debido a que el RMS Titanic tenía un casco compartimentado, motivo por el cual su hundimiento fue relativamente lento en comparación con otros barcos que sufrieron una colisión que acabó enviándoles al fondo del mar.
Una noticia ocurrida hace unos años alimenta esa remota posibilidad: en mayo de 2013, un nigeriano, Harrison Okene, fue rescatado de un remolcador hundido, el Jascon 4, tras pasar 60 horas en su interior, gracias a una burbuja de aire en el casco. Sin embargo, en ese caso el barco estaba a sólo 30 metros de la superficie, con lo cual los efectos de la presión eran mucho menores que en el caso del Titanic.
Cualquier superviviente en el transatlántico británico habría encontrado una muerte espantosa pero rápida, debido a una implosión. De hecho, algunos supervivientes del RMS Titanic afirmaron haber escuchado explosiones tras su hundimiento. Tal vez fueron las calderas o la implosión de compartimentos del barco debido a la presión. Hace unos días, Historic Travels publicó un interesante vídeo analizando esta posibilidad desde un punto de vista técnico y cientifico (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
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Imagen principal: Kipish_fön.
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Comentarios:
Aventuras_Entresierras
Aterrador sólo de pensarlo. Como los pobres desgraciados del submarino Kursk 🙁
9:20 | 23/05/25
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