Uno de los grandes retos después de una batalla o una guerra es dar sepultura a los soldados que perdieron la vida en ella.
A veces este proceso no es todo lo riguroso que debería ser, y en el proceso pueden ocurrir algunas confusiones. Es el caso del Capitán Abraham Robinson Johnston del Ejército de Estados Unidos, hijo de una familia de origen irlandés, miembro del 1er Regimiento de Dragones (actual 1er Regimiento de Caballería) y que combatió en la Batalla de San Pascual el 6 de diciembre de 1846 durante la Guerra Mexicano-Estadounidense (1846-1848). El Capitán Jonston fue el primer caído en esa batalla, muriendo de un disparo en la cabeza.
Después de la batalla, los caídos en ella fueron inicialmente enterrados en ese lugar llamado San Pasqual, situado en lo que entonces era la Alta California, parte de México, y que actualmente forma parte del condado de San Diego, en California. Sin embargo, 16 meses después de la batalla, tras concluir la guerra, los restos de los caídos fueron llevados a San Diego. El padre del Capitán Johnston luchó durante tres años para lograr que los restos de su hijo fuesen llevados al cementerio familiar en Piqua, Ohio. Cuando lo consiguió, hizo colocar un monolito indicando el lugar de la tumba de su hijo. Ese monolito aún se conserva hoy.
Pero la historia no acaba ahí. A finales de diciembre de 1852, se halló una caja con el cadáver de un hombre en el sótano de una tienda de estufas en la ciudad de San Francisco. Finalmente se confirmó que el hombre muerto era un oficial caído en la Batalla de San Pasqual. Por lo visto, cuando la Intendencia del Ejército de EEUU en San Diego estaba procesando el féretro del Capitán Johnston hubo un incendio, que afectó al ataúd y a tres cajas en las que se guardaban estufas. Seguramente, debido a que las cajas resultaron dañadas, lo que se envió a Piqua fue la caja de una estufa. Eh 1970 unos investigadores pasaron un detector de metales sobre la tumba del Capitán Johnston y la aguja se volvió loca.
Todo parece indicar que la familia del Capitán Johnston nunca tuvo noticia de la confusión. Pero ¿qué ocurrió con su ataúd? En un vídeo publicado hoy, Sidetrack Adventures recorre el lugar de esa batalla y en California y el citado cementerio en Piqua, planteando cuál pudo ser el destino final de ese ataúd (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
Podéis ver aquí algunas capturas de este interesante vídeo. Aquí vemos un monumento colocado en 1925 en el lugar de la Batalla de San Pasqual, California. El nombre del Capitál Johnston aparece el primero en la lista de los estadounidenses caídos en ese combate.
La casa familiar de los Jonhston en Piqua, Ohio. Está muy bien conservada y funciona como un museo, en el que podemos ver cómo era en la primera mitad del siglo XIX. En el vídeo podéis ver el interior.
Cerca de la casa hay este antiguo lugar de enterramiento de los nativos americanos. Por respeto a ellos, la familia Johnston nunca incorporó este lugar a sus tierras de labranza, por lo que hoy está muy bien conservado.
Cerca de la casa está el cementerio familiar de los Johnston, y en él está esta tumba, que lleva el nombre del Capitán Abraham Robinson Johnston. Es la tumba donde supuestamente está enterrada una estufa.
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Imagen principal: Sidetrack Adventures.
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