La verdadera razón de Pedro Sánchez para rechazar el 5% del PIB en defensa: él mismo

Europa está afrontando una de las mayores amenazas para la paz y la seguridad en el continente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Pedro Sánchez y sus socios parlamentarios boicotean la política de defensa de España
Sánchez se desentiende de la amenaza rusa y continúa debilitando a España

El mensaje insolidario de Sánchez hacia los aliados de España

La amenaza del expansionismo de Rusia y el giro de Estados Unidos en política exterior amenazan con poner a Europa en una situación muy difícil en caso de una agresión rusa. De hecho, los países europeos fronterizos con Rusia llevan tiempo incrementando su inversión en defensa para hacer frente a esa amenaza, que ha quedado patente con la agresión rusa a Ucrania. Lo que el pueblo ucraniano está sufriendo ahora puede ocurrir mañana en Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania o Polonia, si Europa no toma medidas drásticas para garantizar su defensa.

Lamentablente, algunos políticos europeos no parecen preocupados por esa amenaza. Es el caso del presidente del gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, que ayer dirigió una carta a la OTAN rechazando incrementar la inversión en defensa hasta el 5% del PIB, alegando: "Ese nivel de gasto sería incompatible con nuestro Estado del Bienestar y con nuestra visión del mundo". El mensaje de Sánchez es como decir a los países europeos vecinos de Rusia que se defiendan ellos solos: un gesto de insolidaridad que contrasta con ese "europeísmo" del que suele pregumir el dirigente socialista.

Lo que Sánchez no dice: el socialismo está empobreciendo a España

A estas alturas, en España ya sabemos que Sánchez siempre miente y este caso no es una excepción. El líder socialista ha demostrado muy poca preocupación hasta ahora por el bienestar de los españoles. Lleva años sometiéndonos a un creciente saqueo fiscal a cambio de unos servicios cada vez más deteriorados, como se está viendo con los constantes problemas en el tráfico ferroviario y en el gran apagón del 28 de abril. Sánchez es un gobernante irresponsable y que malgasta grandes sumas de dinero en gastos políticos innecesarios, en gran medida motivados por sus pactos con los partidos separartistas, pactos cuyo importe es pagado por todos los españoles.

Además, debemos tener en cuenta el enorme coste que el socialismo tiene para España y las pérdidas que provoca, debido a los altos costes laborales, la elevada presión fiscal y la inseguridad jurídica. Baste como ejemplo un dato: en 2018, cuando Sánchez llegó al poder, la inversión extranjera directa neta en España era de 45.554 millones de euros: en 2024 se había reducido a 22.757 millones, algo menos de la mitad, con lo que eso supone de destrucción de puestos de trabajo. De hecho, si quitamos el maquillaje a las estadísticas oficiales, España tiene casi 4 millones de parados reales. Es el país con más desempleo en la UE.

Un político debilitado que antepone su interés personal a la defensa nacional

Así pues, la verdadera razón de Sánchez para rechazar ese aumento de la inversión en defensa no es lo que dijo ayer. En realidad, Sánchez tiene un gobierno muy debilitado por los escándalos de corrupción y sus socios separatistas y de extrema izquierda no apoyan ese aumento de la inversión en defensa, de modo que, puesto a elegir entre garantizar la defensa de España y la solidaridad con nuestros aliados y su interés personal, el dirigente socialista elige su interés personal, que es lo único que realmente le ha preocupado desde que llegó al poder.

De lo contrario, si Sánchez asumiese ese 5% del PIB en defensa, sus socios comunistas y separatistas (algunos de los actúan como meros títeres de Putin) podrían precipitar la caída de su gobierno y obligarle a convocar elecciones, algo que Sánchez viene rechazando de forma reiterada porque sabe que el Partido Socialista sufriría un descalabro electoral debido a sus escándalos de corrupción.

España necesita dejar atrás el socialismo para mejorar su defensa nacional

Obviamente, España tiene difícil cumplir con ese compromiso del 5% del PIB en defensa mientras el socialismo siga destruyendo la economía española. En este sentido, se podría decir que los socialistas actúan como la quinta columna de Putin en España, comprando grandes cantidades de gas a Rusia mientras prohíben extraerlo en suelo español, y además manteniendo nuestras Fuerzas Armadas con unas carencias de fondos que amenazan seriamente su operatividad y ponen en peligro nuestra seguridad nacional.

Cualquier intento de pensar en el porvenir del país es inútil con este gobierno. Para estar mejor defendida España necesita una economía más sólida, fuerte y que atraiga inversores en vez de ahuyentarlos, así como unas cuentas públicas más saneadas y un gobierno que no esté aliado con partidos separatistas cuyo máximo ideal es el odio a la Nación española. En vez de eso, España tiene un presidente que sólo piensa en sí mismo y que desprecia el bien común, demostrando constantemente que su única preocupación es permanecer un día más en el poder aunque para ello tenga que degradar nuestra democracia, arruinar nuestra economía e hipotecar nuestro porvenir.

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Foto: PSOE.