La historia demuestra que ceder ante los totalitarios sólo sirve para que ellos se sientan más fuertes y quieran más concesiones.
Una medida ilegal que dejó de serlo porque le convenía a Sánchez
Sin embargo, hay políticos sin escrúpulos o con muy poco cerebro que creen que se puede apaciguar a los totalitarios y dejarles satisfechos. Este jueves, el Tribunal Constitucional (TC), controlado por los socialistas, bendijo la amnistía de Pedro Sánchez a los autores del golpe separatista de 2017 en Cataluña, una de las condiciones que los separatistas pusieron para apoyar la reelección del actual presidente del gobierno.
Se trata de una condición que Sánchez y sus ministros tacharon de ilegal de inconstitucional antes de que su permanencia en el poder dependiese de los separatistas de Junts, dirigidos desde Waterloo por el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont. Sánchez no tuvo reparos en mentir y decir lo contrario de lo que dijo antes, otorgando una amnistía que es el mayor acto de corrupción política de la historia de la democracia en España: un intercambio de privilegios penales e impunidad para unos delincuentes a cambio de su apoyo político, algo intolerable en cualquier país democrático.
Sánchez disfrazó ese intolerable privilegio como 'normalización'
En una exhibición de cinismo, Sánchez apeló a la "normalización" para otorgar esos infames privilegios, como si lo normal en un Estado de Derecho fuese otorgar privilegios penales a cambio de favores políticos. Así lo recoge la vergonzosa sentencia redactada por los magistrados izquierdistas del TC:
La sentencia considera que la ley impugnada responde a un fin legítimo, explícito y razonable. Así se deduce tanto del texto normativo como de su preámbulo, donde se manifiesta que la amnistía tiene como propósito reducir la tensión institucional y política generada por los hechos del "procés" y facilitar un escenario de reconciliación. El legislador pretende contribuir a la reconciliación y “normalización” del conflicto generado por los hechos del llamado “procés” y trata de rebajar la “tensión social y política” existente en Cataluña en el entendimiento de que esta pueda “agravarse en los próximos años a medida que se sustancien procedimientos judiciales” ligados a dichos hechos.
Tras lograr la amnistía, ahora Junts quiere un referéndum separatista
Hace falta ser muy idiota para creer que el separatismo catalán se conformaría con esto. Como todo movimiento totalitario, el separatismo catalán basa su relación con el resto de fuerzas políticas en el chantaje, y cuanto más cedes ante un chantajista, más incentivos le das para que aumente el precio de su extorsión, porque le lanzas un mensaje de debilidad que favorece a los que utilizan la extorsión para obtener sus propósitos políticos. Ayer mismo, sin esperar a que hubiesen pasado 24 horas de la sentencia del TC, los separatistas de Junts ya estaban exigiendo un referéndum separatista a Sánchez, es decir, un proceso para romper España y seguir violando la Constitución, que según su Artículo 2 "se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles".
Los socialistas decían que no habría referéndum: dijeron lo mismo de la amnistía
Por supuesto, ya no hay nada que garantice que Sánchez no cederá también a esa exigencia. Hace tres años los socialistas dijeron que no aceptarían un referéndum separatista, como también negaron que una amnistía fuese legal y después cambiaron diametralmente de discurso por pura conveniencia. Sánchez ya ha demostrado no tener ningún reparo a pisotear la legalidad vigente con tal de seguir en el poder, y un referéndum separatista no será un obstáculo para seguir obteniendo el apoyo de los separatistas y así poder seguir acosando desde el poder a los jueces que investigan los escándalos de corrupción de los socialistas. Eso es lo más importante para Sánchez, y no la unidad de España.
Los separatistas son insaciables: siempre pedirán más
Utilicemos la imaginación (ya no hay que hacer un gran esfuerzo) y pensemos lo que pasará si Sánchez accede y que permite al separatismo organizar un referéndum para romper España, un referéndum tan manipulado como el que montaron en el golpe de 2017 y que por supuesto tendría el resultado decidido de antemano por Puigdemont y su banda. Las exigencias ni siquiera se detendrían ahí (y digo esto también por los separadores que se hacen pasar por patriotas y que dicen que deberíamos librarnos de los separatistas dándoles lo que piden). Tras separar Cataluña pedirían la anexión de la Comunidad Valencia y las Islas Baleares. Después exigirían las zonas anexas de Aragón, Murcia y Castilla-La Mancha. El paso siguiente sería reclamar una "deuda histórica" cuyo importe iría subiendo más y más, a medida que los separatistas fuesen obteniendo nuevas concesiones.
Ya va siendo hora de dejar al separatismo sin oxígeno
Sánchez, al igual que todos los memos que creen que se puede contentar a esos totalitarios, no se dan cuenta de que los separatistas son insaciables y siempre van a pedir más, porque no tienen otra bandera que el odio a España. Para ellos, todos los problemas de Cataluña se deben al resto de España y toda su acción política se basa en ir convirtiendo esas falsas acusaciones en el pago de un chantaje. La única forma de vencer al separatismo es dejarlo sin oxígeno. No basta con negarle cualquier concesión: hay que impedir que el separatismo utilice las instituciones democráticas para volarlas desde dentro. Si para ello hay que ilegalizarlo, pues se hace. En Alemania los partidos separatistas son ilegales y no veo a nadie escandalizándose por ello.
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Foto: Europa Press.
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Comentarios:
FaramirGL
«Sabemos que nos mienten. Ellos saben que mienten. Ellos saben que nosotros sabemos que nos mienten. Y, sin embargo, siguen mintiendo.»
Alexander Solzhenitsyn.
Los socialistas utilizarán cualquier herramienta a su alcance para mantenerse en el poder. Son completamente incapaces de dejar de mentir, porque creen ser «los buenos» en una lucha épica contra el malvado fascismo y tal. Y, claro, para ganar su épica lucha, cualquier apaño es justo y necesario: el fin justifica los medios, en sus cabezas sectarias.
En cuanto a los nacional-socialistas, sólo hacen lo que es natural en ellos. ¿Qué vas a esperar de un escorpión, sino una picadura venenosa? Y, ¿qué se hace con los escorpiones?
12:32 | 28/06/25
isanchezgil
Sin embargo, yo creo que no se trata del chantagista y el chantajeado, sino que ambos comparten ese mismo principio del odio a España y a los valores que esta palabra representa. No solo un país, sino sus valores y principios.
Los socialistas, desde Zapatero, pero también durante la segunda República, han deseado lo que deseaba toda la izquierda: una federación-confederación de los»países» que componen el territorio español, y, por supuesto, ellos mandando en cada paisillo; cosa que, viendo como se han comportado a lo grande (robando a manos llenas), nos permite imaginar lo que harían si mandaran (mangonearan) a lo pequeño.
No son los de la CUP-Esquerra los que odian a España, sino todos cuantos se dicen de izquierda: PSOE, Izquierda Unida (Sumar), Bildu-ETA, etc., etc., que no se nos olvide.
19:20 | 28/06/25
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