Una abogada explica por qué no apoyará la huelga feminista de la ultraizquierda el 8M

Se llama Yobana Carril y es abogada. Es madre de un niño y una niña, y ayer publicó en un vídeo sus motivos para no secundar la huelga feminista de la ultraizquierda para este 8 de marzo.

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"Las mujeres en estos momentos tenemos las mismas oportunidades que cualquier hombre"

Yobana considera que "creo que llega con 50 años de retraso. Las mujeres en estos momentos tenemos las mismas oportunidades que cualquier hombre. A nosotras nadie nos impide ni estudiar una carrera universitaria ni optar al puesto de trabajo que queramos. De hecho, en algunas cosas tenemos bastantes más ventajas que los hombres. A la hora del divorcio, con respecto a la custodia de los hijos y al uso de la vivienda, yo tengo bastantes más probabilidades de quedarme con mis hijos 26 días al mes que el padre de estos niños". Así mismo, Yobana dice a las feministas: "esta huelga deberíais hacerla en países como Irán, Irak, Arabia Saudí... donde verdaderamente las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres y son tratadas como ciudadanas de segunda. El día que queráis hacer un 8 de marzo en uno de esos países os apoyaré, porque ahí tendréis razón. Que pretendáis que en un país como España las mujeres no tenemos los mismos derechos y que las mujeres somos ciudadanas inferiores a los hombres me hace casi hasta reír". Podéis ver aquí su vídeo completo:

Me alegro de que mujeres como Yobana alcen su voz frente al intento de algunos de hablar en nombre de todas las mujeres sin tener autoridad para ello. Durante mucho tiempo las mujeres han recorrido un largo camino para tener los mismos derechos que los hombres. En los países occidentales ya lo han conseguido, aunque algunas personas insistan en hacernos creer que en España las mujeres están peor que en Irán o en Arabia Saudí. Lo que no tiene sentido es que las mujeres hayan pasado de estar sometidas a sus maridos, a tener que obedecer las órdenes de ciertas fanáticas de izquierdas, que no toleran que haya mujeres que opinan de una forma diferente a como lo hacen ellas. Unas fanáticas que, además, están robando el nombre del feminismo para disfrazar unas ideas que nada tienen que ver con la igualdad, y lo que es peor: para manipular a las mujeres con fines políticos. Basta ya de engaños.