El testimonio de uno de los policías nacionales que se vieron rodeados por el fuego en Galicia

Ayer os mostré esta foto que encabeza estas líneas. Lo que no me imaginé, al ver a estos coches de la Policía Nacional, era que ese mismo día sus ocupantes estarían a punto de morir abrasados.

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El heroísmo de un grupo de policías nacionales de Vigo

La primera vez que nos cruzamos con estos coches fue en la carretera de Valladares, sobre las seis de la tarde, cerca del Centro Vecinal de esa parroquia viguesa. Iban cinco "zetas" (es como el CNP llama a sus coches patrullas) en dirección de Vigo a Vincios, donde en esos momentos se localizaba uno de los peores incendios de la zona. Circulaban a toda velocidad y al ser una carretera estrecha, paré el coche a un lado para dejarles pasar. Supusimos que iban a evacuar a vecinos, y así era. Nos los volvimos a cruzar más tarde en la PO-331, que une Porriño con Gondomar. Venían de vuelta, otra vez a toda velocidad. Eran las 18:27; lo sé por la hora a la que quedó registrada la foto que os muestro a continuación y que no publiqué ayer (la acabo de añadir al álbum de Flickr). Cuando hice esta foto pensaba que los policías iban camino del Alto de San Cosme. Con tanta confusión no me di cuenta de por dónde se metían. Ahora en casa he visto con detalle la foto y me he quedado a cuadros: estaban subiendo al monte, directamente a la boca del lobo para salvar a vecinos.

Se vieron rodeados por el fuego y algunos llamaron a sus familias para despedirse

Eran coches de la comisaría de Vigo del Cuerpo Nacional de Policía, y hoy el sindicato Unión Federal de Policía de Pontevedra ha publicado en su página de Facebook el testimonio de uno de esos agentes. He decidido traer este testimonio después de leer, con indignación, la enorme cantidad de tonterías que han escrito algunos en las redes sociales estos días, incluyendo algunas personas famosas, cargando contra la Policía y preguntándose dónde estaba el Estado. Mientras esas personas criticaban a la Policía desde sus casas, agentes del CNP ponían sus vidas en riesgo para salvar las de otros. Y cuando digo "en riesgo" no lo digo por decir. Según revela este agente en el testimonio publicado por la UFP, "hubo compañeros que llamaron a su familia para despedirse o desenfundaron la reglamentaria por si se avecinaba el desastre morir sin sufrir". Con "la reglamentaria" se refieren a su pistola de reglamento, para que os hagáis una idea del momento terrible que vivieron. Tenemos una Policía admirable por mucho que algunos miserables no dejen de difamarla. Mi reconocimiento desde aquí a esos agentes, que espero sean condecorados, y para los que no me cansaré de exigir que equiparen su sueldo con el de las Policías autonómicas de una vez. Es lo mínimo que se merecen estos héroes que velan a diario por nuestra seguridad, unos héroes de los que todos deberíamos sentirnos orgullosos.

Os dejo sin más con el testimonio de este agente (he dividido el texto en párrafos, pues el original (se puede leer aquí) venía de una sola pieza), y he señalado en negrita ciertas partes significativas:

Reflexión a día pasado.

Ayer mientras estaba de vacaciones disfrutando de mis hijas, nos convocan del trabajo bb bb que los compañeros están sobrepasados por los incendios. En menos de 5 min me pongo en marcha. Nada mas estar disponibles nos mandan a una zona lejana a la ciudad y en demarcación de la Guardia Civil.

Alli hacemos lo que podemos con los medios disponibles. Pero de repente nos mandan a otro sitio donde la cosa es crítica. Pues resumiendo: después de mas de dos horas desalojando casas, sacando gente con los zetas, peleandonos con la gente que no queria dejar su domicilio (llegando a encerrarse y a esconderse dentro), la cosa se pone muy muy jodida y estamos a punto de ser rodeados por varios frentes de fuego con llamas de mas de 20 metros de altura.

3 dotaciones van delante para comprobar que la unica salida que, sospechamos, puede ser viable esté en condiciones. A mitad de camino nos dicen que tiremos cagando h*****s que la cosa esta muy fea. Cuando llevamos un kilometro recorrido un golpe de fuego nos envuelve y nos obliga a retroceder mientras los 3 coches que van delante casi no salen. Volvemos al punto de partida. Fuego por todos lados y humo que no nos deja ver a mas de un metro delante nuestra. Solicitamos urgentemente y de forma desesperada que nos saquen de alli y los bomberos no pueden (si intentan acceder a nuestro punto fijo que caian). Tras mas de 3 horas encerraos y aguantando como podemos conseguimos salir.

Resultado: muchisima gente desalojada y salvada de aquel infierno, casas salvadas, zetas con partes derretidas, etc, etc..... y, desgraciadamente, 2 muertos. Pues bien, despertarte hoy viendo que un familiar de la fallecida nos echa la culpa diciendo que nosotros la echamos al fuego nos deja un poco hechos polvo. Todos los que alli estuvimos tenemos la conciencia muy tranquila. Hicimos lo que pudimos, poniendo en riesgo nuestras vidas por salvar la de ellos. Inclusive hubo compañeros que llamaron a su familia para despedirse o desenfundaron la reglamentaria por si se avecinaba el desastre morir sin sufrir (para que os hagais una idea de los momentos que alli vivimos).

Solo me queda dar el pesame a la familia de las personas fallecidas y pedirles perdon por no poder hacer nada mas. Tengo mal cuerpo pero fue imposible hacer mas. Lo siento por el tocho pero a veces uno necesita desahogarse . Muchas gracias a todos los compañeros que estuvimos alli y sobre todo a dos de nuestros jefes que estuvieron con nosotros en primera linea y dandonos animos.

FUERZA Y HONOR!!!!!