Sé que es un tema prosaico, pero no todo en este blog va a ser política y puestas del sol... Además, la última vez que cambié de móvil fue antes de empezar esta bitácora, y creo que no está de más comentar algo que no hacía desde hace más de dos años y que, además, ha sido esta vez para mejorar considerablemente.
Bueno, para empezar, he hecho la portabilidad a Vodafone. He sido cliente de Movistar desde enero de 2003, y antes lo fui de Amena (esa compañía en cuyos anuncios sale la gente bailando, seguramente simulando los gestos de sus clientes mientras buscan cobertura...). Movistar no me ha dejado muy satisfecho, sus ofertas y promociones son más bien flojas, pero lo que definitivamente me ha animado a cambiarme ha sido la campaña de Vodafone con los teléfonos 3G. Aprovechando su promoción veraniega, he comprado un Sharp 770SH.
Conocí este modelo gracias a una amiga que también se ha pasado a Vodafone y ha comprado el mismo teléfono. También estuve consultando webs y foros especializados sobre el tema, yo no compro nada sin antes informarme bien. Hasta ahora yo me había decantado por los Sony-Ericsson, me salieron muy bien, son móviles bien diseñados (defecto profesional: a mí todo lo que compro me tiene que entrar por los ojos) y muy capaces. Tuve un J70 (como el que sostiene la chica de la foto, muy bueno para su momento) y tengo ahora un T630 y estoy encantado. Lo que me ha llevado a cambiar de compañía y de marca son las buenas prestaciones del 770SH y las mucho mejores ofertas para los clientes que tiene Vodafone (señores de Movistar: ¡espabilen!). El móvil es una maravilla, y además a buen precio. Que conste que Sharp y Vodafone no me paga ni un céntimo por promocionarles el producto, ¿eh? 🙂
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