¡Libertad!

En enero de 1981, en su juventud y cuando militaba en la izquierda, Federico Jiménez Losantos firmó el Manifiesto de los 2.300, en el que se defendía algo tan elemental como la libertad lingüística en Cataluña. A consecuencia de ello sufrió el acoso político del nacionalismo catalán y un secuestro a manos de los terroristas de Terra Lliure, que le liberaron tras ametrallarle las piernas. Como consecuencia de esto, Federico y otros intelectuales firmantes del manifiesto -entre ellos Amando de Miguel- tuvieron que exiliarse de Cataluña e irse a vivir a otros lugares de España.

Este exilio lo han vivido en el País Vasco 200.000 personas que se han tenido que ir de su tierra al no soportar la falta de libertad, las intimidaciones, las amenazas y la violencia terrorista. Llamemos a las cosas por su nombre: en todas las regiones españolas en las que el nacionalismo ha alcanzado el poder se han multiplicado exponencialmente las prácticas liberticidas para someter a toda la población a los dictados ideológicos nacionalistas. El pluralismo y la libertad se han visto gravemente perjudicados, desde el terreno de la enseñanza hasta algo tan simple como el uso de la lengua española en diversos ámbitos de la vida pública o privada, como por ejemplo el comercio.

En España acabó en 1975 una dictadura marcada por un fuerte discurso nacionalista y por la falta de libertad, y al cabo de los años hemos caído de nuevo en determinadas situaciones que se parecen demasiado, para quienes las sufrimos, a la vida bajo una dictadura nacionalista y liberticida. Tengo 30 años y quiero que las generaciones futuras crezcan en una sociedad libre y democrática, en la que puedan hablar la lengua que les dé la gana y expresar libremente sus opiniones sin que nadie les coaccione ni les discrimine por ello. Es triste tener que estar pidiendo algo tan básico y elemental ya metidos en pleno siglo XXI, pero así es de penosa la situación que vivimos en algunos sitios de España.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. Hurssel

    Freiheit!!! ¡¡¡Libertad!!!

  2. Agnetem

    ¡Gran película Sophie Scholl! La he visto hace poco por recoemndación de Elentir, ya que me la perdí en su estreno. Y sí:

    FREIHEIT!

    Yo, gracias a Dios, vivo en una comunidad en la que, aunque sus políticos la quieran hacer «realidad nacional», no se siente ni se aspira a ningún nacionalismo. Creo que el nacionalismo es un empobrecimiento: la complejidad natural de la sociedad abierta y democrática es destruida por el nacionalismo reduccionista y pacato.

  3. No os imagináis hasta qué punto una sociedad puede ir siendo dominada por el nacionalismo, anulando la capacidad de crítica sobre cosas tan elementales como la falta de libertad para elegir el idioma en el que quieres escolarizar a tus hijos, o en el que quieres recibir los impresos del ayuntamiento. Es esperpéntico.

    Ya pasó en el País Vasco, está ocurriendo en Cataluña y también está pasando en Galicia. Suma y sigue. Son una camarilla de políticos los que salen ganando a costa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.