Green Zone. Distrito protegido

Esta tarde he visto la última película protagonizada por Matt Damon y dirigida por Paul Greengrass, director de la segunda y tercera parte de la saga Bourne con el mismo actor en el papel principal. Con estos ingredientes el éxito estaba claro, al menos para quienes salimos encantados de las películas de la citada saga. Se podría decir que esta película es como convertir a Jason Bourne en un soldado del US Army durante la invasión de Irak en 2003.

La película tiene muchas dosis de acción, una buena historia -una ficción basada en un escenario real de guerra- y un Matt Damon que está igual de bien en su papel que en las películas en la que hacía de amnésico sicario de la CIA. Los componentes de la historia son los mismos: una conspiración y un soldado que se propone sacar a la luz la verdad. No os cuento más, que con lo que nos ponen en los trailers hoy en día ya es demasiado. La película me ha gustado mucho. Os la recomiendo.

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Comentarios:

  1. Pues el Newsweek no la pone muy bien:

    Greengrass shows us very well that it was stupid to allow the looting, that de-Baathification and dismantling the Army were bad ideas, and that all of it led to the insurgency. But then he tells us that we still might have accomplished the mission had one man—one rogue, truth-seeking officer—tracked down a little black notebook whisked away by a Saddam loyalist. In other words, Paul Greengrass compresses the complexity so painstakingly assembled by Chandrasekaran into one notebook that contains one secret that reveals the one important source that only one journalist discovered after speaking to one evil administration official. But in the real Iraq, there were many secrets, many heroes, many villains and accomplices (witting and unwitting), and plenty of good and bad journalism.

    Como película de acción puede estar bien. Pero, creo, que simplifica demasiado lo que pasó.
    PS: Aviso, no la he visto, pero Newsweek ha criticado mucho a Bush por la invasión de Iraq, por lo que cualquier crítica a una película anti-Bush (y esta lo es, Matt Damon es un contribuyente demócrata convencido a quien Sarak Palin le parece «una bruja mala de Disney» y le da miedo) o anti-invasión de Iraq, hay que tenerla en cuenta.
    Artículo.

  2. Hay que ver la película hasta el final para darse cuenta de que la cosa no es tan simple…

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