La izquierda vuelve a agitar la mordaza de la censura contra Intereconomía

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), entidad muy afín al PSOE, ha denunciado a Intereconomía ante el Consejo Audiovisual de Andalucía por unas "palabras de Xavier Horcajo que en su programa de Intereconomía Televisión ha querido degradar a Carla Antonelli y a las personas transexuales en general dudando de su género, su nombre y su realidad". ¿Y qué dijo Horcajo? Pues se refirió a la transexual Antonelli como "Carla, Carlos, Carlitos, Carlines o lo que sea" y la presentó como "esta señora de aspecto lozano". Tras citarla como "chica, chico, chique, lo que sea", Horcajo dijo que si el PSOE quería mostrar su respeto por la pluralidad "me gustaría más que hubiera incorporado a alguien con Síndrome de Down o que incorporase a alguien enfermo de SIDA".

Las menciones chistosas a Antonelli podrán gustar o no, pero no son insultos. Las preferencias personales de Horcajo para las listas del PSM son opiniones más o menos discutibles, pero no son insultos. Si la FELGTB buscaba un pretexto para censurar a Intereconomía, ha elegido uno muy pobre. Insultantes son ciertas marchas convocadas por la FELGTB en las que se han lanzado todo tipo de ofensas contra los que no opinan como esa asociación. Insultante es que la FELGTB equipare a los terroristas de Hamás con Israel, sobre todo teniendo en cuenta que en la Gaza controlada por Hamás ser homosexual es motivo de persecución, mientras que en Israel -que es un país democrático- los homosexuales gozan de total libertad.

¿Es Carla Antonelli un ejemplo del respeto que exige la FELGTB?

Me pregunto qué habría dicho la FELGTB si Intereconomía se hubiese referido a Antonelli con expresiones tan despectivas como "parásitos púrpuras que a modo de sanguijuelas se nos han pegado al cuello desde hace dos mil años": escrito por la propia Antonelli refiriéndose a la Iglesia, en un artículo publicado por El Plural en diciembre de 2008. En octubre de 2009 Antonelli participaba en un polémico calendario que ridiculizaba a la religión católica. En diciembre, tachaba a la Iglesia de "unas de las peores plagas que han infectado este planeta" en otro artículo en El Plural. El 14 de abril de 2010, en su web carlaantonelli.com se refería al Vaticano en estos términos: "estos señores tienen que terminar con sus huesos en la cárcel". En octubre, Antonelli participó en una protesta ante la sede nacional del PP en la que se exhibieron pancartas con lemas como "la derecha no folla pero jode".

Visto lo visto, entre Antonelli y el más joven de mis tíos, que tiene Síndrome de Down, yo como que me quedo con mi tío, que demuestra ser mejor persona... Aunque me parece que mi tío nunca se metería en un partido que ha hecho todo lo posible para autorizar la eliminación antes de nacer de todo niño que tenga el Síndrome de Down.

¿Por qué recurren a órganos de censura y no a los juzgados?

Copio literalmente un párrafo del comunicado de la FELGTB:

"La FELGTB entiende que se trata de una agresión transfóbica contraria a la ley y ha interpuesto una reclamación ante el Consejo Audiovisual de Andalucía que ya elevara la queja particular por la que se multó la homofobia de Intereconomía."

Desde luego, no veo dónde está tal "agresión", pero si la FELGTB lo entiende así y considera que Horcajo ha vulnerado la ley, ¿por qué no le llevan ante los tribunales? En una democracia, los encargados de juzgar si algo constituye un abuso de la libertad de expresión son los jueces. El castigo a cualquier posible abuso de la libertad de expresión sólo corresponde a órganos políticos como el CAA en regímenes autoritarios donde no existe la separación de poderes ni el derecho a la tutela judicial, como ocurre en las dictaduras. Un órgano político de censura, en especial cuando lo controla un partido político afín al denunciante, supone para éste la garantía de que su denuncia no será vista por un juez independiente, sino por cargos políticos, con evidente interés de parte en el caso. Esto garantiza, además, la indefensión del acusado. ¿La FELGTB tiene miedo a que un juez no le dé la razón y por eso recurre a un órgano político de censura controlado por sus amigos del PSOE?

La descarada doble vara de medir del PSOE ante los insultos

A su vez, el Partido Socialista de Madrid ha pedido a Intereconomía "el cese de Xavier Horcajo por sus inadmisibles manifestaciones hacia Carla Antonelli". Tomás Gómez, secretario general del PSM, ha dicho que "no es la primera vez que se insulta gravemente a una persona en este país en ese medio de comunicación", y tras mencionar los anuncios que aparecen en Intereconomía TV, ha afirmado: "exigimos también que el gobierno del Partido Popular de la Comunidad de Madrid deje de financiar ese medio de comunicación".

Las declaraciones de Gómez son el colmo del sarcasmo si tenemos en cuenta que un importante dirigente del PSM, el alcalde de Getafe Pedro Castro, insultó en diciembre de 2008 a "los votantes de la derecha" tachándoles de "tontos de los cojones". A pesar de la gravedad del insulto, Castro no sólo no fue cesado de sus responsabilidades en el PSM, ni el partido le recriminó ese insulto, sino que tampoco le exigió dimitir ni como alcalde de Getafe ni como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, cargos que sigue ocupando hoy en día. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, llegó a calificar aquel insulto como "una anécdota". Se evidencia una vez más, así pues, que para el PSM hay dos varas de medir el respeto: una para la izquierda y otra para la derecha.

De hecho, no se vio al PSOE exigiendo a PRISA el cese de Maruja Torres como columnista de El País, ni hizo petición alguna para cancelar la publicidad institucional en ese medio cuando Torres llamó "hijos de puta" a los votantes del PP tras las elecciones municipales de 2003. Tampoco se vio al PSOE exigir el cese de Daniel Anido y la supresión de la publicidad institucional en la Cadena SER cuando Anido llamó "pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados" a varios periodistas críticos con el gobierno desde la emisora de PRISA. Es más: cuando Víctor Manuel llamó "hijo de puta" al portavoz de la Conferencia Episcopal, el PSOE no sólo no se lo reprochó sino que cuatro meses más tarde se jactaba de su respaldo a la "Plataforma de Apoyo a Zapatero".

Tomás Gómez y el extremismo ideológico: la paja en el ojo ajeno

Lo más hilarante es ver a Gómez diciendo que Intereconomía "representa el extremismo ideológico más bochornoso que nunca hemos tenido la oportunidad de escuchar". Esto resulta irónico viniendo de alguien que milita en el partido de Pablo Iglesias, un señor que hacía apología del terrorismo desde la tribuna del Parlamento. Hablamos del mismo partido que ha compartido filas en la Internacional Socialista con los partidos de los depuestos dictadores de Túnez y Egipto. Desde las filas del PSOE se ha defendido la censura de webs por vías extrajudiciales -la famosa Ley Sinde-; la violación de los derechos constitucionales de los ciudadanos mediante la imposición lingüística del catalán y del gallego en las escuelas; las multas lingüísticas a los comerciantes catalanes que rotulan sus negocios en castellano; han logrado aprobar una ley que consagra la discriminación sexual más radical, al castigar ciertos actos y conductas de forma desigual en función del sexo del condenado, siendo delito si lo comete un hombre y falta si lo comete una mujer; incluso han llegado a proponer cosas tan aberrantes como el suicidio asistido; y en lo más grave de todos los años que llevamos de zapaterismo, han conseguido aprobar la ley más brutal e injusta de la democracia, una ley que convierte en derecho algo tan horrendo como matar a un ser humano inocente e indefenso en los primeros meses de su vida.

La verdadera causa de la campaña de acoso contra Intereconomía

Todas esas muestras del más brutal de los extremismos ideológicos han sido criticadas desde los medios del Grupo Intereconomía. Es por eso, precisamente, por lo que el PSOE y sus afines están desarrollando una campaña de acoso muy similar a la que desataron contra la COPE durante el primer mandato de Zapatero. Se trata de una campaña cuyo fin más que evidente es someter a los medios que no coinciden con los dictados ideológicos del gobierno socialista, valiéndose para ello de excusas tan pobres como la que ahora utilizan el PSOE y sus amigos de la FELGTB. De lo que se trata aquí es de que Intereconomía se someta al discurso progre o eche el cierre. Y como en las dictaduras -un tipo de régimen que los socialistas han asociado numerosas veces a su conquista del poder-, para ello recurren a organismos de censura impropios de una democracia. Desde luego, lo denunciable aquí no es que en un medio se hagan comentarios chistosos: lo denunciable es el empeño del partido en el poder por perseguir, multar y censurar a los discrepantes.

Más artículos sobre el acoso sistemático a Intereconomía:

- Cambio de frecuencia a cuatro medios críticos a las puertas de las elecciones. 3 de febrero de 2011
- Carlos Dávila y Maite Alfageme: historia de una causa grotesca. Relato de la persecución judicial lanzada -y perdida- por la exvicepresidenta De la Vega contra Intereconomía. 20 de enero de 2011
- Agresiones contra Intereconomía en Madrid y Barcelona durante la huelga general convocada por sindicatos de izquierdas. 29 de septiembre de 2010
- El gobierno multa a Intereconomía por criticar el ‘día del orgullo gay’. 2 de julio de 2010
- Solidaridad con Intereconomía ante una nueva agresión a reporteros de esa cadena en Barcelona. 30 de abril de 2010
- Barcelona: tres periodistas de Intereconomía TV, agredidos por nacionalistas en la Diada. 11 de septiembre de 2009

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Comentarios:

  1. Dinah

    Pienso que una cosa es dar tu opinión sobre una persona y otra muy distinta es faltarla. Este señor, Horcajo, tenía un campo muy abierto para ello, hablando de la idoneidad o no de Carla Antonelli en el plano político, sus estudios, su experiencia, que al fin y al cabo es para lo que se la incluido en ese conjunto político. Pero recurrir a la chanza sobre aspectos físicos… Es como si ahora criticáramos al gran Xavier Esparza por llevar un parche (algo tremendamente injusto e inmoral el hacerlo). Por eso pienso que esta vez, Intereconomía se ha equivocado y mucho.
    Saludos, Elentir.

  2. Dinah

    Y no me sirve de nada el sacar otros comentarios de la misma Antonelli o de demás personas. Por supuesto que también reprobables pero… ¿entonces hay que jugar todos al mismo juego? ¿A ver quien es más destructor y ofensivo? Oh, lo siento, pero no lo creo.

  3. M. Soto

    Ante las palabras de Antonelli que transcribes y otros insultos y blasfemas de los gays (como colectivo o individualmente) hacia la Iglesia me estoy empezando a preguntar seriamente si, en el fondo, no estarán motivados por algo, pues me cuestra creer que alguien sin sentirse atacado pueda atacar con tal saña. He de reconocer que esta reflexión que antes no se me pasaría por la cabeza la hice cuando leí en los comentarios de una noticia a una lesbiana que decía hablando precisamente de los ataques de ciertos gays a la Iglesi que «si no nos sientésemos insultados y atacados no atacaríamos ni insultaríamos» y a algo más. La verdad es que razón no le falta a la chica que hizo ese comentario: es la universal reacción al ataque. Por eso estoy bastante confusa, porque nunca hice semejante ejercicio de empatía…

  4. Dinah: «Pienso que una cosa es dar tu opinión sobre una persona y otra muy distinta es faltarla. (… Pero recurrir a la chanza sobre aspectos físicos…»

    Lo de la opinión sin faltar podría aplicárselo Antonelli, a la vista de sus insultos. En cuanto a aspectos físicos, ¿vivimos en el mismo país donde gente de izquierda se ha reído hasta hartarse del bigote de Aznar, de la estatura de Federico Jiménez Losantos o de la obesidad de Cristina López Schlichting? La única referencia que hizo Horcajo a Antonelli fue precisamente para elogiar su físico. Vamos, que siendo un presentador de derechas ya ha hecho lo suficiente para fusilarle.

    Dinah: «¿entonces hay que jugar todos al mismo juego?»

    La pregunta correcta es: ¿tenemos que jugar todos con las mismas reglas de juego, o existen unas para la izquierda y otras muy distintas para la derecha? ¿Por qué montan un follón por unos comentarios chistosos de un presentador de Intereconomía los que no dijeron ni pío sobre los insultos -algunos directamente injuriosos- de personajes de izquierda que cito en esta entrada?

  5. M. Soto

    Con mi anterior comentario no quiero en absoluto justificar los ataques a la Iglesia, Dios me libre de tal cosa, sino que quise expresar que tras ese ejercicio de empatía que hice puedo llegar a entender los motivos que llevan a esa gente a atacarla. Espero que no se me malinterpretase.

  6. Logos

    Puedes si quieres enumerar casos en los que tu creas que se haya faltado al respeto hazlo, pero primero haz una fuerte crítica a lo que dijo Horcajo. A mi las personas que intentan justificar lo injustificable me dan miedo. Puede que para el señor Horcajo o para gente que lo sigue una gracieta con más o menos gusto pero resulta que por ser transexual hasta hace relativamente poco tiempo mucha gnete ha sido reprimida, insultada, encarcelada, ninguneada hasta por su familia…y por lo que tengo entendido Carla Antonelli es una activista que por su condición de transexual se ha llevado palos. Por favor estamos hablando de algo muy serio que es una cuestión que sólo se puede arreglar con educación y gente como el señor Horcajo no ayuda en nada.

  7. M. Soto, aplicando la misma lógica, ¿Horcajo habría hecho comentarios chistosos sobre Antonelli si ésta no se hubiese dedicado antes a insultar a la Iglesia?

    Logos: «Puedes si quieres enumerar casos en los que tu creas que se haya faltado al respeto hazlo, pero primero haz una fuerte crítica a lo que dijo Horcajo.»

    A ver si lo he comprendido: para poder criticar los insultos injuriosos lanzados por otros, ¿antes tengo que condenar los comentarios chistosos -que no insultos- de Horcajo? ¿Han hecho eso que me pides con los insultos de la izquierda quienes ahora piden crucificar a Horcajo y a Intereconomía? Una vez más observo que en materia de respeto algunos tenéis una manga anchísima para la izquierda y una estrechísima para la derecha. Ya puedes esperar sentado a que yo aplique esa doble vara de medir que, dicho sea de paso, suele venir acompañada de exigencias inquisitoriales. Si algunos sois incapaces de actuar con ecuanimidad, allá vosotros, pero no pretendáis imponernos a los demás vuestro sectarismo.

  8. El Tíol Bastón

    Dinah: creo que hay una ligera diferencia entre reírse de algo físico de lo cual uno no tiene la culpa, y hacerlo de algo que uno mismo ha escogido tener o ser. En este segundo caso, si a uno no le hace gracia que se burlen de él, es su problema y siempre tiene ocasión de cambiárselo. Y si no le gusta que la gente se ría de él y tampoco quiere dar el brazo a torcer, es su problema.

    Me explico. A mí, que no me parece lícito (y por parafrasear a Elentir) reírme de la estatura de alguien, o de su obesidad, sí me lo parece reírme de una persona que dice ser lo que no es por haber adquirido voluntariamente mediante cirugía y tratamientos cierto aspecto físico externo, hasta el punto de que se le arranca un solo pelo, cae al suelo, lo recoge un biólogo y éste puede, con un experimento de laboratorio hoy corriente, identificar su verdadero sexo.

    La inclusión de personajes como éste en las listas de un partido no es índice de pluralidad, sino de hasta qué punto se está dispuesto a falsear la realidad con tal de convertir a la sociedad en lo que a uno le gustaría que fuese en lugar de lo que es en su justa realidad natural al estar constituida por seres humanos.

  9. Dumiensis

    Tengo que reconocer que me resultó súper-enjundioso el comentario de M.Soto: Elentir plasmó magníficamente los justificados motivos de Horcajo, pero M.Soto me dio a entender que un travelo bien puede «justificar» sus ataques/insultos por su segura y terrible discriminación a la que habrá sido sometido a lo largo de su vida; de hecho la frase «es la universal reacción ante el ataque» no sólo me parece cierta sino incluso humanamente comprensible. Yo, a diferencia de M.Soto no soy capaz de ser empático, y reconozco que envidio a la gente que sí lo es (entre ellos muchos de mis mejores amigos), pues suelen ser personas amigos de todos (si bien no tolerantes con todos ni con todo), que por lo menos saben ponerse en el lugar de las otras personas, aunque no compartan, desde luego, sus postulados o actuaciones. Me encantaron esas lineas de M.Soto, pues también me hicieron reflexionar: una persona (pongamos un transexual o un homosexual) a la que insultan, discriminan, atacan, pegan, desde pequeño en el colegio y luego en el instituto y después… ¿no es lógico que identifique, cuando haya madurado, a los sectores de donde provenían esos ataques e insultos cotidianos y acabe por reaccionar pagándoles con la misma moneda?? Me parece espeluznante por muchas razones, pero también me parece cruelmente justo.

  10. Dumiensis: «Me encantaron esas lineas de M.Soto, pues también me hicieron reflexionar: una persona (pongamos un transexual o un homosexual) a la que insultan, discriminan, atacan, pegan, desde pequeño en el colegio y luego en el instituto y después… ¿no es lógico que identifique, cuando haya madurado, a los sectores de donde provenían esos ataques e insultos cotidianos y acabe por reaccionar pagándoles con la misma moneda?? Me parece espeluznante por muchas razones, pero también me parece cruelmente justo.»

    Si aceptamos como justos los insultos de un transexual a los católicos por la razón que señalas, entonces admitamos que los socialistas puedan ser insultados impunemente por los cristianos, pues hemos sido históricamente perseguidos en todos los regímenes socialistas, y de forma realmente criminal.

    ¿Abrimos la veda, o esa regla de tres está reservada exclusivamente para colectivos que se significan por su sexualidad?

  11. Dinah

    Elentir, mi única respuesta es la misma que te di antes… Que para justificar unas palabras ofensivas y desagradables (no, no es una simple chanza como tú intentas decir) no se te ocurra otra cosa que decir : Ellos antes dijeron esto, esto y esto… Desde luego, que tú te autodenomines cristiano…

  12. ¿Ahora eres tú el que reparte carnets de cristiano? ¿En qué horarios los emites, de mañana o tarde? En fin, de risa…

    Mira, Dinah, lo que pasa aquí es que algunos equiparáis que como «hijo de puta», «tontos de los cojones» o cosas así con que alguien diga «chica, chico, chique, lo que sea». Y digo equiparáis siendo generoso, porque de los primeros nunca decís ni pío. Tú llamas a lo de Horcajo insulto y yo ya he dicho que no me lo parece, menos aún viendo los insultos bastante bestias que lanzan otros, empezando por la propia Antonelli. Y ahora te digo más: montar un follón por lo de Horcajo y callar como corderitos por los insultos lanzados desde la izquierda te retrata, a ti y a otros. Debéis pensar que muchos españoles somos unos imbéciles dispuestos a aplaudir con las orejas todas las campañas inquisitoriales de la progresía simplemente por miedo a que alguno nos señale con el dedo o nos diga que somos malísimos cristianos. ¡Anda ya!

    Desde luego, no acepto lecciones de respeto de una izquierda que lleva años instalada en el insulto. Y tampoco acepto carnets de cristiano de una izquierda que se pasa los principios cristianos y el respeto a los católicos por la entrepierna.

  13. Jandro

    Gran artículo, Elentir. Aportando información y poniendo las cosas en su sitio, como siempre.

    Para mí, la gracieta de Horcajo no fue oportuna, porque da munición a los más tontos. Pero, desde luego, que ante las palabras de Horcajo colocadas al lado de los insultos vertidos por Antonelli y otros, algunos te vengan a dar lecciones de cristianismo es el colmo de la desfachatez.

  14. Bueno, en realidad no es que la izquierda tenga dos varas de medir: sólo tiene una, aplicada a sí misma; la otra vara, no es de medir, sino de atizar, a la derecha, claro.
    La miga de tu anotación, no obstante todo lo debatido más arriba, creo que es la llaga donde pones el dedo: «el PSOE y sus afines están desarrollando una campaña de acoso muy similar a la que desataron contra la COPE durante el primer mandato de Zapatero».
    Tal vez sea que la herencia filosófico-social de la ‘antigua’ COPE sólo la esté defendiendo, en la trichera, Intereconomía.
    Gracias por poner negro sobre blanco la realidad, y un saludo.

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