Contra las mentiras del separatismo catalán y de la ultraizquierda española

No son 'presos políticos': son políticos presos por violar las leyes y desobedecer sentencias

La Audiencia Nacional ha enviado a prisión preventiva al exvicepresidente y a ocho exconsejeros del Gobierno catalán por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación.

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Creían tener el privilegio de violar la ley con total impunidad

Significativamente, la orden de prisión preventiva dictada contra ellos ha sido justificada por la juez Carmen Lamela por la fuga de Carles Puigdemont y otros exconsejeros a Bélgica. El expresidente del Gobierno catalán y cuatro de sus exconsejeros han desobedecido la citación judicial, por lo que la Fiscalía ha pedido su detención. Este desenlace del golpe separatista en Cataluña era muy previsible. El Gobierno de España ha sido muy suave a la hora de tomar medidas contra los golpistas, incluso les dio la oportunidad de regresar a la legalidad, pero no hicieron caso. El separatismo catalán lleva años incumpliendo las leyes y desobedeciendo sentencias judiciales -por ejemplo, las que amparan el derecho a estudiar en español en Cataluña-, sin que ello tuviese consecuencias. Se habían acostumbrado a la impunidad de tal forma que ya creían tener el privilegio de saltarse las leyes, incluso cometiendo delitos tan graves como el de sedición y el de rebelión, delitos cometidos al violar la Constitución Española y las sentencias judiciales, a fin de promover la separación de una parte de España, usurpando la soberanía nacional.

La ultraizquierda llama 'presos políticos' a los golpistas encarcelados

Ejerciendo una vez más su papel de propagandista del separatismo catalán, Podemos ha salido rápidamente en defensa de sus detenidos. El líder del partido de ultraizquierda, Pablo Iglesias, ha afirmado esta tarde en su Twitter: "Me avergüenza que en mi país se encarcele a opositores. No queremos la independencia de Cataluña pero hoy decimos: libertad presos políticos". Esta irresponsable y demagógica declaración es un nuevo episodio del apoyo que viene manifestando Podemos al separatismo catalán, en el marco de una estrategia para desestabilizar la democracia española a fin de obtener votos para una opción populista que surgió de las filas del comunismo.

Pablo Iglesias confunde la tolerancia con la impunidad

Obviamente, esos políticos separatistas no están en prisión por hacer oposición al Gobierno, como da a entender Pablo Iglesias. Prueba de ello es que Pablo Iglesias y otros políticos españoles llevan años haciendo oposición al Gobierno sin haber sido acusado nunca de ningún delito por ello. España es una de las democracias más avanzadas del mundo. En España es totalmente legal criticar al Gobierno e incluso manifestarse contra él. De hecho, la izquierda disfruta de una tolerancia que incluso podríamos calificar de excesiva. Una prueba de ello es que Pablo Iglesias incluso ha elogiado a quienes agreden a agentes de Policía e incluso ha apoyado a un miembro de Podemos encarcelado por agredir a puñetazos a un concejal socialista, y a pesar de tratarse de claras incitaciones a la violencia, ningún juez le pidió explicaciones por ello.

La estrategia de Podemos y del separatismo: cuanto peor, mejor

Algo así sería impensable en países como Venezuela. Precisamente, Podemos viene apoyando a la dictadura chavista mientras se dedica a desprestigiar a la democracia española, con absoluta desfachatez. La obediencia del partido de ultraizquierda hacia esa dictadura está por encima incluso de los derechos humanos: el partido de Pablo Iglesias se ha negado a pedir la libertad de los presos políticos venezolanos en tres votaciones parlamentarias, y eso a pesar del encarcelamiento de líderes de la oposición en prisiones militares -algo impensable en una democracia-, el asesinato de manifestantes de la oposición democrática, y las torturas perpetradas en las cárceles venezolanas, unas violaciones de derechos humanos denunciadas por la ONU y la Unión Europea. Mientras Podemos apoya a esa dictadura brutal, sus socios parlamentarios comunistas de Izquierda Unida llaman "institución criminal" a la Unión Europea pero se niegan a definir como "dictadura" a Venezuela. Indudablemente, la calificación absurda que ha hecho hoy Pablo Iglesias sobre los golpistas encarcelados no significa que sea incapaz de distinguir entre un preso político y un político preso. Conoce muy bien la diferencia. Pablo Iglesias miente y lo hace para crear tensión y fomentar una cultura de la subversión, el único escenario del que su partido extremista y populista puede obtener algún resultado que le satisfaga. El separatismo y la ultraizquierda tienen un denominador común: cuando peor le vaya a España, mejor para ellos. Una estrategia antiespañola que debe ser denunciada en todos los ámbitos posibles.

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(Foto: Libertad Digital)

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Comentarios:

  1. pacococo

    En efecto son políticos presos, por no cumplir con lo que prometieron, por ejemplo acatar la constitución.

    La cuestión es si los medios insistirán en ese detalle de colocar las palabras en su debido orden. Y es importante que los medios insistan en que son políticos presos.

    En cuanto a D. Pablo, está en plan delirante, ya ha perdido todos los que le votaron creyendo que era la solución. Ahora sólo le quedan los que tienen pocas neuronas y en un poco tiempo quedarán solo los que tengan una y de vacaciones.

  2. Luna

    Comenté tiempo atrás que Puigdemont ha llegado a una figura delictiva sin precedentes, ya que hasta la fecha nadie había «presidido» los delitos perpetrados por una banda. Lo común es dirigirlos, pero él ha ido más allá. Y ahora nos llega en una doble imagen del sedicente (no confundir con sedicioso, que también) y prevaricador, pero en una fórmula surrealista e inimaginable: Dicta sentencias a sabiendas de que no sólo son injustas, sino que son profundamente ilegales.

    Así, nos dice -supuestamente desde Bruselas, que vaya usted a saber- que «sigue siendo presidente electo y como tal, EXIGE impunidad, incumplimiento de la Constitución, blablablá… Tan sedicente, que nadie le votó pese a que él diga que sí, le puso su partido a dedo después de pactar con la CUP; que le destituyeron y él no acata esta circunstancia.

    Tan sedicioso que llevó a todos a la cárcel por el proceder que él presidía para subvertir la democracia, tan asqueroso que decía que estaba en Bruselas poco menos que atrincherado, «esperando un juicio justo», como si en España no fuera de esperar otra cosa

    Tan traidor, que dice presidir una «república» sin dar ninguna disposición públicamente conocida desde su «repatriación»… aunque a saber los cheques y transferencias que viene firmando. Tan esperanzador, que tiene a sus hijos en Rumanía, por lo que pudiera pasar.

    Tan «exiliado» que se «expatrio» cuando ninguna medida cautelar ni orden de búsqueda pesaba sobre él y haciendo uso de su libre circulación.

    Y tan irresponsable que no da la cara y le importa muy poco que al resto de su «república» (exvicepresidente, Consejeros y Presidente del parlamento Autonómico) los tengan en prisión como medida preventiva, por su fuga flagrante (que ahora sí lo es por haber desacatado y negarse a comparecer).

    Lo que pretende pablo Iglesias es generar una judicatura estamentaria, en donde el aforamiento sea la garantía de blindaje contra toda pena. O dicho de otra forma: Las garantías perpetuas del beneficio de inventario de las sentencias para los políticos de izquierdas y no/derechas. (Para estos últimos, que sean tratados como el resto de ciudadanos, como simples mortales.)

  3. Leo

    Creo que no hay ningún país en el mundo, o al menos a mi no se me ocurre, que haya encarcelado a todo un Parlamento escogido democráticamente y abra causas contra 700 alcaldes escogidos democráticamente.

    Habría que buscar en las dictaduras de África y aún así lo dudo…

  4. Leo, para empezar, no sé a qué país te refieres, porque no conozco a ningún país -ni siquiera africano- que haya encarcelado a todo un parlamento. En España no ha ocurrido, desde luego, y esta entrada va sobre España. Esto es una entrada sobre temas de actualidad, no sobre literatura de ficción.

    En cuanto a los alcaldes, ¿conoces algún país en el que 700 alcaldes digan públicamente que no piensan respetar las leyes del país? Según tú, ¿ese acto de sedición debe salir gratis, a pesar de estar tipificado como delito en el Código Penal y castigado con la cárcel?

    Dicho sea de paso, el Código Penal lo ha aprobado un Parlamento democrático elegido por los españoles. Los mismos españoles que aprobaron por abrumadora mayoría esa Constitución que los golpistas pretenden dejar en suspenso en Cataluña. Lo digo porque leyendo a algunas personas da la impresión de que la Constitución y el Código Penal los impuso una dictadura africana. Pues va a ser que no.

  5. Sharovarov

    Vaya, vaya, El País diciéndole a la coleta que no son presos políticos, sino políticos presos.

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