El PP recurrió al miedo a la ultraizquierda y ésta ha rentabilizado su violencia

Galicia y los resultados de Vox: el éxito del voto del miedo y del acoso ultraizquierdista

He leído muchos comentarios sobre los resultados de Vox en las elecciones gallegas en las últimas horas, algunos de ellos muy injustos, y por eso escribo esta entrada.

¿Elecciones libres? Vox sufrió 24 agresiones y actos de acoso en la campaña gallega y vasca
La batasunización de Podemos ha acabado engordando a monstruos aún peores que él

Mi agradecimiento a la gente de Vox por el trabajo realizado

Como sabéis los lectores habituales de Contando Estrelas, soy gallego y resido en Vigo. Lo primero que quiero expresar aquí es mi agradecimiento a la gente de Vox en Galicia por el duro trabajo que han hecho en esta campaña, y también a la gente de Vox del resto de España que ha venido a esta comunidad a echar una mano, especialmente a los voluntarios que vinieron ayer para ser apoderados y velar por la limpieza del proceso electoral. Muchos de ellos han venido sabiendo que por la noche tendrían que volver a sus hogares para trabajar al día siguiente. Su entrega es digna de un homenaje, y como gallego y votante de Vox lo mínimo que puedo dedicarles desde aquí es mi gratitud y mi aplauso por los sacrificios que han asumido.

El resultado de Vox en las elecciones gallegas

Antes de que empezase la campaña de las elecciones gallegas ya advertí a algunas personas que Vox lo iba a tener muy difícil en estas elecciones. Los resultados de ayer, lamentablemente, han confirmado mi pronóstico. En las elecciones generales de noviembre Vox logró en Galicia 114.834 votos, el 7,8%. Ayer tuvo 26.485 votos, el 2,03%. Se han perdido en unos meses 88.349 votos. Ciertamente, y por muchas vueltas que le demos, es un mal resultado. ¿Cuáles fueron las causas?

El éxito de la apelación por parte del PP al voto del miedo

Por supuesto, como todo en la vida, no existen las explicaciones simples. Hay muchos factores a tener en cuenta. Se me ocurren algunos. En primer lugar, el voto del miedo. El 1 de julio ya advertí aquí que era la baza que estaba usando Feijóo, cuando advirtió a los votantes de centro-derecha de la posible victoria de "un multipartito de 10 partidos", formado por "nacionalistas rupturistas, un socialismo desdibujado y populistas". Feijóo dijo con claridad: "Los votos de Vox o Cs en estas autonómicas van a ser votos sin escaño, y van a beneficiar el multipartito". Ese mensaje caló entre muchos gallegos, también entre muchos que votaron a Vox en noviembre, y lo digo porque lo he visto en mi entorno. Mucha gente cogió miedo a que hubiese otro gobierno de coalición de izquierdas como el que tuvimos entre 2005 y 2009, una mala experiencia que fue precisamente la que catapultó a Feijóo a la Xunta.

La llegada al Gobierno de Podemos de la mano del PSOE, sus formas macarras de gobernar y lo ocurrido a causa de la pandemia de coronavirus (confinamiento, recortes de libertades, ataques a la monarquía desde el ejecutivo) sólo ha servido para acentuar ese miedo. Y paralelamente, y esto hay que reconocerlo, muchos gallegos percibieron que el gobierno de Feijóo gestionó mejor la crisis sanitaria que el Gobierno central (algo en lo que no les falta razón). Basta con comprobar la menor incidencia que tuvo el coronavirus en Galicia. Ante un momento tan dramático como el que vivimos, muchos votantes han querido buscar seguridad, y por eso se han acogido al redil del PP, que confía gran parte de su mensaje a vender buena gestión, aunque eso lo conjugue con el hecho de someterse al discurso ideológico de la izquierda.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que en unas elecciones gallegas no se vota igual que en unas generales o en unas locales. Por ejemplo, el año pasado el PSOE ganó por mayoría absoluta en las elecciones locales de Vigo: ayer en esta ciudad ganó el PP. En los distintos comicios no todos los votantes acuden a las urnas con las mismas prioridades o teniendo en cuenta sólo las siglas.

El papel de los medios de comunicación en Galicia

Muchos gallegos ignoran -porque los medios que siguen no lo han explicado- que el PP de Feijóo ha venido apoyando políticas de izquierdas, incluso algunas propuestas por Podemos y el BNG. Entre los medios gallegos no hay ni uno que denuncie eso, con la única y minúscula excepción de este blog. La audiencia de Contando Estrelas es muy buena para un blog (tiene una audiencia similar a medios locales gallegos como el Diario de Pontevedra o Atlántico Diario), pero no da para suplir lo que otros medios con mucha mayor difusión se empeñan en tapar, empezando por la Televisión de Galicia controlada por el propio Feijóo. Al margen de la información, muchos votantes han optado por el "mal menor", incluso a riesgo de votar con la nariz tapada. En fin, cada uno decide qué cosas debe tener más en cuenta a la hora de votar. Es algo legítimo y hay que respetarlo. A los demás nos queda el reto de tratar de informar más y mejor a nuestros conciudadanos. Es lo que intentaré seguir haciendo desde este blog.

Los efectos electorales del matonismo de extrema izquierda

Paralelamente al voto del miedo, hay otro fenómeno que ha desgastado a Vox en Galicia. Me refiero a los actos de acoso de la extrema izquierda: he contado 15 en total en Galicia durante esta campaña, seis más que los que se produjeron en el País Vasco, aunque los de allí han sido más violentos. No es casual esta violencia en Galicia: ha ido pareja a un nuevo ascenso del Bloque Nacionalista Galego (BNG) a costa de Podemos. En muchos de los actos de acoso contra Vox en Galicia, los separatistas llevaban la voz cantante. Está claro que el separatismo ha recurrido a la violencia para impedir que se escuchase con normalidad a Vox en Galicia.

Más allá del hecho de silenciar a Vox, hace unos días le comentaba a otro votante gallego de Vox el efecto que eso podía tener en las urnas. A muchos votantes de centro-derecha les gusta la moderación hasta el punto de ver con malos ojos a cualquiera que se ve inmerso en un acto de acoso aunque sea como víctima. Algunos medios han contribuido a esa idea, publicando noticias de esos ataques contra Vox hablando de que se produjeron incidentes en sus mítines, pero no indicando en titulares quiénes los provocaban, de forma que muchos que sólo leen los titulares percibían que esas broncas aparecían como asociadas al nombre de Vox. El hecho de que los demás partidos (con la única excepción de Ciudadanos) no se solidarizasen con Vox ante esos acosos acentuó esa percepción entre muchos votantes. Así crearon la idea de que los de Vox no eran víctimas de ataques, sino que venían a "provocar".

Abascal: «Vox se ha visto envuelto en la bronca, aunque fuera como víctima»

No era una percepción sólo mía: Abascal reconoció en su intervención de anoche: "Vox se ha visto envuelto en la bronca, aunque fuera como víctima, y ésa ha sido la imagen que se ha querido transmitir por parte de los que incitaron al odio contra Vox, por parte de los matones que nos acosaron, amenazaron y agredieron, y también por parte de los medios de comunicación que, en los casos en los que lo han contado, sólo han transmitido de Vox esa imagen". El éxito del acoso ultraizquierdista crea otro pésimo precedente (después de lo ocurrido en el País Vasco y Cataluña), pues anima a los acosadores a repetir la fórmula. Lo que tienen que pensar ahora quienes miraron hacia otro lado es si ellos serán los próximos acosados.

El efecto de la abueliña de Abascal en la campaña

Creo que se equivocan, o que al menos conocen poco a los gallegos, quienes consideran que una de las razones del fracaso de Vox en las elecciones gallegas ha sido la participación de la abuela materna de Abascal en la campaña. Al contrario. De todo lo que he publicado en mi canal de Youtube durante estas dos semanas de campaña, el vídeo de la abueliña en el último mitin de Vox en Vigo es el que más difusión tuvo con mucha diferencia: más de 15.000 visionados (el segundo vídeo por audiencia, que fue el de Vox en el debate de la TVG, tuvo algo más de 4.000). En medio de la tensión creada por la violencia de la extrema izquierda, la abueliña de Abascal ayudó a dar una imagen más amable de Vox de cara a los gallegos, especialmente de cara a las personas mayores (un sector en el que el PP tiene una gran cantera de votos en Galicia). Sin su aportación, seguramente Vox habría tenido un resultado peor.

El escandaloso bloqueo de Correos a los envíos electorales de Vox

Creo que esas dos cuestiones -el voto del miedo y el acoso ultraizquierdista- han sido los principales lastres de la campaña de Vox en Galicia. El bloqueo impuesto por Correos a los sobres electorales de Vox fue otro gran escollo. Mucha gente que podría haber ido con el voto ya metido en el sobre desde su casa tuvo que buscarlo en el colegio electoral, un inconveniente que no tuvieron otros partidos. Espero que la Justicia actúe, porque no puede ser que Correos se dedique a tomar partido contra una candidatura durante un proceso electoral. Eso nos deja a la altura de Venezuela.

Una sugerencia para Vox en Galicia

Por supuesto, Vox tendrá que examinar internamente lo que ha podido salir mal en el seno del propio partido. Yo no soy afiliado y no me corresponde abrir aquí debates que les toca protagonizar a otros. Sí que me atrevo a hacerles una sugerencia: Galicia existe desde los tiempos de los romanos, cuando era ya una parte de la provincia de Hispania. Sin embargo, la actual división provincial es de 1833.

Estar en contra del Estado de las Autonomías es una cosa, y obviar la existencia de regiones es algo muy distinto. A Vox le habría venido bien una estructura regional en Galicia, igual que la ha tenido el Ejército e igual que la tienen muchas grandes empresas, a fin de coordinar mejor sus recursos en esta comunidad. Además, el hecho de que exista un Gobierno y un Parlamento regionales te obliga a posicionarte sobre asuntos de ámbito regional, y la mejor manera de tomar posición es disponiendo de una estructura regional. Sería, además, una buena forma de ir familiarizando al pueblo gallego con las personas que representan a Vox en la comunidad. Porque el mensaje es importante, pero también lo son las personas que le dan voz.

Por lo demás, si Vox sigue defendiendo los mismos planteamientos -cosa que espero que ocurra, pues es la última gran esperanza que nos queda a muchos españoles-, volverá a contar con mi voto en las próximas elecciones gallegas, igual que contó con mi voto ayer. Yo ya estoy harto de votar con miedo y con la nariz tapada. A toda la gente de Vox en Galicia, mucho ánimo y a perseverar. Habéis asumido unos principios que merecen ser defendidos aunque a veces lleguen los baches. Éstas han sido las primeras elecciones gallegas a las que se presentaba Vox, y no es el momento de desanimarse. Roma no se construyó en un día.

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Comentarios:

  1. pacococo

    Es un buen análisis y seguramente la regionalización de vox puede aportar bastante, pero hay que tener cuidado porque el pp se regionalizó y mira donde están ahora.

    La cuestión es que ya hay tres regiones donde el concepto de España es residual, porque al fin y al cabo el Sr Núñez es tan separatista como los del bloque, la gente al votar al mal menor ha ahondado el separatismo en Galicia.

    El pp es seguidor de las políticas de izquierda, incluido el separatismo y su misión en la vida es confirmar lo que hacen los marxistas y mientras sus votantes no comprendan que votar al pp es lo mismo que votar la psoe, por ejemplo, la cosa irá a más y antes que nos demos cuenta, tendremos España destrozada.

  2. Alvaro Díaz-Mella

    Magnifico análisis, Elentir.

  3. Saulot

    Vox aunque tenga derecho a enviar los sobres con las papeletas como le parezca debería quizás evitar dar excusas, por mínimas que sean, a Correos para hacer lo que ya han hecho dos veces que yo recuerde. Tienen todo en contra, y por muy valientes y decididos que sean quizás deberían actuar con un poco más de astucia, anticipándose a las trampas que puedan ponerles.

  4. Enrique

    Soy afiliado desde enero del 2014, si entonces alguien me dice que a finales del 2019, íbamos a ser la tercera fuerza nacional, le hubiese aconsejado ir al médico… y le habría aplicado la «distancia social».

    Mi respeto para los 90.000 votantes que ahora cambiaron el sentido de su voto. Estoy convencido que, con nuestro trabajo, volverán y multiplicados, a ver en VOX una alternativa seria, responsable y de extremo «sentidiño» común.

    Mi agradecimiento a todos los que han participado en la campaña, especialmente a Ricardo Morado. Considero personalmente que no son, en absoluto, «responsables» del trasvase de votos.

  5. Jandro

    Si alguien deja de votar a los representantes de Vox porque están inmersos en agresiones en calidad de víctima, me parece que, dicho suavemente, empatía poca. Dicho muy suavemente. No digo que no sea así, de hecho comparto la apreciación de que esto influye, desgraciadamente.

    Lo de la infraestructura regional es de una urgencia perentoria. Por supuesto, cuidando muy mucho a quién se elige, porque sabemos que la prensa se va a cebar como nadie con quien sea de Vox, o sea, el representante del partido incómodo.

  6. James G. Skinnner

    Muy buen análisis pero tengo un pregunta. Supongamos que VOX hubiera sido votado con todas las garantias democraticas (lease libertad sin acoso) y obtenido un buen numero de escaños dejando al PP sin su mayoría: ¿Hubiera pactado Feijoo con ellos y gobernar como un bi-partito de centro-derecha?

  7. Enrique

    @Skinnner. Sin duda, la otra alternativa sería con el PSdG… Suicidio tipo C’s

  8. In aqua veritas

    En Galicia y las Vascongadas Vox ha tenido que competir, como cada partido, con todos los demás; pero, por añadidura, y esto lo singulariza y engrandece su actuación, ha tenido que enfrentarse también a los medios de comunicación que lo demonizaban o lo ninguneaban, a los provocadores que amenazaban, a veces con violencia física, sus mítines, a Correos, que primero retuvo los sobres con sus papeletas y después impidió que algunos llegasen a los ciudadanos, a irregularidades y más agresiones en los mismos colegios electorales… Quizá no sea para lamentarse tanto: una carrera en la que hemos participado con las piernas atadas, parte del público estorbando y los jueces en contra no la hemos ganado. Normal, ¿no? Y, de todos modos, en las Vascongadas se va a oír una voz disidente, que no es poco.

  9. Alberto (Zaragoza)

    Elentir, no sabes lo que me gustaría estar de acuerdo con lo que expones, pero desgraciadamente pienso que no ha sido así. Del asunto de la manipulación de los medios, efectivamente es como lo describes, pero no creas que en otros lugares de España la situación es muy distinta: Algún digital, alguna emisora de radio -cuidando bien qué franja horaria escoges-, redes sociales y para de contar. El argumento del voto útil no me convence porque los 115.000 votos de hace tan sólo nueve meses debían constituir un seguro frente a esos restos que se pierden en las circunscripciones. Lamentablemente, cuanto más lo pienso, más me convenzo de que la razón principal por la que VOX ha perdido 90.000 votos se encuentra en el hecho de que a esos potenciales votantes de VOX en las nacionales les gusta Feijóo en las autonómicas. Es decir, no es que prefieran a Feijóo frente a la alternativa de izquierda nacionalsocialista y populista, es que han preferido a Feijóo antes que a VOX ¿Y cómo se «come» esta bipolaridad? Pues seguro que habrá políticas de Feijóo que no les gusten, incluso con las que estén totalmente en desacuerdo, pero, en mi opinión, la opción de Feijóo sigue siendo la preferida porque él es «un de nos». Insisto en que me gustaría mucho equivocarme y también me gustaría que, si alguno de tus lectores gallegos se encuentra en esa masa de votantes y tiene a bien, nos explicase su punto de vista al respecto. Por último, en cuanto a lo de la organización regional que propones, estoy totalmente en desacuerdo. No estamos en la España de 1978, en la que las regiones se distinguían por su floklore o su gastronomía. En la orgía autonómica actual que todo lo devora, implantar algo así en VOX sería el principio de su fin.

  10. Enrique

    @Alberto. Muy de acuerdo en NO tener un «Barón gallego». Si en tener unos CEP (donde por estatutos deba haberlos) y/o unas gestoras «fuertes» gracias al apoyo de la militancia.

    Dichos órganos provinciales, ya serán coordinados por el responsable de ello, cuando el CEN así lo considere. De hecho así ha sido en esta campaña electoral.

    La «esencia» de VOX es que tiene el mismo mensaje en toda España, lo que no quita las particularidades de cada una de sus propuestas, según la provincia de la que se hable.

    Obvio es que aunque el sector pesquero es vital para España, lo es más en las provincias costeras y no afecta mucho a la tierra de campos, a quienes si aherroja la política agrícola comunitaria.

    En cuanto a los «90.000», muy probablemente como bien dices, parte o gran parte se deban a ese truco mental de protección personal, a nadar y guardar la ropa, una vela a Dios y otra al diablo. VOX a nivel nacional, PP regional y el «Paco Vázquez» de turno en las municipales.

    Por otro lado bien haría el CEN en cuidar Galicia en todo momento.

    Recordar la conversación entre Rodrigo y el Rey Alfonso:
    «Muchos males han venido por los reyes que se ausentan…»
    «Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras»

  11. Felipe

    Totalmente de acuerdo con tu artículo Elentir.
    Muchos votantes de Vox en las generales acabaron votando a Feijóo por el miedo a un posible gobierno multipartito de extrema izquierda. Aparte de eso, me parece y quizá me equivoque, que Vox no denunció las políticas progres de Feijóo con suficiente fuerza ni durante el debate electoral ni durante la campaña. Creo que se centraron demasiado en el nacionalismo de Feijóo y la imposición lingüistica, y muy poco en las políticas progres de Feijóo. Al menos esa ha sido mi impresión por las noticias que he ido leyendo durante estas semanas y por la información del canal de Vox en Twitter. Ayer vi este video de Hazteoir https://www.youtube.com/watch?v=rKpeXFegeVM y pensé, ¡pero si Vox no ha hablado de estas cosas durante la campaña! (Aborto, Ley LGTBI, Ley de violencia de género, Educación sexual para niños desde los 3 años). Quizá pensaron que mostrarse demasiado beligerantes con Feijóo acabaría restándoles votos, no sé. Para mí el punto débil de Vox, y esta sensación la tengo desde que los conozco, reside en su capacidad argumentativa. A veces defienden o denuncian algo y no dan las razones de por qué lo defienden o denuncian, y cuando el argumento falta resulta muy difícil convencer a alguien de alguna posición. Es casi como exigirles un acto de fe. Y cuando se emite alguna posición controvertida si no va acompañada de su correspondiente argumentación, lo que puede conseguirse es justamente el efecto contrario al que se desea.

  12. Pedro Lobo

    Análisis 100% correcto y conclusiones claras: contra el pp igual que contra los socialistas comunistas y separatistas pues dejan en nuestra cultura y en nuestra política sus vilezas

  13. Creo que algunos estáis llevando el rechazo al Estado de las Autonomías a un punto al que ni siquiera llegó el franquismo (recordemos que la organización territorial de ese régimen incluía las regiones).

    Os animo a empezar a repasar cuántas organizaciones con bastante implantación en España se saltan el ámbito regional en su estructura. No se me ocurre ninguna, salvo Vox. El Ejército ha tenido regiones militares. La Guardia Civil se divide en zonas que se corresponden con las regiones (Galicia es la 15ª):
    https://www.guardiacivil.es/documentos/pdfs/mapaZonasGC.pdf

    La organización de la Policía Nacional también se divide en regiones:
    https://www.policia.es/depenpol/depenpol_provincia.php?id_region=15&id_provincia=28

    Los grandes bancos tienen delegaciones territoriales. Y de hecho, Vox ya tiene delegaciones territoriales de facto en aquellas regiones en las que ha obtenido representación (los grupos parlamentarios en cada Parlamento autonómico). Eso le permite ofrecer respuesta más ágiles a cuestiones de ámbito regional.

    Por lo que veo en los comentarios de esta entrada, los argumentos para el rechazo a una estructura regional se reducen al miedo a que surjan barones territoriales como en el PP. Pero ese mismo argumento debería ser válido a nivel nacional y local. Lo que tendría más lógica sería crear los mecanismos necesarios para que la labor de esos barones regionales esté fiscalizada por la militancia y por la dirección nacional, pero eliminar de un plumazo toda estructura regional no tiene ningún sentido.

    De hecho, las estructuras regionales han sido históricamente las españolas. La organización provincial de 1833 se hizo imitando el modelo departamental francés. Así que tampoco entiendo mucho que lo patriota sea obviar una división territorial que ha estado arraigada en España durante siglos, y sin embargo se considere patriota una estructura provincial importada de Francia en el siglo XIX. Pero en fin, si el sistema territorial de Vox tiene éxito, como hemos visto en Galicia el domingo, ¿para qué cambiarlo?

  14. Alberto (Zaragoza)

    Antes de nada aclarar que no formo parte de ningún grupo y hablo sólo por mí mismo. Creo que el Estado de las Autonomías ha destruido nuestra nación, por eso tengo una profunda aversión al mismo y por eso apoyo también a VOX en ese rechazo. No comprendo en qué mejoraría la estructura política de VOX si se estructurase en regiones y no en provincias como actualmente, pero sí advierto el grave riesgo que ello supondría y que no voy a volver a repetir. Tú crees que se podría sujetar a la criatura con tal o cual control. Yo prefiero evitar el riesgo. El hecho de que las regiones sean más antiguas que la división provincial tampoco creo que sea un argumento de peso (en tal caso, se podría plantear con mayor fundamento la división en dos: VOX Citerior y VOX Ulterior). Yo creo que VOX escoge la estructura provincial porque es la que mejor se adapta a su idiosincrasia y a sus fines. Finalmente, tu última frase me ha sorprendido y es un buen ejemplo de lo que se llama «retranca gallega». Yo, como aragonés (ves, incluso yo no me olvido de mi patria chica), te diré que, si para tener algún diputado en el Parlamento Gallego VOX tiene que «regionalizarse», prefiero que siga siendo extraparlamentario (algo así vino hace unos días a decir Abascal a cuento del lío que se formó con los diputados expulsados de VOX en el Parlamento Murciano -una de esas organizaciones territoriales «de facto» que comentas-: «Nuestro partido será grande, mediano o pequeño, pero no será nunca una suma de baronías regionales»).

  15. Yo no he propuesto eliminar la organización provincial. Lo que he dicho es que falta una organización regional, y me parece que no soy el único que lo piensa, a juzgar por los mensajes que estoy recibiendo desde Galicia por esta entrada.

    Por lo demás, tanto riesgo tienes con una organización regional como con una provincial o local. ¿O el hecho de hablar de barones regionales nos hace olvidar el caso de barones locales como Abel Caballero o Ada Colau? La ciudad de Madrid tiene mucha más población que toda Galicia. El temor a que haya barones regionales podría usarse como argumento para deshacer la organización local de Vox en la Villa y Corte y establecer una por distritos o por barrios. Resultado: un partido atomizado y difícil de coordinar en ciertas demarcaciones.

    En cuanto a las regiones, volvemos a lo mismo. En el final de tu comentario ya no criticas el Estado de las Autonomías, sino la posibilidad de Vox de «regionalizarse». Pero la división regional y el Estado de las Autonomías son cosas diferentes. El Estado de las Autonomías tomó como base las regiones para hacer un monstruo político que ha absorbido competencias estatales sin cesar, pero eso no significa que las regiones sean algo malo e innecesario organizadas en su justa medida.

    Por lo demás, ya he señalado aquí el problema que tiene carecer de una estructura regional en un país en el que se convocan elecciones autonómicas. Sería el mismo problema que creer que los municipios son malos y hacer una organización por barrios, y luego presentarte a unas elecciones locales coordinando desde Madrid los distintos barrios de una ciudad de provincias.

    Para terminar, recuerdo que Galicia es una región periférica. Zaragoza está a unos 300 km de Madrid, pero algunas ciudades gallegas están a más de 600 km de la capital de España (por ejemplo, Vigo y La Coruña). Intento encontrar la lógica al hecho de que las estructuras provinciales de Vox en Galicia de cara a unas elecciones autonómicas tengan que coordinarse desde Madrid porque no hay «Vox Galicia», y lo siento, pero no se la encuentro. Pero bueno, insisto: no soy afiliado de Vox. Yo me he limitado a aportar una sugerencia sobre algo que me parece que le falta a Vox. Puede tomarse en cuenta o no. Lo que no se me podrá decir a mí el día de mañana, si no se tomó en cuenta y el problema persiste, es que me haya callado algo que me pareció que fallaba y que al callarme le hice un flaco favor a Vox.

  16. Jandro

    Yo sí estoy de acuerdo con la infraestructura regional, como dije, a pesar de estar muy en contra de las Autonomías, porque permiten gestionar de una manera más directa las cuestiones propias de esa región y también porque los ciudadanos buscan personas en la política. Pero representantes con una función prácticamente opuesta a lo que existe en el resto de partidos, cuya misión no parece otra que ver cuánto pueden rapiñar para su tierra del botín nacional. Los representantes regionales de Vox deben estar al servicio del proyecto que persiga la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos en todo el territorio nacional. Con fiscalización por parte de la militancia y de la dirección nacional, como bien dices. Nunca consolidando el concepto de barones que tenemos.

  17. Manuel

    Como militante de Vox en Galicia el análisis de Elentir me parece sólo parcialmente correcto. Falta añadir que no se pueden buscar solamente causas externas a este batacazo que nos hizo perder el 80% de los votos recibidos en Galicia en noviembre.
    Muchos militantes nos cansamos de enviar, a las gestoras provinciales y a Madrid, propuestas de todo tipo sin que fueran tenidas en cuenta. En teoría hay un coordinador de zona norte que lleva 12 provincias, pero que en realidad no coordina nada y hace oídos sordos a todo. Hay conflictos graves y enquistados en dos provincias gallegas que no se resuelven, hay opacidad en las decisiones, falta de reuniones con la militancia y alguna candidata indigna de su puesto que debe al más puro amiguismo. Los candidatos de Coruña y Pontevedra hicieron lo que pudieron a última hora, muy dignamente el primero, pero les falto estructura, todo el trabajo de meses de precampaña, apoyo decidido desde Madrid y coordinación regional. Elentir tiene toda la razón en pedir una coordinación regional, ya que es imposible llevar 50 provincias desde Madrid con gente que no conoce el terreno, los problemas regionales ni la militancia. En unas elecciones nacionales con todos los defectos señalados se puede votar pensando en el candidato Santiago Abascal, pero ese no era el candidato ahora ni lo será en unas elecciones municipales, en las que el desastre puede ser todavía mayor.

    Tampoco se puede explicar la bajada de votos por los incidentes violentos; en el País Vasco fueron más y peores, pero se consiguió un diputado. Estuve en mítines sin ningún incidente con una asistencia ridícula de público y la ausencia de la inmensa mayoría de la militancia de la provincia harta del ninguneo de la gestora.
    Feijóo será todo lo ambiguo y criticable que queramos, pero tampoco es un Urkullu o un Torrá. Presentarlo como tal es insostenible para la inmensa mayoría de los gallegos que al final votan al mal menor cuando además desde Vox no se hacen ningún tipo de propuestas concretas y sí muchas generalidades. La Xunta de Galicia que dirige está llena de fallos y hay que saber criticarlos en campaña electoral aportando alternativas, pero para ello hay que confiar en militantes solventes que vivan en Galicia y no en Madrid o en País Vasco, partiendo de un estudio serio.

    Vox sigue siendo indispensable, pero tiene a la militancia gallega desanimada y cansada; muchos se han ido ya y otros nos iremos pronto si esto no cambia. Negro futuro espera si no corrige inmediatamente los errores de organización, que como muchos señalan con razón pueden llevarnos al destino de Podemos y Ciudadanos. En fin, los señores de Madrid decidirán cual es el futuro que quieren para Vox en Galicia.

  18. pasmao

    Apreciado Elentir

    Espero que tome nota de los comentarios, sobre todo que tomen nota en VOX.

    Me han parecido especialmente acertados los de Manuel, Alberto y Maria Cristina Bravo.

    Y la cosa, las reclamaciones, no van de una búsqueda de una consideración mayor o menor de una realidad reginal que posibilitara la relevancia de candidatos locales que tirando por libre fueran un peligro para la estrategia nacional de VOX, que es la que importa.

    Eso es la excusa.

    El problema es la FALTA DE RESPETO a las personas que desde abajo (pero que conocen muy bien el paño) y sin conexiones directas con Abascal y su grupo se ha hecho.

    No han sido tenido en cuentas y no se ha querido preparar una estrategia que debía de haber sido explicada en el día a día desde el otoño pasado; en vez de esperar a un arreón de semana y pico antes de las elecciones.

    Si esa es la estrategia, desde VOX ejecutiva, pues vale. Pero que lo digan antes y de manera clara, así por lo menos sabremos a que atenernos y evitarnos frustraciones que en momentos cómo el actual aún duelen mas.

    Un cordial saludo

  19. Un aviso: esto no es un blog ni un foro de debate de Vox. Yo no soy afiliado de Vox. Si hay afiliados de este partido que quieren aprovechar la ocasión para lanzar críticas a tal o cual persona, les ruego que lo hagan en otra parte. Además de ser un espectáculo poco edificante para los que somos meros votantes, el sitio para hacer eso es las asambleas y reuniones del partido.

  20. Enrique

    @Elentir, «…Si hay afiliados de este partido que quieren aprovechar la ocasión para lanzar críticas a tal o cual persona… el sitio para hacer eso es las asambleas y reuniones del partido.»

    Así es. No se puede aprovechar el Pisuerga…

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