En recuerdo de Emilio, Rafael, Domingo y Ángel ante una sociedad podrida por la hispanofobia

Quienes vivimos en regiones españolas afectadas por el virus separatista sabemos bien hasta qué punto el odio a España es capaz de pudrirlo todo.

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Sin duda alguna, las provincias vascas son la región en la que más lejos ha llegado ese grado de podredumbre. Durante décadas, muchos vascos no tuvieron reparos en jalear y justificar el asesinato de más de 800 españoles -niños incluidos- en una ola de terrorismo movida por el odio a España, y hoy en día los herederos políticos de ETA siguen en las instituciones, con más escaños que nunca. Muchos aún se preguntan cómo pudo Alemania caer en manos de una banda de criminales como los nazis, y sin embargo no se extrañan de lo que viene pasando en esa parte de España desde hace décadas.

El intolerable homenaje a un asesino etarra en Bilbao

Ayer, en un ejemplo más de esa podredumbre, el etarra Agustín Almaraz Larrañaga disfrutó de un festivo recibimiento en Bilbao tras 25 años en prisión. Ha sido el enésimo homenaje a un asesino de ETA, consentido por el gobierno vasco, el gobierno español y la Justicia. Y es que las provincias vascas han llegado a este grado de podredumbre moral no sólo por el hecho de que una parte de su población considere que el asesinato está legitimado en aras del odio a España, sino también por la complicidad de las instituciones del Estado, que deberían impedir que se rindan honores a asesinos.

En recuerdo de los cuatro asesinados por el etarra Agustín Almaraz

Frente a es coro de miserables canallas que ayer alabaron a una alimaña que debería permanecer en prisión de por vida, hoy quiero yo recordar a las cuatro personas a las que asesinó Almaraz:

• Emilio Castillo López de la Franca era Cabo Primero de la Guardia Civil. Era natural de Ciudad Real, tenía 31 años, estaba casado y tenía una hija de dos años. Servía en el Cuartel de Inchaurrondo, en San Sebastián. El 18 de marzo de 1993 fue asesinado a tiros por tres terroristas de ETA en esa ciudad cuando regresaba desde el Puerto de Pasajes hasta el citado Cuartel. El etarra Almaraz fue condenado a 48 años de prisión por este asesinato por ser uno de los autores materiales del crimen, en el que resultó gravemente herido Victoriano Álvarez, también guardia civil, que acompañaba a Emilio.
• Rafael Leiva Loro era agente del Cuerpo Nacional de Policía. Era natural de Atarfe (Granada), tenía 43 años y seis hijos. Estaba destinado en las oficinas de expedición de DNI y pasaportes en Bilbao. El 13 de enero de 1995 fue asesinado a tiros por dos etarras que entraron en las oficinas. El etarra Almaraz fue condenado a 30 años de prisión por este asesinato por ser uno de los autores materiales del crimen.
• Domingo Durán Díez era agente del Cuerpo Nacional de Policía. Era natural de Villar del Rey (Badajoz), tenía 40 años, estaba casado y tenía un hijo. Estaba destinado en las oficinas de expedición de DNI y pasaportes en Bilbao. El 13 de enero de 1995 fue tiroteado por dos etarras en el mismo atentado en el que fue asesinado Rafael Leiva. Domingo quedó tetrapléjico y murió en 2003 como consecuencia de las heridas sufridas en ese atentado. El etarra Almaraz fue condenado a 30 años de prisión por este asesinato por ser uno de los autores materiales del crimen.
• Ángel María González Sabino era parado. Natural de Guipúzcoa, estaba casado y tenía un hijo. El 2 de junio de 1993 un etarra le asesinó de un tiro en la cabeza en su domicilio en el barrio de La Paz, en San Sebastián. Además de asesinarle, ETA le calumnió acusándole falsamente de ser un narcotraficante, para justificar el crimen. El etarra Almaraz fue condenado a 29 años de prisión por este asesinato.

Las penas por las que el etarra Almaraz fue condenado por los citados crímenes sumaban 137 años de prisión, pero sólo ha cumplido 25. Quienes deberían recibir homenajes en las provincias vascas son aquellos a los que asesinó, y no él. Por mi parte, me gustaría que esta entrada sirva como homenaje a esos cuatro asesinados, y también como llamada a la acción para regenerar las provincias vascas y las demás regiones de España que han sido infestadas por el virus de la hispanofobia. No podemos seguir consintiendo que el odio a España campe a sus anchas, y menos aún cuando se lleva a extremos puramente criminales, como los que fueron objeto de homenaje ayer en Bilbao, para vergüenza y escándalo de todos los españoles de bien, vascos incluidos.

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Foto: inga/iStockphoto.