Invasión migratoria: si la UE no quiere muros, habrá que llevar a los inmigrantes a Alemania

Los hechos que están ocurriendo en el día de hoy en Polonia, y la reacción de la Comisión Europea ante ellos, son todo un retrato del estado actual de la UE.

Militares de Bielorrusia, respaldada por Rusia, supervisan el ataque migratorio contra Polonia
El Ejército Polaco vuelve a recurrir a la caballería para defender sus fronteras

Bielorrusia trae a inmigrantes de países islámicos y los lleva hasta Lituania y Polonia

Como ya pudisteis leer en Contando Estrelas, este verano la dictadura bielorrusa de Aleksandr Lukashenko lanzó contra Lituania una invasión migratoria, con miles de inmigrantes traídos por ese régimen desde Oriente Medio y África en aviones y llevados a la frontera para desestabilizar al país báltico. El gobierno lituano calificó la maniobra como "guerra híbrida". Más recientemente, Polonia se ha convertido en el objetivo principal de ese ataque, teniendo que movilizar a sus militares para reforzar a su Guardia Fronteriza ante la avalancha de inmigrantes islámicos enviados a la frontera por Bielorrusia.

Grave crisis en Polonia por una marcha con miles de inmigrantes desde Bielorrusia

Este lunes la situación se ha agravado: militares bielorrusos han conducido a miles de inmigrantes islámicos hasta la frontera junto a la localidad polaca de Kuźnica Białostocka, y éstos han atacado las alambradas colocadas por Polonia para impedir el paso, creando una situación muy tensa. De momento, la invasión está siendo frenada por la Guardia Fronteriza polaca y por los 12.000 soldados del Ejército Polaco desplegados en la frontera.

Polonia pidió ayuda a la UE para levantar un muro: Von der Leyen la denegó

Hace dos semanas Polonia pidió a la UE ayuda económica para construir un muro fronterizo con el que frenar esa invasión. Hay que recordar que los guardias y militares polacos están vigilando una frontera que no sólo es nacional, sino también comunitaria. Su labor no sólo es proteger al pueblo polaco de esa invasión, sino a todos los ciudadanos de la Unión Europea. Grecia, Hungría y Lituania se unieron también a la petición de que la UE apoye a construir barreras físicas para proteger las fronteras comunitarias. Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, denegó esa ayuda: "no habrá financiación de alambradas ni de muros".

La UE se limita a aportar propuestas irreales pero no ayuda a los países afectados

En vez de ayudar a construir esas barreras físicas, la reunión de jefes de gobierno de la UE de hace dos semanas se limitó a proponer acciones para contener el flujo en las rutas o medidas para reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito. Unas propuestas absurdas ya que en este caso es Bielorrusia la que está trayendo en avión a esos inmigrantes ilegales y escoltándolos hasta las fronteras con Polonia y Lituania, para presionar a esos dos países como venganza por las sanciones de la UE por la represión del régimen de Lukashenko contra la oposición democrática en ese país.

Incapaz de ofrecer una respuesta realista al ataque migratorio desde Bielorrusia, Von der Leyen ha propuesto a última hora de esta tarde nuevas sanciones contra la dictadura de Lukashenko, planteando también "posibles sanciones a las aerolíneas de terceros países involucradas" y añadiendo: "También queremos prevenir una crisis humanitaria y garantizar retornos seguros". Ni una palabra sobre ayudar económicamente a Polonia y Lituania a hacer frente a esta crisis.

Ya que Alemania dirige la UE, que Alemania acoja ese flujo migratorio

Ante la insolidaria reacción de la Comisión Europea, Polonia debería empezar a plantear otro enfoque de este asunto más en línea con los postulados políticamente correctos de Von der Leyen. Si la presidenta alemana de la Comisión Europea no quiere ayudar a construir muros para proteger las fronteras comunitarias, entonces que financie autobuses. La Guardia Fronteriza y el Ejército Polaco podrían ahorrarse los esfuerzos que están haciendo para proteger a toda la UE y limitarse a embarcar a esos inmigrantes ilegales, escoltándolos hasta la frontera con Alemania, país que se ha convertido en el amo y señor de la UE y que seguramente acogerá a esa gente con los brazos abiertos y se encargará de darles una paga para vivir a costa de sus contribuyentes.

Lo mismo podríamos hacer en España con las frecuentes invasiones de nuestras vallas fronterizas en Ceuta y Melilla por parte de Marruecos. No podemos admitir que la élite progresista de Bruselas y de Alemania siga viviendo a costa de la labor que hacen los policías y militares de los países que tenemos fronteras con países extracomunitarios, una labor que sostenemos los polacos, los españoles, los lituanos y los griegos con nuestros impuestos.

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Foto: Visegrad 24.