Bob Hoover: la gran hazaña de un prisionero americano que logró huir en un caza alemán

@DefensaAviacion EN Vie 11·2·2022 · 22:59 3

La Segunda Guerra Mundial es una fuente de historias realmente fascinantes, y entre ellas están las de fugas de prisioneros de guerra.

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El mes pasado ya vimos aquí algunos datos curiosos sobre la historia real que hay tras la película "La gran evasión", sin duda una de las más famosas fugas de un campo de prisioneros de guerra durante aquella contienda. Hay otra fuga que también fue muy sorprendente y singular: la del americano Bob Hoover.

Nacido en 1922, Hoover fue piloto de Supermarine Spitfire en las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos (USAAF) durante esa guerra. Destinado inicialmente en Casablanca, más adelante fue enviado al 52º Grupo de Caza en Sicilia. El 9 de febrero de 1944, durante su 59ª misión, fue derribado cuando volaba en su Spitfire Mk.V sobre la costa sur de Francia y fue capturado por los alemanes, siendo enviado a un campo de prisioneros de la Luftwaffe, el Stalag Luft I en Bath, en el nordeste de Alemania (en el que, como recordaréis, también estuvo Donald Pleasence, uno de los actores de la citada película).

Una noche hubo un motín en el campo protagonizado por miles de prisioneros, y Hoover aprovechó la oportunidad para fugarse junto con dos compañeros. Pudieron ocultarse en una granja alemana, donde una mujer les dio algo de comida y una pistola. Más tarde robaron unas bicicletas, y es así como llegaron a un aeródromo alemán abandonado en el que había aviones dañados. Hoover empezó a busca alguno que estuviese en condiciones de volar y dio con un caza Focke-Wulf Fw 190. El aparato tenía algunos daños pero los depósitos de combustibles llenos. Hoover dio a sus compañeros la pistola que les había entregado la granjera y se dispuso a arriesgarse a volar con un avión en malas condiciones, sin paracaídas y con un modelo que no había manejado nunca y que, además, tenía todos los indicadores en alemán.

Hoover decidió no hacer el carreteo habitual por la pista de aterrizaje y rodó campo a través para despegar cuanto antes. Una vez en el aire, debió de darse cuenta de que estaba en una situación complicada: volaba en un avión con insignias enemigas y cualquier caza aliado podría derribarle, ya que no tenía forma de indicar que era un amigo. Y si no le derribaba un caza aliado, lo haría la artillería antiaérea de americanos o británicos. Así pues, no podía correr el riesgo de intentar llegar hasta Inglaterra, ya que sería un suicidio, por lo que decidió dirigirse a la zona ocupada por los aliados, con la dificultad añadida de que no tenía mapas del territorio sobre el que volaba.

Durante su vuelo vio por fin algo que le resultó familiar: molinos de viento que le indicaron que estaba sobre los Países Bajos. Logró aterrizar en un campo en la localidad neerlandesa de Zuider Zee, viéndose rápidamente rodeado por furiosos granjeros armados con horcas que pensaron, lógicamente, que era un alemán. Aquellos granjeros no entendían el inglés, pero por fortuna para Hoover, pronto llegó un camión del Ejército Británico que le llevó a lugar seguro.

Tras la guerra, Hoover se convirtió en piloto de respaldo del famoso Chuck Yeager en el programa Bell X-1 con el que se rompió por primera vez la barrera del sonido. Hoover acompañó a Yeager en aquel histórico vuelo con un Lockheed P-80 Shooting Star. Más adelante, hizo vuelos de combate en la Guerra de Corea, trabajó como piloto de pruebas, hizo exhibiciones aéreas y obtuvo varios récords de ascenso y de velocidad. Voló por última vez el 10 de octubre de 2003, con 81 años de edad. Falleció en Los Ángeles el 25 de octubre de 2016 a los 94 años, siendo hoy considerado un héroe de guerra y una celebridad de la historia de la aviación.

El canal de Youtube TJ3 History ha publicado una recreación de la increíble fuga de Hoover en aquel Fw 190. El vídeo está en inglés, podéis activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reprouctor: