La guerra como pretexto: un medio afín al PSOE ya propuso el racionamiento en 2019

El gobierno de Pedro Sánchez está utilizando la invasión rusa de Ucrania como un burladero para esconder las causas de la mala situación económica de España.

El País defiende el racionamiento para evitar el 'ecofascismo' y usando una foto de la RDA
El perverso motivo del rechazo comunista a la caridad hacia los necesitados: el caso de Lenin

El gobierno de Sánchez abre la puerta al racionamiento en los supermercados

Ayer el BOE publicó el Real Decreto-ley 6/2022 de "medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania". La Disposición final tercera de dicho decreto incluye una modificación de la Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista, introduciendo un apartado 3 en su artículo 9, con este texto:

"Excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador. Estas medidas deberán estar justificadas y se adoptarán de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas".

Como ya han señalado algunos medios, esta medida implica la instauración del racionamiento, un viejo amigo del socialismo y del comunismo. Un racionamiento que ya conocen en Cuba y Venezuela, donde gobiernan los amigos de Podemos. Socialismo y comunismo han demostrado ser, históricamente, grandes generadores de miseria, pues en su afán por someter toda la economía al férreo control del Estado, con la falsa excusa de redistribuir la riqueza, siempre acaban degradando o incluso eliminando la iniciativa privada y la libertad económica, que son los principales motores de la prosperidad.

La mala situación económica ya empezó en España a comienzos de 2019

Por si alguien lo ha olvidado, la mala situación económica de España no empezó con la guerra en Ucrania, ni siquiera con la pandemia. Ya en el primer trimestre de 2019 España pasó de crear empleo a destruirlo. Para entonces, Sánchez ya llevaba medio año en el poder y los efectos de su mala gestión se empezaban a notar. Para octubre de 2019, el dato de la EPA ya era el peor desde 2012. En enero de 2020, antes de que se declarase el primer estado de alarma (declarado ilegal por el TC), las políticas del PSOE y de Podemos ya habían invertido la tendencia alcista de nuestra economía, provocando un daño especialmente grave al sector rural con sus disparatadas subidas del SMI.

En noviembre de 2019 El País publicó un panfleto titulado «Nostalgia del racionamiento»

Casualmente, el 22 de noviembre de 2019, El País, un medio afín al PSOE, publicó un artículo ensalzando el racionamiento. Se titulaba "Nostalgia del racionamiento". Lo escribió César Rendueles, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, uno de los inspiradores de Podemos y partidario del marxismo. Por si quedaba dudas de por dónde iba esa "nostalgia", el artículo estaba encabezado por una foto de Leipzig en 1985, cuando esa ciudad era parte de la dictadura comunista de Alemania oriental. Uno de los socios de ultraizquierda del gobierno de Sánchez, Íñigo Errejón, se apuntó a la idea compartiendo ese artículo:

Intentando disfrazar una medida totalitaria como democrática

En el texto del diario de PRISA se afirmaba: "Necesitamos cartillas de racionamiento medioambientales", reclamando que la energía, el transporte o los alimentos se repartan "según criterios democráticos basados en las necesidades sociales". Esto implicaba un régimen totalitario que se disfrazaba cínicamente de democrático, como lo hizo la RDA, y el ecoalarmismo utilizado, una vez más, como excusa para imponer una economía controlada por el Estado, propia de una dictadura, como tanto les gusta a socialistas y comunistas.

Como ya es habitual, el panfleto publicado por El País recurría al miedo como argumento: "La alternativa es un escenario distópico de ecofascismo y guerra". Una predicción apocalíptica más a sumar a las que ya ha utilizado el ecologismo en las últimas décadas para intentar imponer agendas ideológicas izquierdistas utilizando el miedo como herramienta.

La teoría del «decrecimiento» que apoya una parte de la izquierda

Lo que cabe preguntarse ahora es: ¿ese racionamiento es algo buscado intencionadamente por la izquierda, o es un efecto indeseado de sus desastrosas recetas? No cuesta encontrar mucho la respuesta. Recordemos que ciertos sectores de la izquierda vienen pregonando el "decrecimiento", afirmando que el crecimiento es "anti-económico" y "destructivo". Hace un año, el foro izquierdista de Davos se unió a esa teoría con el lema "En 2030 no tendrás nada y serás feliz". Añadamos a eso las medidas fiscales y legislativas que parecen encaminadas a encarecer el uso de automóviles privados y los vuelos comerciales.

Una teoría que tiene sus orígenes en los planteamientos de Lenin

Recordemos que ya el primer dictador comunista, Vladimir Lenin, afirmaba que "el hambre tenía numerosas consecuencias positivas, a saber, la aparición de un proletariado industrial, ese enterrador del orden burgués. (…) Al destruir la atrasada economía campesina, el hambre, explicaba, nos acerca objetivamente a nuestra meta final, el socialismo, etapa inmediatamente posterior al capitalismo. El hambre destruye no solamente la fe en el zar, sino también en Dios". Esto explica las terribles hambrunas que durante la dictadura de Lenin mataron a millones de rusos, kazajos y tártaros. Una sociedad próspera es menos propensa a escuchar a los charlatanes totalitarios que una sociedad pobre y desesperada. Lenin lo sabía, y está claro que en el PSOE y en Podemos lo tienen muy presente.

---

Foto principal: Peter Turnley. Habitantes de la ciudad rusa de Novokuznetsk haciendo cola a la entrada de una tienda en los años finales de la URSS.