Una ingeniosa solución para evitar desagradables sorpresas tras una relación

Un gran invento jurídico podría evitar casos como el del amante policía y la ultraizquierda

La extrema izquierda anda alborotada en España por una disparatada historia sobre un policía infiltrado y sus relaciones sexuales.

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La historia en cuestión parte de la idea de que ese agente se habría acostado con ocho mujeres de extrema izquierda que no sabían que era policía. Cinco de ellas han llevado el asunto a los tribunales acusando al agente de "abuso sexual y tortura", a pesar de que ellas mismas han reconocido que esas relaciones fueron consentidas. Toda esta absurda historia tiene detrás a dos colectivos de extrema izquierda: el sindicato anarquista Confederación General del Trabajo (CGT) y el Colectivo Irídia, entre cuyos fundadores está Mariana Huidobro, madre de Rodrigo Lanza, condenado por dejar tetrapléjico a un policía en Barcelona, Juan José Salas, y por el asesinato de Víctor Laínez en Zaragoza. También lleva la acusación contra 45 policías que frenaron el golpe separatista de 2017 en Cataluña.

Varios juristas han señalado que el caso es un disparate que no se sostiene legalmente. Sería absurdo que un policía tuviese la obligación de mostrar su placa antes de tener relaciones sexuales, que parece ser lo que pretende la extrema izquierda con este ridículo escándalo que ha montado. Por otra parte, criminalizar el uso de la mentira como medio para tener relaciones sexuales llenaría las prisiones con millones de hombres y de mujeres. Son muchas las personas de ambos sexos que mienten sobre diversos aspectos de sus vidas, o que simplemente ocultan algunos de ellos, para poder acostarse con alguien.

No deja de ser curioso observar quiénes son los que promueven este escándalo que, al fin y al cabo, parece pretender juzgar una infidelidad en materia sentimental como si fuese un delito, algo completamente disparatado salvo que nos remitamos a los países islámicos. Repasemos la paradoja: La extrema izquierda lleva mucho tiempo promoviendo unas tesis ideológicas que atacan las instituciones sociales más arraigadas porque las considera opresivas y burguesas, desde la familia a la religión, pasando por la maternidad. Ya desde los tiempos de Marx, la extrema izquierda viene promoviendo un modelo de sociedad donde la familia tradicional debía ser erradicada. ¿De qué se queja ahora?

No obstante, hay que decir que casos como éste tienen solución. Podríamos inventar un mecanismo jurídico que ofreciese más seguridad a las mujeres en las relaciones sexuales, un mecanismo que les permitiría garantizar el conocimiento necesario de sus parejas masculinas para así evitar acostarse con quien no esperaban. Ese mecanismo podría ir precedido de una etapa de aproximación entre la pareja, de modo que tanto la mujer como el hombre estuviesen lo bastante seguros de la persona con la que se juntan. Finalmente, podría crearse un contrato jurídico que garantizase que ambas partes conozcan la identidad real de la otra persona, de modo que el día después de haber mantenido relaciones sexuales no se lleven desagradables sorpresas. A ese invento jurídico sólo faltaría un nombre: por ejemplo, "matrimonio".

Obviamente, no es necesario casarse para mantener relaciones sexuales. Puedes tenerlas con quien quieras, sin necesidad de saber siquiera cómo se llama la otra persona. Lo que no tiene mucho sentido es que personas que abominan del matrimonio, ahora se echen a llorar por haber perdido la seguridad que ofrece esa institución milenaria. A la extrema izquierda le ha estallado en toda la cara el "liberacionismo sexual" que viene promoviendo desde la década de 1960 y con el que pretendía liquidar instituciones como el matrimonio y la familia. Lo justo es que ahora la extrema izquierda disfrute las consecuencias de sus ideas. Bastante tiene ese policía en cuestión con haber soportado a ocho extremistas de izquierda. Ya sólo por eso merece ser condecorado.

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Foto: Contando Estrelas.

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Comentarios:

  1. wladimir

    es cierto..

    viendo este caso tan absurdo…acaso la ultraizquierda vive en un mundo o dimension paralela distinta a los seres humanos normales?..

    sera que los progresistas viven en una burbuja distopica donde se les congelo el tiempo y alla tienen su muy singular y particular forma de ver la realidad?..una realidad que por cierto es bastante incoherente y absurda…

    es verdad ya bastante tuvo ese policía en cuestión con haber soportado a ocho extremistas de izquierda..imaginense…Ya sólo por eso merece ser condecorado estoy totalmente de acuerdo….

  2. Lunaa

    El conocimiento mutuo previo a la aceptación y concepción de un compromiso y proyecto común se llama noviazgo, no es un instrumento jurídico sino una relación humana y basada en lo humano. Quien sea tan «moderno» que piense que eso da igual y que basta con tener ganas de acostarse para hacerlo se puede encontrar con sorpresas. El problema viene cuando el absoluto artificio lo quiere fijar todo en infinidad de leyes sobre aspectos que ya están legislados porque tenemos la Ley natural.

    Toda esta historia se basa en la misma credibilidad que podamos dar a una película de James Bond, ¿Por qué voy a creer más en un agente tan exitoso que consigue seducir a ocho mujeres para acostarse con ellas sin otra característica que el constituir el objetivo policial que la «facilidad» con que a esto se presten las que dicen ser víctimas?. Es que no me cuadra ni lo uno ni lo otro.

    ¿Por qué voy a creer que era el policía quien llevaba la parte activa «erótico-investigativa» y que no eran estas mujeres unas confidentes lascivas sin escrúpulos?.

    Y yendo más lejos: ¿Por qué me voy a creer nada de lo que tan fácilmente puede ser un simple infundio confeccionado por enemigos declarados de la Policía Nacional?.

    Por último, -y puestos en plan libertino- si no hay un nexo causal entre los hechos relatados no tenemos inculpación. Con esto quiero decir que si se las beneficiara a título personal (fuera de horarios como agente de Policía) y sin buscar provecho, no haría nada malo para un «progre», habrían conocido mejor sus cuerpos, se habrían explorado y todas esas giliprogreces que se dicen en estos casos… pero aquí vemos que el sexo no es tan vanalizable como se cree, que no sólo tiene sus consecuencias sino también sus circunstancias. Es exactamente la consideración que el género humano venía haciendo desde siempre y hoy pensamos haber «superado». Así nos luce el pelo.

  3. JulioL.Bueno

    Esto escribía yo en un periódico local hace tres días:

    «En estos días propicios al vómito, con el fondo de pantalla de una singular ley que está soliviantando al mundo del Derecho- desde salas a cátedras y viceversa, pasando por sacerdotisas, opinadores y consabidos expertos de plantilla-, ha surgido un interesante caso práctico que, bien documentado, desarrollado, ejemplificado y transpuesto entre ámbitos jurisprudenciales podría dar para una amplia cosecha de tesis , tesinas, trabajos de grado, proyectos finde y prácticas de campo y laboratorio: Hay una denuncia – yo creo que justificada en términos de cautelas clásicas y neoargumentarios al uso- por parte de féminas que se han sentido engañadas en su consentimiento copulativo pretérito –al parecer su “sí “ fue “sí” sobre el terreno – al descubrir tiempo después que su colaborador o colaboradores necesarios de experiencia no eran lo que parecían, aparentaban o impostaban. En su reclamación van a la raíz de una cuestión que en el futuro – y si no al tiempo*(VER AQUÍ ABAJO)- va a requerir unos protocolos de información, detalle y fedatación que van a poner la cosa complicada para los teóricos de la ley y la clientela desbordante para los bufetes especializados, con un amplio espectro casuístico de sólo síes que fueron síes por ofuscación transitoria, alergias sobrevenidas, camuflajes exitosos, mutaciones imprevisibles y toda la gama de avatares cronobiológicos: Resumiendo, la clásica denuncia por falta de información sobre la entidad, calidad y funcionalidad que tiene grandes posibilidades de prosperar dentro de los plazos de garantía del servicio o producto concernido»… (Continuaba refiriéndome al aborto y la ausencia de melindres que la izquierda propone-y el PP acepta- para salir del trance de si «sí» o si «no» a una vida que es recibida en tutela temporal)

    * Pues resulta que en Contando Estrelas acaban de redescubrir la solución
    «Un gran invento jurídico podría evitar casos como el del amante policía y la ultraizquierda»

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