Pedro Sánchez sabía que España compraba petróleo ruso a Marruecos y guardó silencio

Elentir EN Dom 30·4·2023 · 7:15 4

En las últimas horas ha estallado un nuevo escándalo que implica al gobierno izquierdista de Pedro Sánchez y al Reino de Marruecos.

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Una violación de las sanciones europeas a Rusia

Este viernes, el consejero delegado ejecutivo de Repsol denunció que el petróleo ruso sigue llegando a España a pesar de las sanciones europeas a Rusia por su agresión criminal contra Ucrania. Unas sanciones al petróleo ruso que entraron en vigor el 5 de febrero, hace casi tres meses. También el viernes, el diario El Mundo revelaba que Marruecos ha empezado a exportar petróleo a España por primera vez desde 2015, coincidiendo precisamente con el veto europeo al petróleo ruso.

El gobierno de Sánchez fue avisado hace un mes y no dijo nada

No hacía falta ser muy listo para darse cuenta de cuál podría ser el origen de ese petróleo que está exportando el país africano, ya que Marruecos no se ha adherido a esas sanciones y sigue importando petróleo ruso. Es impensable que el gobierno español, que tiene a su servicio al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para mantenerse informado sobre cualquier cosa que afecta a los intereses de España, no supiese el origen del petróleo que nos estaba vendiendo Marruecos. Pero por si quedaba alguna duda, ayer El Mundo reveló que el gobierno de Pedro Sánchez fue avisado hace un mes del origen de esas importaciones, por parte de varios operadores del mercado español de petróleo.

El gobierno no reaccionó ante esos avisos. Sólo ha anunciado una investigación tras a información publicada por El Mundo. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, la socialista Teresa Ribera, se ha limitado a decir que esos combustibles "vienen con papeles que acreditan una procedencia correcta", y ha añadido: "Ante la menor sospecha, corresponde investigar si esos papeles son correctos y si efectivamente los productos que importan son de donde dicen que son, o si bien son de otra procedencia y ha habido algún tipo de irregularidad".

La sospecha de un chantaje marroquí que pesa sobre Sánchez

La pregunta que cabe hacerse ahora es: si se confirma lo que ya resulta obvio, ¿hará algo el gobierno español para exigir explicaciones a Marruecos? Sobre Pedro Sánchez pesa la sombra de la sospecha desde hace tiempo después de su giro de 180º sobre el Sáhara poco después de que su móvil fuese espiado, extrayéndosele cuantiosa información. Un hecho que Vox ha vinculado con las cesiones de Sánchez ante Marruecos. Se trata de unas sospechas nada exageradas si tenemos en cuenta que hace un mes, la investigación europea sobre ese caso consideró "plausible" que Marruecos hubiese espiado a Sánchez.

La sumisión de los socialistas españoles ante Marruecos ya quedó patente en enero, cuando los eurodiputados del PSOE se desmarcaron de los socialistas europeos para votar en defensa de Marruecos frente a una resolución europea que condenaba la represión contra periodistas por parte del régimen marroquí. Cuesta creer que ahora el gobierno español vaya a mostrarse firme ante Marruecos después de diez meses dejándose humillar por ese país, de una forma indigna e inexplicable si no es por la mediación de un posible chantaje.

Sánchez ocultó este escándalo al Congreso el 19 de abril

Por otra parte, la trampa de Marruecos con el petróleo ruso recuerda mucho al aumento de las compras de gas ruso por parte del gobierno español a pesar de las sanciones europeas contra Rusia, y mientras Sánchez prohíbe extraer gas en España, algo que resulta aún más escandaloso. Unas compras sobre las que Sánchez no ha dado ninguna explicación, de la misma forma que guardó silencio sobre el origen del petróleo marroquí cuando compareció el 19 de abril en el Congreso para hablar de Marruecos, una intervención en la que pasó por alto su giro de 180º sobre el Sáhara y no dijo ni una palabra sobre el petróleo ruso que ya sabía que Marruecos estaba exportando a España.

Un gobierno que bate récords en falta de transparencia

Desde que llegó al poder, Pedro Sánchez viene batiendo récords de falta de transparencia a la hora de gobernar, negándose a facilitar información que la ley le obliga a dar, declarando secretos asuntos personales para no tener que dar explicaciones sobre ellos y dedicando las sesiones de control al gobierno en el Congreso a atacar a la oposición en vez de rendir cuentas.

Este nuevo escándalo pone a Sánchez en el punto de mira de la UE por violar sus sanciones a Rusia, y lo hace a poco más de dos meses de que España asuma la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Una presidencia que quedará empañada por el autoritarismo, la opacidad y la corrupción de un gobierno que desprecia los estándares democráticos, algo nada raro si tenemos en cuenta que la facción comunista del ejecutivo, a cuyo radicalismo se ha sumado Sánchez, tiene como referentes a dictaduras como Cuba y Venezuela.