Pedro Sánchez, Marruecos y el islamismo: una relación que pone en peligro a España y a la UE

Elentir EN Vie 3·2·2023 · 16:22 2

Estos días se está hablando mucho sobre la visita de alto nivel de Pedro Sánchez y de varios de sus ministros a Marruecos, por el desplante del rey Mohamed VI.

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El desplante de Mohamed VI a España

La polémica ha estallado en torno a la repentina negativa del rey de Marruecos a recibir al presidente del gobierno español, una negativa comunicada por teléfono horas antes del inicio de un viaje programado desde hace meses. En esa llamada telefónica, y según ha comunicado el propio gobierno español, Mohamed VI emplazó a Sánchez a una próxima visita a Marruecos si deseaba verle, y su interlocutor aceptó. El desplante del rey marroquí ha sido interpretado como un desprecio diplomático a España, por mucho que el gobierno español haya intentado restarle importancia, en un nuevo gesto de debilidad.

Esos gestos de debilidad de España vienen siendo la tónica habitual de las relaciones entre ambos países desde el mandato de José María Aznar, el último que fue capaz de mostrar fortaleza ante Marruecos enviando al Ejército Español a recuperar el islote de Perejil en julio de 2002 después de que ese territorio español fuese ocupado por militares marroquíes. Los gobiernos posteriores se han dejado chantajear por Marruecos y por su uso de la inmigración como arma, cediendo a esos chantajes con sumas millonarias pagadas por todos los españoles.

Las cesiones de Sánchez ante Marruecos y un posible caso de espionaje marroquí

Esa política de claudicación ante Marruecos ha llegado a su extremo más humillante con el actual presidente del gobierno español. En marzo de 2022, de forma repentina, Sánchez traicionó 46 años de política exterior española cediendo ante Marruecos en sus pretensiones sobre el Sáhara, una traición que también afecta a la política exterior de la Unión Europea.

Esa decisión, adoptada por el propio Sánchez sin dar ninguna explicación convincente y sin contar ni con la oposición parlamentaria ni con sus propios socios de gobierno, ha llevado a levantar sospechas, sobre todo después de conocerse que el móvil de Sánchez fue espiado con un sistema, el Pegasus, que según publicó el diario The Guardian en mayo del año pasado, fue utilizado por Marruecos para espiar 200 móviles en España.

La actitud del gobierno socialista español ante Marruecos no hace más que alimentar las sospechas de ese espionaje. Hace unos días, los eurodiputados socialistas españoles se desmarcaban de sus propios compañeros de filas para votar en defensa de Marruecos frente a una resolución europea que condena la represión contra periodistas por parte del régimen marroquí. Todo ello mientras sigue resonando el escándalo que implica a Marruecos en el pago de sobornos a políticos en el Parlamento Europeo.

La peligrosa debilidad de Sánchez y el control marroquí sobre cientos de mezquitas

Hay que decir que la hipótesis del chantaje y la hipótesis del soborno sería lo menos malo a la hora de analizar la conducta del gobierno español, porque lo más alarmante sería enterarse de que Sánchez está cediendo ante Marruecos por simple capricho. Sea cual sea la causa de sus cada vez más escandalosas claudicaciones ante un régimen corrupto y desaprensivo como el de Mohamed VI, lo que está claro es que la debilidad que está mostrando Sánchez pone en peligro a España y a toda la Unión Europea, no sólo porque la frontera sur de la UE esté en manos españolas, sino también porque en el segundo semestre de este año España asumirá la presidencia del Consejo de la UE, y si nada lo evita, será Sánchez el que asuma esa presidencia.

La debilidad de Sánchez en este tema resulta especialmente peligrosa si tenemos en cuenta que Marruecos controla la amplia mayoría de las mezquitas de Ceuta y Melilla y centenares de mezquitas en el resto de España, un control que se ejerce a través del Ministerio de Asuntos Islámicos de la monarquía marroquí. Recordemos que el rey de Marruecos tiene también la condición de príncipe de los creyentes entre los musulmanes, de modo que su actitud chantajista no sólo afecta a la política migratoria, sino también a una esfera religiosa de la que salen muchos extremistas islámicos dispuestos a asesinar en nombre de Alá, como el marroquí que cometió los ataques a iglesias hace poco en Algeciras, unos ataques que se saldaron con una persona asesinada.

Exportando a España la intolerancia religiosa musulmana de Marruecos

Recordemos, además, que actualmente Marruecos ocupa el puesto número 29 entre los 50 países que más persiguen a los cristianos, que suman un total de 31.400 personas en ese país, el 0,1% de la población. La situación que viven esta minoría religiosa en Marruecos es la propia de una dictadura sin libertad religiosa: "Si los cristianos hablan a otros de su fe, corren el riesgo de ser detenidos y procesados", señala la ONG Puertas Abiertas. "En algunas circunstancias, los cristianos son detenidos y multados por el mero hecho de tener una Biblia en su poder o por hablar de la fe cristiana con un musulmán". Una intolerancia que es muy común en los países islámicos y que Marruecos podría estar exportando a España con su control sobre esas mezquitas.

Es alarmante pensar que las cantidades millonarias que Sánchez está donando a Marruecos puedan servir para que ese país pueda controlar más y más mezquitas en territorio español, incrementando la presencia del fundamentalismo islámico en España y creando la situación ideal para hacer más chantajes con el fin de obtener más dinero y más cesiones. Es una política claramente suicida y que subordina los intereses de España a los de Marruecos. Y dentro de unos meses no serán sólo los intereses de España los que queden subordinados a los caprichos de Mohamed VI, sino los de toda la Unión Europea. Ni España ni la UE deberían estar en manos de un hombre que se deja chantajear con tanta facilidad, porque su máxima meta es mantenerse en el poder al precio que sea.