Socialistas y comunistas están degradando la democracia como en Venezuela

La izquierda lleva a España al tercermundismo: necesitamos algo más que un cambio de siglas

La campaña de las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo se ha cerrado en España con una explosión de escándalos.

Compras de votos, agresión, acoso, secuestro... El esperpento del PSOE en la recta final del 28M
Un insulto a la democracia: robar a la gente para comprar sus votos con el dinero robado

En unos pocos, días, el PSOE, el partido al que pertenece el presidente del gobierno, se ha visto salpicado por delitos de compra de votos, agresión, acoso y secuestro. Y lo más pasmoso es que ante esa catarata de escándalos, Pedro Sánchez no ha hecho ni una sola autocrítica, como tampoco la ha hecho con ningún otro de los escándalos que han afectado a su gobierno en estos últimos años. Para él la culpa siempre la tienen los demás, incluso cuando el que se hunde en el estiércol es su partido por las acciones de sus propios dirigentes y candidatos.

Los socialistas del PSOE, sus socios de gobierno comunistas de Podemos y sus socios parlamentarios proetarras y separatistas están llevando a España no sólo al tercermundismo económico sino también político. No les basta con estar despilfarrando el dinero público, friéndonos a impuestos y aplicando recetas que tienen como resultado más paro y pobreza, sino que además han dirigido gran parte de sus esfuerzos a degradar las instituciones democráticas, asaltar la independencia judicial y desprestigiar nuestra democracia, hasta el punto de convertir unas elecciones en un espectáculo bochornoso.

Cinco años después de la llegada de Pedro Sánchez al poder, España se parece cada vez más a la dictadura socialista de Venezuela: un país en el que el poder político, en manos de la izquierda, se cree por encima de las leyes, que considera que sus deseos están por encima de todo y que actúa como si el hecho de tener que rendir cuentas al Parlamento fuese un incordio, aprovechando esa oportunjidad para montar un mitin sin molestarse en responder nada de lo que le pregunta la oposición.

Pero desengañémonos: cambiar a Sánchez no basta. No estamos solamente ante un problema provocado por un pésimo presidente del gobierno. Tampoco basta con un cambio de siglas, como si poner a otro partido en el lugar del PSOE y de Podemos fuese la garantía de que las cosas van a mejorar. Hace falta un cambio más profundo, hace falta un cambio de ideas que nos lleve a desterrar la absurda idea de que la izquierda es moralmente superior, de que sus ideas son mejores y de que haga lo que haga siempre se le debe suponer una buena intención.

Es una absurda idea que ha asumido incluso parte de la oposición. El Partido Popular lleva años dejándose arrastrar ideológicamente por la izquierda, llevado por ese complejo de inferioridad que considera que la derecha debe limitarse a ir asumiendo una a una todas las ocurrencias de la izquierda, por miedo a ser señalado como "retrógrado" o incluso "fascista". Es ese complejo de inferioridad el que nos ha otorgado la hegemonía ideológica a una izquierda desvergonzada y sin escrúpulos.

En España sólo hay un partido dispuesto a derribar ese complejo de inferioridad. Sólo hay un partido que se niega a agachar la cabeza ante los dogmas de la izquierda, y que se atreve a replicar los disparates socialistas y comunistas sin ningún tapujo: ese partido es Vox. Creer que la solución al socialismo del PSOE es otorgar un voto al PP, que es lo que siguen creyendo algunos, no es más que votar socialismo con cinco o diez años de retraso, que es lo que suele tardar el PP en asumir los dogmas de la izquierda. Votar al PP no ha servido hasta ahora para derogar ni una sola de las leyes ideológicas de la izquierda: es un voto inútil. O mejor dicho: sólo es un voto útil para la izquierda.

---

Foto: Efe. Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, con Pedro Sánchez, presidente del gobierno, en el Congreso de los Diputados.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. Berto

    Todos los partidos son izquierda, excepto la honrosa excepción de VOX.

  2. Partido conservador de TODOS los avances autodenominados progresistas de la izquierda

  3. Jandro

    Alguien que ha crecido sectarizado en el izquierdismo, seguirá votando izquierda; es su religión, y es muy difícil sacarlo de ahí.

    Alguien que ha vivido el peperismo en su infancia, al crecer, debería poder ver que lo que le han enseñado es valioso pero que quien se lo ha dicho realmente no cree en ello, y debería ver que quien sí cree en lo que le han contado y quien sí representa sus principios es Vox.

  4. wladimir

    es cierto…

    lo unico bueno que hace el Comunismo y sus descendientes Socialistas es llevar a los paises a la Ruina tercermundista…y ya estamos viendo muestras de ello en como esta actuando el Regimen PSOE-Podemos…

    el unico partido de una sola pieza,que no anda con dobleces y que cumple con su palabra sin rodeos ni anda haciendo pactos con la ultraizquierda progre es…VOX por supuesto…

  5. AnaMVelascoPlaza

    Creo que el problema va mucho mas allá de de que el pp asuma la idea de que la izquierda es moralmente superior, de que sus ideas y proyectos son mejores, ni siquiera que se deje llevar por un complejo de inferioridad y se deje arrastrar ideológicamente por la izquierda.Es hora de aceptar, de asumir sin tapujos que ese pp idealizado desde hace muchos años, y que creo que no llegó a existir nunca, es la misma imagen de un nuevo social- comunismo, mucho mas peligroso de lo que hasta ahora conocíamos. Han cambiado la lucha de clases por la lucha entre hombres y mujeres, por la lucha contra todo lo que sea prosperidad para la humanidad con la escusa de luchar contra un falsario cambio climático antropocéntrico, por anular la libertad del individuo y su naturaleza, su moral, la soberanía nacional para ponerlo todo en manos de aquellos poderosos que sin haber sido elegidos por nadie, se alzan con el mandato del Nuevo Orden Mundial . Y ese poder es el que ha anulado hasta su desaparición a la derecha e izquierda tradicionales para convertirlos en los nuevos vasallos que bajo su mandato lleven a cabo el proyecto. Solamente Vox no se ha sometido a ellos y ha denunciado y arremetido desde un principio esta lacra que acabara con España y con la civilización occidental tal como la hemos conocido.

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.