Agonía y purga en la ultraizquierda española: los piolets se han convertido en bumeranes

Elentir EN Sáb 10·6·2023 · 9:15 7

Todos los movimientos totalitarios han corrido el riesgo de acabar devorándose a sí mismos, impulsados por su fanatismo.

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Los precedentes históricos de purgas entre totalitarios

El nazismo vivió ese momento con la llamada "Noche de los cuchillos largos", del 30 de junio al 1 de julio de 1934, cuando dirigentes de la Sturmabteilung, la milicia del Partido Nazi, fueron asesinados por Hitler. Esa purga nazi resultó anecdótica comparada con la gran purga ordenada por Stalin en la URSS entre 1936 y 1938, que se saldó con cientos de miles de muertos, entre ellos muchos comunistas. La purga culminó con la ejecución de uno de sus promotores, Nikolai Yezhov, entonces jefe del NKVD, el equivalente soviético de la Gestapo nazi.

El asesinato de Trotski clavándole un piolet en la cabeza

La dictadura soviética continuó liquidando a disidentes en los años siguientes a la culminación de esa gran purga. Uno de los asesinados fue León Trotski, que había apoyado el brutal régimen de terror impuesto por Lenin, pero que se acabó exiliando a causa de sus diferencias con Stalin. El NKVD acabó infiltrándose entre el entorno de su exilio en México y uno de sus agentes, el comunista español Ramón Mercader, le clavó brutalmente un piolet en la cabeza el 20 de agosto de 1940. Trotski falleció al día siguiengte como consecuencia de esa grave herida.

El método salvaje del asesinato Trotski tan lejos de la URSS fue como un mensaje a todos los comunistas disidentes, indicándoles de lo que Stalin era capaz. De este modo, el piolet se convirtió en un símbolo del extremo al que pueden llegar las luchas intestinas entre comunistas. Cuando se dice que un partido de extrema izquierda "vuelan los piolets", lo que se está indicando es una purga de disidentes.

Podemos y las purgas en el seno de ese partido comunista

El más reciente episodio de éxito de la extrema izquierda en España, el partido Podemos, fue fundado por comunistas nostálgicos de Lenin, entre ellos Pablo Iglesias Turrión y Juan Carlos Monedero. La creación de ese partido fue el resultado de un movimiento de agitación de extrema izquierda, el 15-M, surgido en 2011 y alimentado por el descontento provocado por las medidas tomadas por el gobierno socialista de Zapatero a raíz de la crisis de 2007.

En 2014, Podemos irrumpió en las instituciones, empezando por el Parlamento Europeo. Finalmente, en enero de 2020 Podemos formó un gobierno de coalición con los socialistas de Pedro Sánchez (PSOE) y los comunistas de Izquierda Unida, la marca electoral creada por el Partido Comunista de España (PCE) en 1986. Junto con algunos dirigentes de Podemos, dos dirigentes del PCE, Alberto Garzón y Yolanda Díaz, se convirtieron entonces en ministros. España se convertía así en el único país de la Unión Europea con ministros de un movimiento totalitario.

El gobierno de coalición formado por la izquierda en España se tradujo en unas cifras considerables de paro, empobrecimiento, crisis institucional y ataques a la independencia judicial y al Estado de Derecho. Antes incluso de su llegada al gobierno, Podemos fue padeciendo las luchas intestinas típicas de los grupos de extrema izquierda. Dos miembros de Podemos que acabaron formando parte del gobierno de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero, acabaron purgando a todos los que les llevaban la contraria.

Una coalición humillante y que evidencia el enfrentamiento entre comunistas

Finalmente, Podemos ha ido cosechando sucesivas derrotas electorales, que acabaron en la dimisión de Pablo Iglesias como presidente del gobierno. A su vez, Yolanda Díaz formó un nuevo partido, Sumar, básicamente otra nueva marca electoral del PCE, que ayer acabó devorando a Podemos en un humillante pacto de coalición de cara a las elecciones generales del 23 de julio, dejando fuera de las listas electorales a Irene Montero, vetada por Yolanda Díaz.

Con ese pacto, Podemos y Sumar intentan frenar los efectos que podría tener la división del voto de la extrema izquierda. Sin embargo, los comunistas tienen muy difícil obtener un resultado digno tras haber quedado expuesta su forma de gobernar, básicamente una sucesión de absurdas ocurrencias ideológicas, con una constante negativa a reconocer sus errores y a asumir cualquier responsabilidad por ellos, y con una actitud de prepotencia que les retrata como la "casta" que criticaban ellos mismos hace nueve años. Todo eso unido a que el nivel de vida de esos dirigentes comunistas ha aumentado en la misma medida en la que sus recetas económicas se dedicaban a arruinar a los españoles.

La responsabilidad de Yolanda Díaz en las rebajas de condenas a violadores

La agonía de la extrema izquierda en España tiene un alto grado de justicia poética. Los que purgaron sin piedad a sus disidentes, durante los últimos años, se ven ahora purgados. Quienes ordenan la purga no son mejores que ellos. Son más de lo mismo. Yolanda Díaz es tan responsable como Irene Montero de las rebajas de condenas a violadores y pederastas, como consecuencia de una ley que recibió los votos a favor de los 120 diputados del PSOE y los 33 diputados de Unidas Podemos (la coalición de Podemos e Izquierda Unida), entre ellos Yolanda Díaz (aquí se puede ver el dosier parlamentario de esa ley y aquí lo que votó cada diputado: Yolanda Díaz votó a favor).

Al final, los piolets que liquidaron a la disidencia en Podemos se han convertido en bumeranes, volviéndose contra quienes los lanzaron de una forma que sólo cabe calificar como inesperada si uno desconoce la dinámica habitual de los movimientos de extrema izquierda. Esos piolets no tardarán mucho en volverse también contra los que hoy, desde Sumar, purgan a sus rivales de Podemos. Uno de los más habituales favores que muchos totalitarios hacen a la causa de la Libertad es acabar peleándose entre ellos. Ojalá el 23 de julio podamos celebrar en España la derrota de esos enemigos de la Libertad.

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Foto: Europa Press. La comunista Yolanda Díaz (dirigente de Sumar) con la comunista Irene Montero (dirigente de Podemos). Ambas son miembros del gobierno de Pedro Sánchez.