Una remota base militar de la Segunda Guerra Mundial en una isla deshabitada de Alaska

@Explorandoinfo EN Dom 23·7·2023 · 19:42 1

Durante la Segunda Guerra Mundial, el único territorio incorporado de EEUU que los japoneses lograron conquistar se encontraba en Alaska.

El 'Glaciar del Bombardero': los restos de un B-29 en una remota montaña de Alaska
Unalaska: así es el territorio más occidental al que llegaron los exploradores españoles

A comienzos de junio de 1942, una fuerza de entre 6.000 y 7.000 japoneses invadieron las islas de Attu y Kiska, en el archipiélago de las Aleutianas, situado en la parte suroccidental de Alaska. Fue uno de los escenarios más duros e inhóspitos de la guerra en el Pacífico, y fue la primera vez que el suelo estadounidense era invadido por una fuerza extranjera desde la guerra de 1812 contra los británicos.

En el verano de 1943, una fuerza conjunta de EEUU y Canadá logró expulsar a los japoneses de las Aleutianas. En previsión de nuevos ataques de Japón en el archipiélago, las Fuerzas Armadas de EEUU establecieron bases y fortificaciones en la costa de Alaska. Hoy esas antiguas defensas están abandonadas y son un lugar atractivo para los exploradores. Ayer, el canal Outdoor Boys publicó un vídeo mostrando uno de esas antiguas bases militares de la Segunda Guerra Mundial, situada en una isla deshabitada (el vídeo no indica qué isla es). El vídeo está en inglés, y lamentablemente los subtítulos automáticos no funcionan:

A continuación podéis ver algunas capturas de este vídeo. Aquí vemos un acceso a unas galerías subterráneas.

La base de una antigua posición de artillería antiaérea, o al menos eso parece por su tamaño.

El búnker principal de esta base militar, cubierto por el musgo.

En el dintel del acceso al búnker se leen dos inscripciones: "U.S.E.D." y 1943. El año indica la fecha de construcción, y U.S.E.D. son las siglas de United States Engineering Department (Departamento de Ingeniería de Estados Unidos), dependiente del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU.

El frío, oscuro y húmedo interior del búnker. Parece el sitio ideal para rodar una película de terror.